Mar 8, 2016

¿ESTAMOS EN UNA SOCIEDAD-INTER?


Con gran dolor pero también con enorme sinceridad, Kant reconoció que su sociedad y época no era ilustrada, como deseaba, sino tan sólo –y eso ya era mucho para él- en proceso de ilustración. 

Pues bien, también nosotros tenemos que reconocer sinceramente que -para bien o para mal- todavía no vivimos en una sociedad globalizada, aunque sí en proceso de turboglobalización, de intensísima y creciente mundialización. 

Evidentemente tampoco estamos en una sociedad que sea plenamente “internacional”, pues las naciones y los Estados-nación gozan todavía de lo que se llama con ironía “una mala salud de hierro”. Por eso son los agentes hegemónicos en todas partes y continuarán siéndolo a medio plazo
 
Por otra parte es cierto que los “mercados” internacionales y globalizados están desplazando crecientemente a los Estados-nación y que los tradicionales “mercados nacionales” sufren embates terribles especialmente desde la crisis post2008.


Pero todavía y en general, solo podemos pensar las constituciones como “nacionales”, aunque nuestros sistemas jurídicos actuales están siendo cada vez más interrelacionados, afectados, vinculados, penetrados, transformados y –quizás- subordinados por los sistemas jurídicos internacionales, globales e incluso por los vecinos, con los que somos cada vez más interdependientes. 

Estamos pues en un inestable punto intermedio donde los procesos de inter o transconstitucionalismo son cada vez más, más penetrantes, profundos y decisivos; pero a la vez la tradición moderna estatal y nacional mantiene gran parte de su vigencia.
 
Aunque ciertamente muchas de estas cosas están cambiando, todavía no somos una sociedad verdaderamente globalizada ni internacional. Hoy es indiscutible que hay muy diversos niveles de identidades vinculadas a veces especialmente: a un género y sexo, a alguna profesión y clase, a ciertas culturas y modos civilizatorios; incluso a ciertos clubs de futbol, grupos musicales, líneas estéticas e infinitas “afinidades electivas”. Sin embargo la nacionalidad y la vinculación identitaria con el propio Estado continúan siendo el nivel considerado mayoritariamente como el más relevante. Y por eso suele ser –con el nombre- la primera pregunta que se hace y lo primero que aprendemos en los cursos de idiomas. En definitiva: who are you? continua siendo prácticamente sinónimo de where are you from? Y si se dice una ciudad o zona geográfica suficientemente conocida, todo el mundo interpreta que se tiene la nacionalidad vinculada a ese territorio.

Por otra parte, es cierto que la turboglobalización hace que la ciudadanía muchas veces no se corresponda con el lugar de nacimiento y que vaya adquiriendo más relevancia. Son habituales respuestas como “nací en Armenia, pero soy ciudadano británico” o “soy alemán pero de religión judía”. Actualmente es mucha la población mundial que no puede ejercer plenamente los derechos ciudadanos ni –muchas veces- dispone de los documentos los facultan para ello.

A pesar de la creciente defensa de los “derechos humanos”, habitualmente solo nos dan plena seguridad los “del ciudadano” y, por tanto, los derechos fundamentales reconocidos como tales y con todas sus consecuencias penales-coercitivas por el ordenamiento jurídico. Esa distinción ya era explícita incluso en la misma denominación de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.

Tenemos muchos flagrantes ejemplos de la contundente distinción entre la mera proclamación de unos derechos universales para "todos los humanos" y la concreta protección jurídica que ofrece un determinado Estado para "algunos" de los derechos de "sus" ciudadanos.  Incluso a veces esa pretendida “seguridad” es quizás excesiva, como cuando en el extranjero algunos enseñan el pasaporte de los Estados Unidos como el salvo conducto para casi todo, como la “mastercard de platino” de los pasaportes.

También tenemos que confesar humildemente –como hizo Kant- que tampoco somos lo que podríamos llamar una “sociedad-inter”; es decir total y profundamente marcada por “fenómenos inter”. Pero como también hizo Kant, avisamos que estamos caminando a gran velocidad hacia una “sociedad-inter”. 

 
Es decir, las sociedades avanzadas turboglobalizadas se caracterizan esencialmente y cada vez más por “fenómenos-inter” de alta intensidad. Por tanto y mucho más que cualquier otra en la historia, son sociedades de nuevo tipo pues resultan de un “salto cualitativo” tanto por la amplitud extensiva (que tiende a abarcar toda la Tierra) como por la intensidad de sus vínculos, su fuerte integración, su inseparable interdependencia, su constante interrelación y porque en ella todo funciona en comunicación permanente.
 
Así como Internet es la denominación para la red telemática que quiere integrar todas las redes telemáticas, la famosa “World Wide Web” abreviada como www, una “sociedad-inter” denomina el nuevo tipo de estructuración social basada característicamente por “fenómenos-inter”. Ciertamente no todas las sociedades actuales están marcadas de la misma manera, con igual impacto, ni por los mismos fenómenos-inter. Pero prácticamente todas están afectadas por uno, alguno, varios o –incluso- muchos fenómenos-inter. Y además éstos las están cambiando profundamente, y según parece su influencia aumentará al menos a corto y medio plazo.

Véase también los posts: INTER: constitucional, cultural y disciplinar y INTER: constitucionalidade, culturalidade, disciplinaridade.
 

5 comments:

  1. Uns comentaris sobre Internet de Rafael Granero:
    Internet no és una xarxa, i encara menys una super o hiper xarxa, és, ni més ni menys, un protocol: TCP/IP, que vol dir:

    Transfer control protocol / Internet protocol (i per comoditat primer es va dir "Internet protocol" i finalment "Internet", pero no deixa de ser un mer protocol per controlar les transferències entre xarxes independents)

    No és un llenguatge, no és un acte de comunicació, només és un protocol per enviar paquets (sense que aquest tinguin, ni calgui que tinguin, significació pel propi protocol) entre usuaris adscrits a xarxes diverses o no i independents o no.

    Funciona de la mateixa manera que, analògicament, funcionen els correus entre països: no cal entendre ni el significat del que envies ni tampoc el significat del punt final on l'envies. Ni tan sols cal que entenguis tot el significant, només aquella part protocolitzada.

    De fet, el TCP/IP està basat en el funcionament dels correus.

    Una abraçada!

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    1. En cert sentit tens raó Rafael, però en un altre no. M’explico: segurament fem una “metonímia” (anomenar la part pel tot o a l’inrevés) quan diem que “Internet” és la gran “Xarxa”.

      Això però, ja està justificat pel mateix nom de la famosa www world wide web, ja que web vol dir entre d’altres coses xarxa, teixit o inclús teranyina; world vol dir mundial, global... i wide vol dir gran, extensa, àmplia... Per tant la reiteració de les tres www (que és alhora bonica, festiva i gandiloqüent) conté un sentit encara més ambiciós que no el que jo faig servir. Si bé he de reconèixer que sovint afirmo també que la www o “Internet” ens aproxima al màxim que ha arribat de moment la humanitat a la idea de Leibniz de “mònada de mònades”!!!!!

      Proposo parlar de “fenòmens-inter” i “societat-inter” per a referir-se de manera conjunta i destacant l’element comú de la creixent inter-relació. Crec que és una característica molt nova i definitòria de les societats actuals i dels “mecanismes”, “dispositius” i/o “fenòmens” que la marquen més profundament.

      Segurament encara no som en una “societat-inter”, però sí en una societat que sembla anar-hi, que és en el camí. Una molt forta abraçada.

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  2. Rafael Granero: Algú parla avui encara de societat-xarxa?

    Manuel Castells: "http://www.uoc.edu/web/cat/articles/castells/castellsmain12.html"

    El llegeixo ara i tinc la mateixa sensació que quan el vaig llegir per primer cop: res substantiu i un error categorial.

    L'error categorial? l' "inter" d'internet fa referència a l'espai que hi ha "entre" xarxes diferents. L' "inter" d'internet esta més a prop de la "interculturalidad" de García Canclini (http://nestorgarciacanclini.net/index.php/hibridacion-e-interculturalidad/71-fragmento-de-como-la-interculturalidad-global-debilita-al-relativismo) que no de la integració en xaerxa, és a dir, de l'estudi i anàlisi dels espais que hi ha entre, dels espais que alhora ens separen i ens uneixen i no del que ve a dir Manuel Castells o del que tu mateix proposes: una xarxa d'alguna manera integradora.

    No. l'"inter" d'internet, si l'hem d'agafar com a metàfora, ens mostra que la vida està més aviat "entre" que no "dins de" les cultures, i molt menys dins d'una cultura totalitzant com la que la www podría, amb la seva força aplanadora, timorata y mediocritzant, imposar-nos.

    Una abraçada.

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  3. Potser m’equivoco Rafael,
    però veig que amb la turboglobalització està naixent un nou tipus de societat (encara no hegemònic) que anomeno “societat-inter” perquè està marcada per nous i creixents “fenòmens-inter” com: la interconstitucionalitat (malgrat els dèficits és el que li passa a l’actual Unió Europea), interculturalitat i interdisciplinaritat. Aquests són els “fenòmens-inter” que més analitzo i dels que tinc uns quants textos a punt de publicar.

    Saskia Sassen i altres analistes consideren que el somni modern d’uns Estats-nació que podien relacionar-se entre si com a “compartiments estancs” (com la famosa autarquia de Franco) és un somni que ja no se sosté amb la turboglobalització i les noves interrelacions de tot tipus. Avui veiem la crueltat, però també la impossibilitat a mig i llarg termini de posar murs als refugiats i les migracions. També aquests són terribles “fenòmens-inter” que cal analitzar.

    D’altra banda, considero que Internet es només un altre “fenòmen-inter” que per ser molt conegut i famós pot servir d’emblema i exemple per ajudar a aprofundir en la qüestió. Però no n’és ni el més important ni sobretot l’únic. Continuem dialogant.

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  4. Sóc una mica pesat, però retorno a una teoria que ja je manifestat en diverses ocasions, i ho faré en castellà per tenir el mateix abast que el teu article.
    La globalización es la forma más evidente del proceso de civilización, por el que unas culturas se entrelazan con otras, ya sea por imposición o por mestizaje, tendiendo a una cultura Universal en el infinito.
    Seguramente la llamas turbo-globalización haciendo referencia a que este proceso sigue una función exponencial. Internet, no cabe ninguna duda, es un buen catalizador del proceso. Hoy en día no hay ciudad sin un McDonald’s ni terrícola que no haya bebido Cocacola (para encontrarlo deberíamos buscar en las selvas del Amazonas o en zonas donde es difícil acceder a la alimentación). La civilización occidental del business i el fast-food se está imponiendo en todo el planeta. El traje y la corbata componen la indumentaria de los hombres de bien, tanto en Barcelona como en Tokio.
    Pero la civilización (cómo la evolución, en general) no es un proceso lineal, en ella hay conflictos. Externos de los que se oponen radicalmente y presentan otros modelos culturales que nos conducirían, hipotéticamente, a una cultura Universal distinta a la que nos conduce la civilización occidental. Tal es el caso del islamismo. Pero también hay conflictos internos, donde cada cultura pretende sobrevivir sin quedar reducida a vestigios en las vitrinas de un museo, de esta lucha nace un mestizaje.
    La idea de identidad cultural nace en el contexto reivindicativo de un entorno cultural que se siente amenazado por otro, es el fundamento de los nacionalismos secesionistas en contra de los nacionalismos integristas que quieren imponer su cultura.
    Por otro lado el imperialismo (la pretensión de imponer la cultura dominante en todas partes) la capitanean las grandes corporaciones internacionales, un nuevo feudalismo donde el señor es la marca y los vasallos los consumidores.
    No me alargo más, creo que faltan muchas explicaciones pero en esto estamos, comiendo sushi en Barcelona i “pa amb tomàquet” en New York.

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