Santiago Clusella |
La gran distinción moderna es la del sujeto y
el objeto. Sin duda, es
la dualidad que estructura y marca más profundamente el pensamiento moderno.
Así se entiende el gran problema cartesiano de cómo justificar que el sujeto
pensante, yo espiritual o res cogitans
pueda conocer el objeto material o res
extensa que existe independientemente del sujeto pensante.
Es el gran problema de como las ideas percibidas en la
conciencia espiritual del sujeto pensante reflejan la realidad del objeto
extenso, a pesar de la dificultad de pensar la afectación entre substancias
distintas res cogitans y res extensa, pensamiento y extensión, sujeto
espiritual y cuerpo material.