Siguiendo el conectivismo y la pedagogía más actual, hay que redefinir la naturaleza de los estudiantes para que consoliden su papel como el agente educativo más importante. Por eso los llamaremos “Estudiantes-Quest” en tanto que asumen el rol de agentes autónomos y
proactivos de su “búsqueda-aventura cognitiva”. Ello incluye incluso que los estudiantes asuman en los MOOCs (cursos masivos abiertos y online) las tareas de corrección y evaluación inter pares.
La idea es que los “Estudiantes-Quest”
se comporten en todo momento como los científicos “profesionales”, que no
tienen ningún profesor o gurú que les diga qué tienen que hacer en cada caso y sólo
pueden preguntar a sus colegas o pares.
En la
“ciencia normal” (según T.S. Kuhn), los científicos se están evaluando
continuamente entre si, así como a sus trabajos y producciones. No otra cosa
son los debates, polémicas, discusiones, congresos, artículos cruzados, reseñas
y críticas mutuas, que caracterizan a la ciencia. Son básicamente las
estrategias que usa la ciencia para avanzar en el conocimiento y superar las
anomalías; pues la ciencia no es sino (como alguien dijo) una “guerra de guerrillas”
donde siempre y la única que sale ganando es la propia ciencia .
Pues
bien, así como los científicos se evalúan, retroalimentan, potencian y motivan
mutuamente a sí mismos, también lo deben hacer los “Estudiantes-Quest” en los MOOCs (Massive Open Online Courses o cursos abiertos telemáticos y masivos). La actualidad educativa y tecnológica ha convertido en una cuestión primordial para los "estudiantes-Quest" y los MOOCs: la interacción grupal y el buen cuidado de las propias redes
cognitiva.
Sólo
así los nuevos estudiantes emularan a los investigadores profesionales y realizaran una tarea o
vivirán una aventura (quest) lo más real o aproximada que sea posible. Como a los
científicos profesionales, a los “Estudiantes-Quest” les es esencial interactuar sobre todo entre
ellos mismos, espontánea y proactivamente, generando sus propias estrategias
educativas y sus comunidades o redes de investigadores.
Se
considera que ello incentiva actitudes y comportamientos de ayuda, refuerzo y
motivación mutuas, en especial cuando actúan en tanto que pares que se evalúan
recíprocamente. En todo caso, en los MOOCs y en sus “planificadores” está muy
clara la idea de minimizar al máximo la intervención directa de los
“facilitadores”. Estos continúan siendo necesarios, pero la idea es que lo sean
lo menos posible.
¿Malos tiempos para los profesores e inevitabilidad del advenimiento de los nuevos "estudiantes-Quest"? En todo caso la idea de minimizar el papel de “facilitadores”-profesores que, en gran medida, deben asumir los propios estudiantes-Quest, está siempre presente en la selección y confección de los materiales educativos de los MOOCs. Pues éstos deben permitir al máximo la autonomía, libertad e independencia cognitivas de los “Estudiantes-Quest”, cuya creatividad parece depender de su habilidad para asumir esas nuevas funciones.
¿Malos tiempos para los profesores e inevitabilidad del advenimiento de los nuevos "estudiantes-Quest"? En todo caso la idea de minimizar el papel de “facilitadores”-profesores que, en gran medida, deben asumir los propios estudiantes-Quest, está siempre presente en la selección y confección de los materiales educativos de los MOOCs. Pues éstos deben permitir al máximo la autonomía, libertad e independencia cognitivas de los “Estudiantes-Quest”, cuya creatividad parece depender de su habilidad para asumir esas nuevas funciones.
El objetivo primordial de los materiales y contenidos de los MOOCs es que sean virtuales, audiovisuales, interactivos y que aprovechen todas las innovaciones
en tal dirección. Pero sobre todo están pensados para facilitar e incentivar la
interacción constante y educativa de los alumnos entre si. Pues (como hemos
dicho) uno de los objetivos pedagógicos básicos es que generen sus propias redes cognitivas y comunidades de mutuo apoyo.
Es por
ello (junto con el principio de no repetir lo que ya está bien hecho) que la
elección, elaboración, estructuración y disposición de los materiales en los
MOOCs divide la información en ítems o unidades modulares mínimas. Así éstas
pueden ser trabajadas libremente en ordenes o momentos diversos por parte del alumno, para
facilitar al máximo su adecuación a las diversas necesidades formativas y/o a su libre elección.
El empoderamiento del estudiante-Quest incluye dos ideas básicas. En primer lugar que el alumno pueda reordenar los
distintos ítems a trabajar en función de sus intereses, motivaciones y
capacidades para maximizar su aprendizaje tanto en lo temporal como en lo
conceptual. La segunda idea clave (que la pedagogía actual y los MOOCs asumen como su propia condición
de posibilidad) es que la tarea evaluativa se integre plenamente en el proceso educativo-investigador del alumno-Quest.
Ahora mismo la evaluación por parte de algún tipo clásico de profesor
es uno de los principales y más difíciles bloqueos para que un curso masivo lo
pueda ser plenamente. Hay que pensar que los casos más conocidos de MOOCs
tenían un número de alumnos superior a 100.000. Evidentemente cuando estamos
hablando de cifras de este orden, sería enorme el número necesario de
profesores o “facilitadores” necesarios aunque solo fuera para la evaluación y
corrección.
Por
tanto los cursos masivos y abiertos MOOCs tienen como condición de posibilidad,
o bien la mecanización total de la evaluación, o bien el “Estudiante-Quest”.
Pues –como hemos apuntado- éste asume la evaluación y corrección de los
ejercicios de sus pares como una tarea clave de su formación.
Ciertamente cabe, además, la sospecha que la sociedad de masas en red necesita (lógicamente) cursos masivos (MOOCs) que tienen como condición la abertura online y la descargar en el alumno-Quest de la
compleja, cara y tediosa tarea de corregir y evaluar. Tal necesidad de la sociedad del conocimiento y del capitalismo cognitivo ha
coincidido (seguramente no de forma casual) con la virtud propagada por expertos pedagogos que afirman haber
demostrado experimentalmente que, cuando se incluye la corrección y evaluación
entre pares dentro del proceso educativo (siempre siguiendo protocolos bien
establecidos), los estudiantes consiguen una implicación, motivación y
resultados cognitivos superiores.
Además los estudiantes-Quest también mejoran y profundizan mucho en
las distintas habilidades y competencias trabajadas, pues su sentido último y
concreción práctica aparecen entonces mucho más claros. Parece lógico pensar que la práctica e implicación con la avaluación y corrección de los trabajos de sus pares, permite acceder a un nivel especialmente profundo de lo estudiado.
Cómo podemos ver, casi todos los componentes tradicionales del
proceso educativo adquieren con los Moocs un valor prácticamente inverso. Pues el
profesor ha sido desposeído hoy de tareas o responsabilidades tan importantes como: la evaluación del proceso educativo, el
llevarlo a la práctica e, incluso, su planificación y definición.
Recordemos que, tradicionalmente, la planificación y definición del proceso educativo era sin duda el aspecto más valorado y definitorio de la tarea profesoral. Fueron muchas las luchas políticas y académicas para garantizar la denominada "libertad de cátedra" y conseguir que incluso fuera reconocida en las constituciones políticas modernas, al ser considerada clave para garantizar la libertad de pensamiento y opinión.
Por otra parte y a un nivel más pragmático, hay que reconocer que tradicionalmente la función evaluativa era para el conjunto de los alumnos (e incluso de los padres) la base más obvia del "poder" y "carisma" del estamento docente. Quizás mayoritariamente, el profesorado era más respetado por ser quien evaluaba y cualificaba los alumnos, que no por ser el encargado principal de su formación intelectual.
Recordemos que, tradicionalmente, la planificación y definición del proceso educativo era sin duda el aspecto más valorado y definitorio de la tarea profesoral. Fueron muchas las luchas políticas y académicas para garantizar la denominada "libertad de cátedra" y conseguir que incluso fuera reconocida en las constituciones políticas modernas, al ser considerada clave para garantizar la libertad de pensamiento y opinión.
Por otra parte y a un nivel más pragmático, hay que reconocer que tradicionalmente la función evaluativa era para el conjunto de los alumnos (e incluso de los padres) la base más obvia del "poder" y "carisma" del estamento docente. Quizás mayoritariamente, el profesorado era más respetado por ser quien evaluaba y cualificaba los alumnos, que no por ser el encargado principal de su formación intelectual.
Pues bien, notemos que el profesorado actual está amenazado por ser desposeído de gran parte de éstas sus más importantes funciones tradicionales. Y ello tiene -sin duda- grandes y todavía inexplorados efectos; como los tiene también que -en casi todos los casos- los nuevos y principales responsables
de esas imprescindibles tareas educativas pasan a ser los propios estudiantes.
Por eso en la actualidad, los tradicionales alumnos (entonces considerados en gran medida el "objeto" o "materia prima" de la acción docente y formadora de los profesores) pasan a ser sustituidos por los nuevos “Estudiantes-Quest”. Pues hoy, son éstos lo que devienen el sujeto más activo, autónomo y proactivo del proceso docente. Por tanto, mucho más explícitamente que nunca antes, pasan a ser considerados el sujeto libre y agente principal de su propia educación.
Por eso en la actualidad, los tradicionales alumnos (entonces considerados en gran medida el "objeto" o "materia prima" de la acción docente y formadora de los profesores) pasan a ser sustituidos por los nuevos “Estudiantes-Quest”. Pues hoy, son éstos lo que devienen el sujeto más activo, autónomo y proactivo del proceso docente. Por tanto, mucho más explícitamente que nunca antes, pasan a ser considerados el sujeto libre y agente principal de su propia educación.
En definitiva, los estudiantes-Quest ya no son meros "educados" (según la pedagogía tradicional), pero tampoco "educandos" (según la pedagogía moderna), sino propiamente "autoeducadores" (según la sociedad del conocimiento en red).
Hace unos años asistí a unas sesiones para profesores de secundaria acerca de las webquest. Evidentemente, todo eran ventajas, los alumnos iban a despegar de su letargo intelectual, no se sentirían presionados por la competencia, la evaluación sería menos traumática porque todos participarían gustosamente de las actividades comódamente desde su ordenador y, en definitiva, todo sería más democrático, al alcance de todos y para todos. Bien, muchos docentes nos pusimos a confeccionar nuestros temarios en formato webquest, ¡qué es un trabajón, oigan! Familiarizarte con el programa, buscar los materiales, adaptarlos, confecionar todo tipo de ejercicios, exponer las tablas de resultados, inserir los links precisos para que los estudiantes buscaran la información...¿El resultado? Pocos entraban a la webquest, otros no tenían ordenador personal o de sobremesa en casa, algunos sí pero no internet...la mayoría pasaba de complicarse la vida y acudían al libro de soporte y basta.
ReplyDeletePermítanme que les explique que a esta experiencia siguió la de confeccionar un temario de Historia de la Música en formato Moodle, lleno de links con vidios musicales, documentos, ejercicios, karaokes...¡cada fin de semana empleando más de dos o tres horas en el proyecto para ir avanzando temario y tener siempre un as en la manga por si, milagrosamente, la actividad en el aula se aceleraba, que no nos fuéramos a quedar sin material en la plataforma. Ni un sólo alumno entró en Moodle a lo largo del curso.
Este curso que está por comenzar será el tercero que imparta con libro digital...no les quiero cansar con mis quejas.
¿Será que todas estas plataformas sólo sirven a edades avanzadas? ¿será que sólo sirven si la persona ya sabe que lo más valioso es el aprendizaje y el conocimiento? No sé, he pasado por diferentes institutos públicos y el patrón, desgraciadamente, se repite: el que más trabaja es el profesor, que sí que quiere que sus alumnos disfruten aprendiendo, que adquieran nuevos y apasionantes conocimientos, que sean creativos, autónomos, tengan espíritu inquieto y demás. Y que encima, sufre diariamente la presión de la sdministración y del equipo directivo.
Es cierto que a los alumnos de secundaria les encanta estar delante de una pantalla de ordenador y todos saben bajar documentos, colgar fotos y manipular los comandos; pero lo de la búsqueda de información, la lectura de lo que han encontrado, la redacción sintética de lo que han leído... todavía está verde.
¿Será que la educación secundaría pública dista mucho de los estándares necesarios para ser un estudiante quest? Hasta que no haya una inversión de dinero en el sector, que no de trabajo y esfuerzo cotidiano por parte de los docentes, que de esa ya la hay; hasta que no se valore de verdad la importancia de la escuela pública, el papel que ésta juega en la sociedad, sólo algunos afortunados con recursos culturales y económicos a su alcance, con entornos familiares y sociales comprometidos con la formación de los menores, seguirán la vía quest con éxito.
Pensemos en esto.
Mª Pilar
Ramon Cr M'agrada el post, em fa reflexionar sobre si cal una revolució per implementar les noves tecnologies a tots els nivells. Ara sembla que el món es dirigeix a divideir-se en dos grans classes, els "conectats a Internet" i els que no.
ReplyDeleteNo sóc pedagog, però m’ha interessat molt l’educació. M’adono que he quedat una mica desfasat i no estic al dia de les noves idees. Potser no m’interessava prou o vaig pensar que ja havia trobat l’ideal a què dirigir-se i qualsevol desviació era una heretgia. Ara això dels estudiants Quest em descol·loca, hi hauré de pensar molt.
ReplyDeleteM'agrada el comentari, em fa reflexionar sobre si cal una revolució per implementar les noves tecnologies a tots els nivells. Ara sembla que el món es dirigeix a dividir-se en dues grans classes, els "connectats a Internet" i els que no.
És tristíssim Ramon, però com apuntes avui dia no estar connectat a Internet és una pèrdua enorme de possibilitats. Naturalment hom pot estar-hi connectat només per tonteries i no beneficiar-se'n. Ara bé no poder entrar mai a Internet té avui un cost brutal ja que quedes molt limitat. A més, normalment se sol afegir a altres limitacions: pobresa, inseguretat, minorització, subordinació, manca de reconeixement... Ja se sap que "sempre plou sobre mullat".
ReplyDeleteHe argumentat moltes vegades que no tot és bo en internet i en la turboglobalització actual. Hi ha inclús molts perills. Però tens raó: estar-hi desconnectat sempre i no per la teva voluntat (cal aprendre a dominar Internet i que ella no et domini) segur que acaba marcant una enorme diferència gairebé insuperable.