Jul 6, 2018

MACROFILOSOFÍA DEL CONFLICTO: DAMNIFICADOS LOCALES

Desde un enfoque macrofilosófico, las luchas más concretas, locales y “micro” muestran su conexión y dependencia con las universales y globales. Por el contrario, el olvido del enfoque “macro” tiende a perjudicar y minimizar las luchas más vulneradas, menos visibilizadas y menos empoderadas.

Ello nos obliga a integrar los análisis macrofilosóficos cuando estudiamos los conflictos concretos y colaboramos empoderativamente con los agentes afectados (MAYOS, 2016a).
Los conflictos actuales de pobladores de Dom Joaquim (Minas Gerais, Brasil) con la empresa minera Anglo American son un caso paradigmático, que puede y debe servir como modelo para otros muchos. Debe inspirar a los agentes que reivindican justicia, forzar cambios significativos en la legislación y ayudarnos a reflexionar críticamente de forma que retroalimente la acción social reivindicativa.


Por eso es importante ampliar la mirada y el análisis para comprender la naturaleza profunda del conflicto, poder valorar qué se está “jugando” y hasta qué punto se está damnificando una parte importante de la población. 

No otra cosa es el principio subyacente al método de “reflexión-acción” que siempre ha inspirado el Programa Polos de Cidadania, cuando colabora con los vulnerados en conflictos como Dom Joaquim. Aplicando tal principio y desde un análisis macrofilosófico, intentaremos comprender el conflicto de Dom Joaquim y vincularlo con muchos otros.
En principio –y como veremos la formulación abstracta es muy deficitaria-, la empresa Anglo American ha adquirido recursos hídricos de Dom Joaquim para ayudar al transporte y comercialización de los recursos mineros que son su principal interés. Aparentemente y según la legislación brasilera vigente, la empresa compensa económicamente por las molestias generadas a los afectados. 
Por otra parte, pobladores de Dom Joaquim denuncian los graves perjuicios de contaminación, ruidos, grandes daños a sus casas y destrucción de sus modos de vida que ha provocado los trabajos de la empresa minera. Sorprendentemente, la mayoría de las compensaciones legales establecidas no contemplan los daños mencionados o no son ejecutadas. Así no se compensan en lo más mínimo las graves afectaciones por la privatización de los recursos hídricos de Dom Joaquim que son usados por la Anglo American para tratar y transportar el material de hierro extraído. 
Esa agua era hasta ahora un recurso natural usado comunitariamente tanto para las personas como para el ganado y la agricultura. Ahora es un recurso económico privado, cercado y del que se excluye cada vez más a la población
Tampoco se compensan ni se subsanan las brutales afectaciones físicas sufridas por sus casas, propiedades e infraestructuras. Las grandes obras y la circulación de maquinaria pesada destruye las vías y gran parte del entorno ecológico, provoca importantes grietas en las casas, contamina, etc. 

Analizaremos qué mecanismos provocan que muchas personas no reciban ninguna compensación por su brutal damnificación. Primero sufren graves prejuicios en casas y propiedades, pero finalmente pueden llegar a perder su forma de vida y el modo de ganarse el sustento, hasta hacerse totalmente inviable su proyecto vital a largo plazo y tener que abandonar su tierra. 

Además –en su buena fe- son engañadas con falsas promesas, silenciadas, manifiestan actitudes de temor y -frente a la todopoderosa Anglo American- terminan perdiendo su “derecho a tener derechos” (Hannah Arendt). Terminan asumiendo su precarización cuando se trata hacer valer sus derechos ante la justicia brasilera que, muchas veces, se muestra poco beligerante en la defensa de los derechos de las gentes vulneradas, mientras que en cambio puede ser incluso complaciente con las empresas mineras.


A pesar de constatarse fidedignamente la gravedad de las afectaciones, tanto la Anglo American como distintas administraciones públicas brasileras, tienden a desentenderse totalmente de los afectados y de las vulneraciones que sufren. Ello provoca que, finalmente, esas gentes pierdan su modo de vida llevado a cabo hasta entonces, sean desplazadas de sus casas y territorios, y se conviertan en vulnerabilizados refugiados socioecológicos en situación de favela o sin hogar
Una mirada fría y distante -como veremos con detalle más adelante- puede pensar que se trata de un simple “daño colateral, de las inevitables bajas producidas por “fuego amigo” que tan solo desea el progreso o uno de esos muchos conflictos que nacen y se agravan por disfunciones normativas. Una de ellas –pero no la única- es que la ley solo prevé compensaciones para los territorios y poblaciones donde se realiza la actividad primordial (en este caso la extracción minera de la Anglo American) pero no aquellos otros donde realizan otras actividades vinculadas, aunque las afectaciones sufridas sean similares o incluso más graves. 

Sin duda es una disfunción legal y un grave escarnio, pero mostraremos que se trata simplemente de uno más de los habituales perjuicios sufridos de forma generalizadamente por la población pobre, desempoderada, ajena a las estructuras de poder y de autodefensa que la ley contempla, vulnerada, precarizada, desprotegida, invisibilizada e incomprendida. 
Todo funciona y parece estar pensado para obviar casos como el que analizamos en Dom Joaquim y tratarlos separadamente de las condiciones “macro” de dominación económica y las formas generales de explotación político-social. 

Aquí es una trampa considerar que se trata tan solo de un caso particular y de orden menor de “vacío legislativo” que puede ser fácilmente subsanado en una rápida mejora de la ley. Pues muestra todo lo contrario el análisis macrofilosófico del conflicto vinculado a la estricta implicación de “reflexión y acción” con la gente que lo vive

Por razones de espacio, nuestro análisis macrofilosófico introductorio se limitará a sintetizar algunos aspectos clave que manifiestan afectaciones generalizables, de amplio alcance y duradero impacto en el modelo vigente de modernización capitalista. 
En primer lugar, la privatización de las aguas y ríos naturales en Dom Joaquim (ver los detalles más adelante) sigue un modelo generalizado y ya muy antiguo que se centra tan solo en los agentes con títulos “no compartidos” de propiedad “absoluta” y olvida cualquier otro derecho (p.e. comunitario), afectación (p.e. indirecta) o el empoderamiento político-cultural que –a veces- impide defenderse eficazmente y acceder a la justicia.  

Por ello este modelo tradicional de contratación, negociación y compensación económica tiende a olvidar las damnificaciones y vulneraciones (MAYOS, 2016) más allá de las partes que se consideran estrictamente contratantes y/o que no están en condiciones de hacer valer sus derechos y poder de negociación. En consecuencia y por muy damnificadas que sean, las restantes son obviadas y excluidas de cualquier contraprestación o compensación. 
Recordemos que el actual modelo empresarial se configuró y tuvo un momento decisivo en su franca lucha con el modelo comunal agrario precapitalista. El antropólogo y economista Karl Polanyi (2003) lo analizó muy rigurosamente en su obra ya clásica La gran transformación. Los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo. Más allá de otros intereses y mecanismos (que aquí no podemos analizar), ello encaja con la profunda naturaleza del capitalismo que se limita a considerar tan sólo la propiedad “absoluta” no compartible, las estrictas afectaciones directas y aquellos mínimos contratos que permiten realizar el negocio.
Por ello y fruto de una incomprensión desarrollada con el paso de las décadas, manifiesta habitualmente una “alergia” profunda a cualquier otra posibilidad intermedia, matizada, mixta, atendiendo a los bienes comunes… Pues a sus ojos “complica” lo que tiene que ser una “contratación” eficaz y maximizadora de los beneficios. 
Se olvidan así largos siglos y profundas experiencias de pensar el bienestar comunal y de administrar lo común. Similarmente los mecanismos sociales y epistemológicos no occidentales son obviados durante el colonialismo (MAYOS, 2016b), para privilegiar tan solo los mecanismos más concretos y contractuales de negociación económica. Así se excluyen (explícita o implícitamente) gran cantidad de agentes damnificados y que son excluidos de los procesos de negociación, compensación, acceso a la justicia reparadora y -¿por qué no?- de firma del contrato definitivo-vinculante.

Las razones de tal exclusión son distintas. Unas veces se considera –por ejemplo- que no tienen una propiedad absoluta sobre los recursos que centran el contrato. Otras veces se rechaza cualquier contrapartida que no tenga que ver estrictamente con la cesión de la propiedad absoluta de ese contrato, aunque pueda comportar los daños y perjuicios más graves. Aún en otras ocasiones, se eliminan los derechos vinculados a la posesión comunitaria tradicional, aunque esté en plena vigencia en el momento y lugar donde se realiza el contrato.
 
Finalmente (pero no es la última razón), por la dinámica competitiva del capitalismo que siempre busca el máximo beneficio posible, se minimiza al máximo cualquier derecho que pueda invisibilizarse. También se excluye cualquier damnificación cuya negociación y compensación pueda evitarse, aunque ello choque con la justicia y sea aprovechar ilegítimamente la vulnerabilidad, el desempoderamiento y la falta de capital político, económico, cultural… de los afectados. Olvidando que no todo el mundo está en óptimas condiciones para hacer valer eficazmente sus derechos y aprovechándose de sus debilidades, el capitalismo usa astutos mecanismos de todo tipo para “hacerlos decaer en sus derechos”.
Hay que recordar que –en el mejor de los casos- el capitalismo es un sistema de concurrencia agonista económica que aprovecha (e incluso busca activamente) cualquier relación asimétrica en el poder negociador para obtener beneficios (más o menos pacíficamente). La “gran titulación” inglesa analizada por Polanyi (2003) fue tan solo un primer gran ejemplo, en muchos aspectos constituyente y como experimentación inicial. En nuestro artículo veremos que aún hoy van reiterándose y desarrollándose dinámicas muy similares. Por ello, consideramos que continúa siendo de aplicación muy significativa a conflictos como el de Dom Joaquim versus la Anglo American. 

El amable lector podrá ver más adelante como incluso algunos de los afectados “reconocidos” en la negociación-contrato colaboran (implícita o explícitamente) en estrategias de seducción, dilación, agotamiento, engaño, aislamiento entre si de los afectados, formulación de promesas fáciles hechas para ser luego sistemáticamente incumplidas, silenciamiento, etc. 
Significativamente y salvando las grandes diferencias de escala, en muchas regiones como Dom Joaquim se reiteran y reproducen los famosos mecanismos de cercamiento o “enclosure” analizados por Polanyi (2003) en el inicio de la revolución industrial británica. Recordemos brevemente: privatización de la propiedad común; desposesión, proletarización y desplazamiento de las poblaciones que dependían más de los bienes comunales, etc.
Es lamentable que hoy se produzcan los mismos errores y marginaciones, por eso debemos luchar contra ellos a partir de una reflexión macrofilosófica que retroalimente una acción eficaz con los afectados. Podemos ver que en pleno siglo XXI se reproducen vulneraciones similares a las del siglo XVIII (Mayos intenta mostrarlo en general en el artículo aquí incluido “Como el agua pasó de vivificadora y sagrada a ser un mero factor productivo”). 
Pues como manifiesta lucidamente la Afectada 1: “Ellos compraron los terrenos en todo el alrededor. [...]. Sí, cercando todos los terrenos, no habiendo manera de que los animales puedan beber agua. [...] Acabó con todo, creyendo que hasta el agua es de ellos. [...] La Anglo acabó con nuestra ciudad, acabó con todo.” 

Es el inicio del artículo "Dependencia minera, violaciones de derechos y silenciamientos en el contexto de conflictos socioambientales en Dom Joaquim, Minas Gerais, Brasil" / “Minério dependência, violações de direitos e silenciamento no contexto de conflitos socioambientais em Dom Joaquim, Minas Gerais, Brasil” de Maria Cecília Alvarenga, André Luiz Freitas Dias, Lucas Furiati de Oliveira y Gonçal Mayos en Violaciones dederechos humanos, poder y estado, André Luiz Freitas Dias y Gonçal Mayos (eds.), Brasil, Editora Paco, 2018, v. 1. 300p, ISBN 978-85-462-1458-7. 
 



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