Mar 2, 2020

POSTDISCIPLINARIEDAD JURÍDICA: PAULO CUNHA


Me gusta la gente que, precisamente por tener una enorme humanidad, se sienten escindidos e incluso viven errantes entre los muchos intereses humanos que les impulsan. Gente del Renacimiento que necesita vivir muchas vidas para satisfacer su enorme humanidad. Es un placer celebrar la rica mezcla de derecho y vida, con filosofía, política, poemas, prosas críticas, reflexiones personales, acuarelas, óleos… presente en la polifacética obra de Paulo.


Es un honor terrible y maravilloso que te pidan hablar sobre él. Y sin duda es apabullantemente desvergonzado hacer aceptado, aunque solo sea para rememorar el origen del lenguaje. Aquel acto humanizante que imagino surgiendo de un grito de aviso aún indiviso y muy poco preciso que tan solo farfullaba algo así como: ¡Eh mirad qué interesante o cuan peligroso es!


Ex/posición 


Como aquel imaginado acto fundante de humanidad, me limitaré pues al gesto de susurrar algo así: ¡Eh mirad qué interesante o cuan peligroso es Paulo! Pretender algo más, es totalmente vano. Incluso peligrosamente puede caer bajo el embrujo del escriba que –como bien dice Paulo Cunha- tiende a proclamar: “’Está escrito’ [que] é quase como dizer ‘dura lex sed lex’”. 


Pues por una parte, el querer exponer aunque sea en una mínima parte a alguien –pensándolo, iluminándolo, mostrándolo, describiéndolo, resaltándolo…-, tiene el peligro de exponer mucho más al mensajero intérprete. Y creo que aquí me corresponde hacer mutis discretamente por el foro. Por las paradojas del lenguaje, el mensajero si quiere verdaderamente exponer algo de Paulo debe evitar ex/ponerse o “ponerse fuera” al formular públicamente su interpretación. 


Tan sólo debe convocar e, inmediatamente, callar. Pues, cuando pretendemos decir, captar, ligar, anudar, aprisionar, apoderarnos, dominar… con palabras algo que apreciamos; hay que evitar poner el foco sobre nosotros mismos. Por eso es mejor –en lo posible- decir a través de las propias palabras de Paulo; para no ligarlo, anudarlo, aprisionarlo a nuestras palabras. Quizás como los grandes poetas, conseguir que la mezcla de las palabras propias y las ajenas inicien su propio y ya autónomo diálogo entre ellas. Entonces aparece el más maravilloso debate convivencial, en conversación y palabra cooperativa; que tal vez exorciza el monólogo, la falta de escucha, la ausencia de recepción… 


“Desde el otoño hacia la primavera, desde el arte al derecho” 


Recuerdo un interesante texto de Paulo que reflexionaba sobre como el otoño de la vida le hacía volver la mirada a la primavera y –con ello- añadir el arte, la poesía y la reflexión parafilosófica al derecho, enriqueciéndolo y sin menoscabarlo en absoluto. Así lo jurídico es analizado y completado desde “uma planura contemplativa” que “remete para um outro mundo, o de uma vida privada, embora ao ar livre (não enclausurada nem ensimesmada).” Entonces Paulo Cunha asume una mentalidad y estado de ánimo aparentemente más “distanciados”, como canta un poema suyo:

“Cada vez mais

O meu Mundo

Não é desse reino.

Chegam-me deste somente

Vagos rumores, ruídos,” 



Postdisciplinar

En un mundo donde todos tenemos que abrirnos a estudios trans, poli e interdisciplinares, Paulo hace tiempo que ha asumido una perspectiva desacomplejadamente postdisciplinar. Pues “a divisão rígida entre artes plásticas, artes literárias e ciências jurídico-políticas (e artes jurídico-políticas) deixa de ter sentido.” Por eso, sus libros hace mucho tiempo que dejaron de estar sometidos a las fronteras y los límites disciplinares al uso. Lo que para otros es más bien una frontera, un límite defensivo, un “non plus ultra” como la “Muralha da China” pasa a ser pintado como un auténtico “Ponte da China”. Se convierte en una especie de carretera que cruza y comunica las montañas, y que más bien era una incitación a cruzarlas en todas direcciones.


Negándose al falso dilema de escoger entre derecho y literatura, pintura, filosofía o política; Paulo proclama que “O Direito é literatura, mas também é medicina da cultura”. Otoñalmente se contrapone a toda una rica trayectoria de “primavera” profesional donde, siempre humanista y reflexionante, tuvo que luchar con la especialización e incluso -por el signo de los tiempos- con la hiperespecialización que dominaba por entonces las universidades. 


Ciertamente apostó desde el principio por el “Direito pensado”, inseparable del conjunto de la cultura y como saber que puede curar y dar sentido concreto al ser cultural que es el hombre. Pero hicieron falta muchos libros “primaverales”, académicamente especializados, destinados a construir el derecho, a apoderarse del mundo, a dominar e incluso cambiar el nomos. 


Significativamente las primeras publicaciones de Paulo se inscribieron entonces bajo topos tan paradigmáticos como “O Procedimento Administrativo” y “Quadros Institucionais – do social ao jurídico”. Naturalmente pensando desde los fundamentos: “Introdução à Teoria do Direito”, “Noções Gerais de Direito”, “Problemas Fundamentais de Direito” y culminando en el macroproyecto “O Essencial sobre Filosofia Política...” donde analiza las distintas épocas y movimientos. Con toda naturalidad, Paulo Cunha enlaza el derecho con la política convencido –como Lacordaire- que muchas veces: «entre le fort et le faible, entre le riche et le pauvre, entre le maître et le serviteur, c’est la liberté qui opprime, et la loi qui affranchit.»

Siempre “pensando” el derecho y queriendo entender la “juricidad” se aparta de sofismas castrantes que predican que “le juriste est un géomètre" o un "burocrata da coação". Niega que "Letras são tretas" y cultiva su erudición lúcidamente humanista con planteamientos que me encantan como “Amor Iuris”, “Peccata Iuris” o “Mysteria Ivris”. El culturalismo de Paulo Cunha se manifiesta con plenitud en “Le Droit et les Sens”, “O Ponto de Arquimedes. Natureza Humana, Direito Natural, Direitos Humanos”, “O Século de Antígona”, “O Tímpano das Virtudes” y en “Direito Natural, Religiões e Culturas”.


Se estaba aproximando a la necesidad otoñal de cruzar todas las fronteras y explorar todos los territorios limítrofes y de allende. Paulo Ferreira da Cunha estaba desarrollando su profundo “complexo de Bandeirante”: abre, descubre, explora y coloniza, a la vez provocando a la “tribu de los juristas” y sirviéndola con gran fidelidad. Pues, abriendo “janelas” y espacios de libertad, les entrega amplios territorios a su dominio. Transita de lo meramente interdisciplinar a lo conscientemente postdisciplinar, confesando:

“Demorei a perceber

e mais ainda a aceitar

que há muitas perguntas

que não têm resposta.

E não só as filosóficas:

Sobretudo as não filosóficas...”



Poco a poco, Paulo da Cunha consigue que la academia le conceda cada vez más libertad o se la toma, mientras camina hacia un horizonte postdisciplinar. Escribe obras como “Direito & Literatura” o “Tributo a César. Arte, Literatura & Direito” que enlazan con su producción en ficción y poesía desde el “Tratado das Coisas não Fungíveis” a ”Estado das Cidades”. 



Evidentemente no olvida el derecho y su querido nomos, no los deja por “otra cosa”, sino que profundiza en ellos incorporando además territorios no suficientemente explorados. Incluso no de mera ampliación o yustaposición, sino de profundización, maduración y enriquecimiento. Muchas veces lo macrofilosófico y lo postdisciplinar son el camino más directo para conseguir una “metodologia da estilizaçâo” y “da reduçâo da complexidade.


Pues lo trans, inter, macro y polidisciplinar comporta enriquecimiento lúcido y humilde, y tan solo renuncia al esencialismo metafísico o a una imposible concreción absoluta. Ese avance se produce –como ha visto muy bien Paulo- cuando uno se ha hecho consciente de que “Falta visão ao longe / e visão ao perto.” Y por tanto comienza reclamar y a desarrollar por simple necesidad vital (como ha sucedido con todos los seres que se han adaptado y evolucionado): “Pronto: óculos bifocais, / ou progressivos.”


Pues, al aumento de complejidad mental, vital y humanista se añade –además- la sabia perseverancia que nace de la aceptación, la astuta paciencia y la ilusión modesta. Por eso canta:

“ficam os barcos na praia

não se lançam para o mar

morrem os sonhos na praia

repousam, sem descansar.”



Paulo persiste en la lucha jurídica y política con la lucidez del que sabe “Quem quiser lutar pela Justiça tem de saber que muitos são os perigos, muitas as tentações, muitos os desfalecimentos, muitas as derrotas, e não há vitória garantida.” Reclama que verdades duras, pero iluminadoras, inspiradoras y mobilizadoras, formen parte de la necesaria “formação de juristas-sacerdotes que lhes permitissem uma vigilância mais veladora. Mais cautelosa, com mais respeito. Sem ser menos eficaz e pronta contra atropelos, agressões, crimes...”


Significativamente, en plena preocupación postdisciplinar y cada vez más explícitamente culturalista, Paulo encara proyectos tan ambiciosos y necesarios como dar respuesta a la turboglobalización actual con un nuevo constitucionalismo para toda la humanidad e institucionalizado en un Tribunal Constitucional Internacional. 


También elabora un “Direito Fraterno Humanista” que emerge del pluralismo y del neoiusnaturalismo crítico y postdisciplinar. Lo interpreto como la construcción de un derecho y un nomos basados en la philia, más que en la autoridad, la coacción y la dura lex. Pues quieren curar la discordia social que suele nacer de la desigualdad, el maltrato y la falta de reconocimiento social.


Necesitamos un derecho y un judiciario que pacifiquen y curen nuestra sociedad. Pues, desde la cima del poder humano y con enormes potencialidades tecnológicas, también presentimos la catástrofe, vagamos sin guía en un laberinto infinito y nos sentimos “homo obsoletus”. Por eso esperamos tanto de Paulo Ferreira da Cunha y de su creativa mirada humanista, culturalista y postdisciplinar, que canta:

“o oásis da existência

a tarde calma

os longes oceânicos

a ausência

de cuidados e pânicos

recupera

tua perdida alma.”

Segunda parde del artículo "Derecho filosofante, curativo, nomoético, humanizante..." de Gonçal Mayos en Pensar, Ensinar e Fazer Justiça – Estudos em homenagem a Paulo Ferreira da Cunha; Santo André: Kapenke, 2020. ISBN 978-85-93894-23-5

Véase los posts: 
DERECHO FILOSOFANTE, CURATIVO, NOMOÉTICO Y HUMANIZANTE
- POSTDISCIPLINARIEDAD JURÍDICA: PAULO CUNHA

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