Apr 7, 2015

EXTIMIDAD A DISTANCIA



Una cierta distancia crítica suele permitir ver las cosas más objetivamente. También la lejanía geográfica puede ayudar a ello, si bien no hay ninguna garantía, pues algunas cuestiones personales, sociales y políticas son muy complejas. Sin duda, la distancia kilométrica también puede potenciar muchos sentimientos, actitudes y razonamientos; especialmente si se trata de exiliados y/o emigrantes. Entonces puede haber mucha más implicación, apasionamiento y proximidad mental, ya que la añoranza o el sentimiento de pérdida pueden aumentar la pasión por recuperar los hoy lejanos familiares, amigos, compatriotas, lengua, cultura ... y patria.


 
Creemos que en muchos sentidos, este es el caso del Catalunya Grop Nacionalista Radical de Santiago de Cuba. Así lo ponen de manifiestos los documentos conservados que testimonian su evolución, problemáticas y actitudes político-sociales entre 1911 y 1957. Están atestiguados -por ejemplo- momentos y acciones estelares como el viaje de Francesc Macià y Ventura Gassol a Cuba en 1916, la carta al presidente norteamericano FD Roosevelt de 1943 o la creación de la bandera catalana "estelada" (a imagen y semejanza de la cubana).

El Grop es una de las muchas asociaciones independentistas catalanas en América, donde solo en Cuba a inicios del siglo XX vivían unos 17.000 catalanes (según calcula Joan M. Ferran). Significativamente fue la gran Asamblea de 1928 en La Habana la que se aprobó La Constitució Provisional de la República Catalana redactada por Josep Conangla Fontanilles a encargo de Macià. Significativamente los dos eran en ese momento exiliados y hay sin duda una importante retroalimentación entre el ya realizado independentismo americano y cubano, y el avistamiento de un horizonte equivalente para Cataluña.

 
Es muy significativo que, poco más de dos décadas después de la independencia cubana, desde esa lejana isla del Caribe, unos exiliados catalanes participaran tan de cerca, en contacto constante y con tanta fuerza en el sueño de la constitución de Cataluña como nación. Claramente son decisivos en la culminación de la evolución del catalanismo que hasta entonces era básicamente regionalista, hacia un explícito y maduro nacionalismo independentista. Significativamente los poemas que llenaron gran parte de la Renaixença dejan lugar ahora a una nueva constitución republicana, el diseño de una nueva bandera estatal y otros ambiciosos proyectos de institucionalización política.
 
El Grop está formado por un grupo emigrados, comerciantes y exiliados que viven escindidos entre Barcelona y Santiago de Cuba, y que continuamente están sumando sus vivencias cotidianas cubano-catalanas. Son una peculiar generación que vivió en Cataluña los eventos como Solidaritat catalana y la inmediatamente posterior Solidaritat Obrera, los liderazgos de Prat de la Riba y Cambó, el Glossari y La Ben plantada de Eugeni d'Ors o Solitud de Víctor Català... Algunos incluso compartieron el mundo de los 4Gats, saben que Picasso ha iniciado el cubismo pintando Les senyoretes del carrer Avinyó y han podido ver la construcción del Palau de la Música Catalana. Naturalmente también han sido profundamente marcados por la Guerra de Marruecos, la Semana Trágica, el ajusticiamiento de Ferrer Guardia, etc.


Sintetizando mucho y ya en Cuba, la documentación del Grop se desarrolla paralelamente a la 1ª Guerra Mundial y la Mancomunidad de Cataluña; la Exposición Universal de Barcelona y el crack de 1929; las ilusiones en torno a Macià y -más tarde- de una 2ª Guerra Mundial que ganan los Aliados; las pesadillas del fusilamiento de Companys y el reconocimiento internacional del régimen de Franco; el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau o la Escola del Treball hasta el chabolismo y las Cases barates o el GATPAC; la dictadura de Primo de Ribera, la "Dictablanda", la República, el "Alzamiento", la Guerra Civil, la posguerra y el "estraperlo".

Los documentos conservados del Grupo apuntan a que todos estos acontecimientos históricos fueron vividos en Cuba -ya sea con esperanza o horror- tanto o más fuertemente por sus miembros, que si hubieran estado radicados en Barcelona. También podemos constar en ellos la inseparabilidad en última instancia de cultura y política, de unas cosmovisiones y formas de entender la vida con los esfuerzos por construir una sociedad que acoja esas formas humano-culturales. Por eso, algo de las mentalidades y vitalidades cubanas se incorporó profundamente en las acciones y formas políticas de aquellos exiliados. Y no me refiero tan solo al diseño de la "bandera estelada", seguro que hay muchos otros vínculos de ida-vuelta como con José Martí, el padre de la patria cubana.

 
A menudo los documentos rezuman la sensación de que mucha de la gente del Grupo vivió con inseparable apasionamiento los acontecimientos de Cuba y Cataluña. Incluso tal vez más los peninsulares, en la medida en que muchos estaban esperando y deseando volver. Se constata también en la vida y documentación del Grop que -efectivamente- el exiliado suele vivir a la vez dos vidas, si bien por contrapartida suele tener dificultades para reunirlas plenamente en una sola y coherente.

De forma parecida al dispositivo representador de Las meninas de Velázquez(propiamente pintaría a los reyes -en el espejo- o la infanta, y aprovecharía para pintarse a sí mismo), en los documentos del Grop se ve la trastienda de unos ideales y de unos asuntos políticos. A otro nivel de la brillante representación artística de Velázquez, se muestra la "extimidad" de un grupo que, focalizado en una dirección y queriendo representarla, en realidad y al final sobre todo se re-presentan a sí mismos, sus anhelos y proyectos, sus vidas cotidianas y añoranzas, lo que hacen cuando piensan que no son vistos y que son ellos los que curiosean, lo que son mientras piensan lo que quieren ser y lo que va a pasar... 


Velázquez estaba ahí pintando lo que nadie imaginaba que podía querer pintar, así me sentí observando los documentos del Grop. Son a la vez de una oficialidad desarmante y casi banal pero también de una intimidad muy reveladora: auténtica extimidad a través de una enorme distancia espàcial y temporal. Muestran fosilitzadas vidas escindidas, ricamente duales y con toda su complejidad contradictoria.

Además, la gente del Grop (que coinciden como veremos con la llamada “generación looping”) viven una nueva "extimidad". Es decir: una intimidad muy cercana experiencialmente, pero a la vez muy lejana kilométricamente y -cada vez más- hecha posible sólo a través de los medios de comunicación de masas, las fotografías y las primeras telecomunicaciones audiovisuales. Una "extimidad" que, de ser construida a través de libros y panfletos, pasa a serlo a través de revistas gráficas y periódicos de actualidad, del telégrafo y la radio y -ya al final de la documentación del grupo- del teléfono y las primeras televisiones. Y actualmente Internet, Facebook... y muchas otras maneras para dejarnos espiar voluntariamente, jocósamente, inconscientemente...

Incluso los primeros documentos del Grop (fechados alrededor de 1911) muestran que iniciaban ya una época de turboglobalitzación. Los transatlánticos permitían cruzar el océano con seguridad y comodidad en unas pocas semanas y -pronto- los aviones se generalizarían, convirtiendo los viajes aéreos comerciales en una realidad cotidiana para mucha gente. Entonces el exilio o la emigración ya no comportan necesariamente la total ruptura de los contactos cotidianos ni la profunda falta de información respecto a la gente y a la sociedad que se han abandonado físicamente, pero no mentalmente. No se las ha dejado "detrás" pues se van recibiendo noticias actualizadas y vigentes con relativa continuidad.

Es entonces cuando se hace posible un sorprendente vínculo transoceánico "de intimidad en la extimidad". Por ello los catalanes radicados en Cuba sienten aumentar el interés, el apasionamiento y la implicación con la lejana Cataluña. Se hace posible así un tipo de exiliado y / o de emigrante que mantiene y actualiza indefinidamente sus lazos personales, culturales, sociales y políticos que la distancia no puede neutralizar totalmente.


Se puede constatar a través de la documentación del Grop que –por entonces- empieza a ser sostenible de forma casi indefinida una muy íntima "extimidad" con los familiares, amigos y conocidos del otro lado del atlántico. Ellos construyeron su propia identidad a través de una compleja experiencia de extimidad a gran distancia y a través de la mirada de un "otro" transoceánico. 

No hay que olvidar que -en el período que abarca la documentación del grupo- aparece un nuevo tipo de intelectuales ya globalizados: no sólo por la información que atesoran sobre todo el planeta, sino porque ya viajan continuamente y viven períodos significativos de su vida en tierras transoceánicas y alrededor del mundo.



Es la llamada "generación looping" que comienza a viajar con el avión, sacudidos por las molestas turbulencias que siempre hay en algún momento del vuelo. También viven a menudo en directo y desde distintas regiones transoceánicas, los "loopings" de la compleja, acelerada y contradictoria primera parte del siglo XX: guerras mundiales y genocidios, colonialismo y descolonización, imperialismos y nacionalismos, cracks económicos y confrontaciones ideológicas de alcance internacional...


Para ellos, el globo terrestre deja de ser una abstracción y empieza a ser una realidad experimentada y personal. Mantienen el contacto cotidiano con familiares y amigos residentes en muchos lugares diversos del mundo, por ejemplo en Barcelona o en Santiago de Cuba. Por eso y sin solución de discontinuidad, la gente del Grop vivía a la vez en Cataluña y en Cuba, y experimentaba conjuntamente estos dos mundos físicamente separados por el Atlántico, pero en íntima continuidad para ellos.



Esta es la reflexión que publiqué en el espléndido catálogo del galerista y experto en fotografía Juan Naranjo.

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