Jul 1, 2018

ARTE, FILOSOFÍA Y DERECHO



Pro-logos. Los escritos, las miradas, las palabras, los gestos… siempre son sobre y para alguien. Por eso el lenguaje comenzó –quizás- como una onomatopeya, un grito y una exclamación que sobre todo llamaba la atención de la gente hacia algo o alguien. ¡Eh mirad qué interesante o cuan peligroso es!
 
Eso mismo es en el fondo un prólogo, como éste dedicado a la última obra del ilustre jurista, escritor y humanista Paulo Ferreira da Cunha. Es un breve “decir” que -con inquietante desverguenza- acepta ser situado delante, como presentación y “pro-logos” de una obra mucho más pensada, elaborada y brillante. Y allí situado, balbucea algo parecido a ¡Eh mirad qué interesante o cuan peligroso es!

 
No obstante, su grito de atención no debe obligar al amable y bien querido lector a que mediatice su soberana opinión. El pro-logo cumple con convocarlo al diálogo, rompiendo todo estéril monólogo y celebrando mayéuticamente el parto de unos poemas, prosas críticas, reflexiones filosófico-jurídicas, acuarelas, óleos… Son los “hijos” entrañables que la complejísima “natalidad” humana (Hannah Arendt) ha hecho nacer en Paulo Ferreira da Cunha, a través de sus entrañas espirituales y culturales. ¡En el fondo, es algo no demasiado diferente de los hijos de carne y hueso!
 
En todo caso, es un honor terriblemente maravilloso que te pidan presentar y decir algo sobre los queridos "hijos culturales" de alguien  como Ferreira da Cunha. Y sin duda es apabullantemente desvergonzado haber aceptado, aunque solo sea para farfullar: ¡Eh mirad qué interesante o cuan peligroso es!. 
 
Ex/posición. Pretender algo más, es vano e -incluso- puede caer bajo el peligroso embrujo del escriba que –como bien dice Paulo Cunha- tiende a proclamar: “’Está escrito’ [que] é quase como dizer ‘dura lex sed lex’”. 
 
Pues por una parte, el querer exponer aunque sea en una mínima parte a alguien –pensándolo, iluminándolo, mostrándolo, describiéndolo, resaltándolo…-, suele exponer mucho más al mensajero intérprete. Por las paradojas del lenguaje, quizás sea él quien es verdaderamente expuesto. Ciertamente, se ex/pone o “se pone fuera” al formular pública y objetivamente su interpretación. Pero además se “queda afuera”, ex/puesto y totalmente a merced de cualquier mirada ya sea crítica o amable.
 
Cuando pretendemos decir algo, captarlo, anudarlo, aprisionarlo, apoderarnos de él y dominarlo… con palabras; sencillamente y como mucho conseguimos decirnos a nosotros mismos, ligarnos, anudarnos, aprisionarnos con nuestras palabras. ¡Tal es el fracaso glorioso de los grandes poetas!

Ciertamente "uno es amo de sus silencios y esclavo de sus palabras". Pero además, toda palabra y cualquier logos se convierten en un inicio de diálogo, de debate, de convivencialidad, de conversación, de palabra cooperativa, de palabra que compromete con las propias enunciaciones y -especialmente- a exige continuar dialogando, hablando… Es justicia poética y existencial que el hablar sobre todo exorcice el monólogo, la falta de escucha, la ausencia de recepción… pues condena a atender la palabra del prójimo y a continuar dialogando, conviviendo y siendo... con él y su logos.
 

Desde el otoño hacia la primavera, desde el arte al derecho. Estamos ante un libro otoñal que añade el arte, la poesía y la reflexión parafilosófica al derecho, enriqueciéndolo y sin menoscabarlo en absoluto. Lo jurídico es analizado y completado ahora desde uma “planura contemplativa” que “remete para um outro mundo, o de uma vida privada, embora ao ar livre (não enclausurada nem ensimesmada).”

En él, Paulo Cunha asume una mentalidad y estado de ánimo aparentemente más “distanciados”, pues como confiesa el primer poema del libro:
“Cada vez mais
O meu Mundo
Não é desse reino.
Chegam-me deste somente
Vagos rumores, ruídos,” 
 
Se trata de una obra ya abiertamente postdisciplinar, más que simplemente trans e interdisciplinar, porque está escrita en un momento vital “em que a divisão rígida entre artes plásticas, artes literárias e ciências jurídico-políticas (e artes jurídico-políticas) deixa de ter sentido.” Por eso, no es un libro sometido a las fronteras y los límites disciplinares al uso, sino dispuesto a cruzarlos en todas direcciones. Significativamente tiene por frontispicio un óleo que nos presenta a la “Muralha da China” como un auténtico “Ponte da China”.
 
Es un libro que se niega a caer bajo el falso dilema de tener que escoger entre derecho y literatura, pintura, filosofía o política; pues Paulo Cunha proclama que “O Direito é literatura, mas também é medicina da cultura”. Otoñalmente se contrapone a toda una rica trayectoria de “primavera” profesional donde, siempre humanista y reflexionante, tuvo que luchar con la especialización e incluso -por el signo de los tiempos- con la hiperespecialización que dominaba por entonces las universidades. 
 
Ciertamente apostó desde el principio por el “Direito pensado”, inseparable del conjunto de la cultura y como saber que puede curar y dar sentido concreto al ser cultural que es el hombre. Por eso primero vinieron muchos libros “primaverales”, académicamente especializados, destinados a construir el derecho, a apoderarse del mundo, a dominar e incluso cambiar el nomos. 
 
Significativamente las primeras publicaciones de Paulo se inscribieron entonces bajo topos tan paradigmáticamente positivos e instrumentales como “O Procedimento Administrativo” y “Quadros Institucionais – do social ao jurídico”.

También pronto y de manera natural, comenzó la reflexión de y desde los fundamentos: “Introdução à Teoria do Direito”, “Noções Gerais de Direito”, “Problemas Fundamentais de Direito” y culminando en el macroproyecto “O Essencial sobre Filosofia Política...” donde analiza las distintas épocas y movimientos. Con toda naturalidad, Paulo Cunha enlaza el derecho con la política convencido –como Lacordaire- que muchas veces: «entre le fort et le faible, entre le riche et le pauvre, entre le maître et le serviteur, c’est la liberté qui opprime, et la loi qui affranchit
 
Siempre “pensando” el derecho y queriendo entender la “juricidad”, pronto se aparta de sofismas castrantes que predican que “le juriste est un géomètre" o un "burocrata da coação". Niega que "Letras são tretas" y cultiva su erudición lúcidamente humanista con planteamientos que me encantan como “Amor Iuris”, “Peccata Iuris” o “Mysteria Ivris”. El culturalismo de Paulo Cunha se manifiesta con plenitud en “Le Droit et les Sens”, “O Ponto de Arquimedes. Natureza Humana, Direito Natural, Direitos Humanos”, “O Século de Antígona”, “O Tímpano das Virtudes” y en “Direito Natural, Religiões e Culturas”.
 
Lentamente pero con cada una de estas obras, se estaba aproximando a la necesidad otoñal de cruzar todas las fronteras y explorar todos los territorios limítrofes y de allende. Paulo Ferreira da Cunha estaba desarrollando su profundo “complexo de Bandeirante”: abre, descubre, explora y coloniza, a la vez provocando a la “tribu de los juristas” y sirviéndola con gran fidelidad. Pues, abriendo “janelas” y espacios de libertad, les entrega amplios territorios a su dominio. Transita de lo meramente interdisciplinar a lo conscientemente postdisciplinar, confesando:
“Demorei a perceber
e mais ainda a aceitar
que há muitas perguntas
que não têm resposta.
E não só as filosóficas:
Sobretudo as não filosóficas...” 
 
Poco a poco, Paulo da Cunha consigue que la academia le conceda cada vez más libertad... o se la toma mientras camina hacia un horizonte postdisciplinar. Escribe obras como “Direito & Literatura” o “Tributo a César. Arte, Literatura & Direito” que enlazan con su producción en ficción y poesía desde el “Tratado das Coisas não Fungíveis” a ”Estado das Cidades”. 
 
Evidentemente no olvida el derecho y su querido nomos, no los deja por “otra cosa”, sino que profundiza en ellos incorporando además territorios no suficientemente explorados. Incluso no de mera ampliación o yustaposición, sino de profundización, maduración y enriquecimiento. Muchas veces lo macrofilosófico y lo postdisciplinar son el camino más directo para conseguir una “metodologia da estilizaçâo” y “da reduçâo da complexidade”.
 
Pues lo trans, inter, macro y polidisciplinar comporta enriquecimiento lúcido y humilde. Además se aparta del esencialismo metafísico y de una imposible concreción absoluta. Ese avance se produce –como ha visto muy bien Paulo- cuando uno se ha hecho consciente de que “Falta visão ao longe / e visão ao perto.” Y por tanto comienza reclamar y a desarrollar por simple necesidad vital (como ha sucedido con todos los seres que se han adaptado y evolucionado): “Pronto: óculos bifocais, / ou progressivos.”

Pues, al aumento de complejidad mental, vital y humanista se añade –además- la sabia perseverancia que nace de la aceptación, la astuta paciencia y la ilusión modesta. Por eso canta:
“ficam os barcos na praia
não se lançam para o mar
morrem os sonhos na praia
repousam, sem descansar.”


Paulo persiste en la lucha jurídica y política con la lucidez del que sabe “Quem quiser lutar pela Justiça tem de saber que muitos são os perigos, muitas as tentações, muitos os desfalecimentos, muitas as derrotas, e não há vitória garantida.” Reclama que verdades duras, pero iluminadoras, inspiradoras y mobilizadoras, formen parte de la necesaria “formação de juristas-sacerdotes que lhes permitissem uma vigilância mais veladora. Mais cautelosa, com mais respeito. Sem ser menos eficaz e pronta contra atropelos, agressões, crimes...”

Significativamente, en plena preocupación postdisciplinar y cada vez más explícitamente culturalista, Paulo Cunha encara proyectos tan ambiciosos y necesarios como dar respuesta a la turboglobalización actual con un nuevo constitucionalismo para toda la humanidadque debiera institucionalizarse plenamente en un Tribunal Constitucional Internacional

También elabora un “Direito Fraterno Humanista” que emerge del pluralismo y del neoiusnaturalismo crítico y postdisciplinar. Lo interpreto como la construcción de un derecho y un nomos basados en la philia, más que en la autoridad, la coacción y la dura lex. Pues quieren curar la discordia social que suele nacer de la desigualdad, el maltrato y la falta de reconocimiento social

Necesitamos un derecho y un judiciario que pacifiquen y curen nuestra torturada sociedad. Pues, desde la cima del poder humano y con enormes potencialidades tecnológicas, también presentimos la catástrofe, vagamos sin guía en un laberinto infinito y nos sentimos “homo obsoletus”. Por eso esperamos tanto de Paulo Ferreira da Cunha y de su creativa mirada humanista, culturalista y postdisciplinar. ¡Que se cumpla que:
“o oásis da existência
a tarde calma
os longes oceânicos
a ausência
de cuidados e pânicos
recupera
tua perdida alma”!


Prólogo de G. Mayos (pp. 14-20) en PRIMAVERA OUTONO. Direito & Artes de Paulo Ferreira da Cunha, editora A Causa das Regras (Portugal), 2020. ISBN: 978-989-8754-3


 


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