La pandemia mundial provocada por
el virus COVID-19 ha comportado significativas conclusiones a nivel civilizatorio que
sintetizamos lo máximo posible:
En primer lugar, si considerásemos la lucha contra el Covid como una campaña militar o una guerra convencional, tendríamos que calificarla como mediocre, manifiestamente mejorable y -en bastantes casos- de fracaso militar y humanitario.
Pues, frente a la emergencia médica se ha actuado en general de forma inconsecuente y bastante más relajada que en las campañas militares al uso. Claramente se tardó en aplicar el famoso principio militar del romano Vegecio que aquí adaptamos como: “si quieres evitar la guerra o pandemia, tienes que estar preparado para ella”.
En cambio, muchos países se enfrentaron al Covid como una campaña improvisada, sin preparación profunda y a la que las autoridades llamaron temiendo más los efectos sobre su reelección o su popularidad que no por la muerte de millones de personas, de tal manera que retardaron significativamente la victoria y permitieron que creciera el número de víctimas.
Además, la pandemia no era -como se ha dicho en algunos casos- un fenómeno imprevisible (lo que en argot sociológico y económico se llama un ‘cisne negro’) sino que, al contrario, era algo previsto por gran cantidad de expertos epidemiológicos que destacaban su alta previsibilidad (es decir: lo que se llama un ‘rinoceronte gris’).
En el caso de las autoridades de todos los países americanos sorprende que olvidaran el enorme impacto de los gérmenes y virus que facilitó la conquista y colonización de la América postcolombina. Incluso en muchos países se había incrementado la destrucción del sistema sanitario y del estado del bienestar existentes justamente en las décadas anteriores y en una mundo turboglobalizado que significativamente Ulrich Beck calificó de ‘sociedad del riesgo’.
En definitiva se olvidó aplicar en al peligro epidémico el precepto preventivo: si no quieres ser derrotado, prepárate para la defensa y
el ataque; si quieres evitar la catástrofe, prepárate para ella.
Por eso y en tercer lugar, fueron
excesivamente graves las consecuencias humanitarias, médicas, económicas y
políticas de la pandemia, que sin duda se hubieran podido reducir con una buena
y sistemática defensa epidemiológica. Se temió en exceso el impacto a corto
plazo del miedo a la pandemia sobre la economía y se minimizó muchísimo
el impacto a medio y largo plazo de los efectos mortales del Covid sobre
la economía, incluso en términos de pérdida del decisivo ‘capital humano’. Los
que llamaron a sacrificar vidas para salvar la economía, al final se
encontraron que fue la muerte de muchísimas vidas lo que realmente representó
un pesado coste para las economías, en especial para las más endeudadas.
Además se ha constatado que muchos de los desmontajes excesivos de los servicios de salud pública no solo facilitaron la pandemia y sus peores efectos humanitarios, sino que han obligado en los años que llevamos desde pandemia a gastos enormes que superan y dejan incluso en ridículo los pretendidos ‘ahorros’ del pasado. Pues los gastos producidos bajo el pánico, la urgencia y la falta de mecanismos de control (por ejemplo, para evitar despilfarros o corrupciones) han sido superiores y, han acentuado, el error de las excesivas reducciones que evitaron preparar bien la guerra contra la pandemia.
David González Guillem |
Estas son algunas cosas que hay
que decir y recordar para prever y contrarrestar futuras pandemias. ¡Que sin
duda volverán a castigarnos! Pero hay muchísimo más a decir y en este prólogo,
les presento uno de los estudios más pormenorizados, amplios y rigurosos
publicados hoy sobre el impacto del Covid-19. Es resultado de la excelente
tesis doctoral de David González Guillem (que muy recientemente ha obtenido la
máxima nota ‘cum laude’) y que tuve el placer y honor de dirigir en la
Universitat de Barcelona dentro del doctorado en Ciudadanía y Derechos Humanos en
parte durante el confinamiento por la pandemia.
Es una obra inscrita
perfectamente dentro de la turboglobalización actual, pues se centra en cinco
países tan significativos como Brasil, Estados Unidos, Gran Bretaña, China y
Nueva Zelanda. Todos ellos representan y llevaron a cabo políticas de salud muy
importantes para el desarrollo de la pandemia, si bien de distinto signo.
Aunque las políticas del conjunto de los países eran muy complejas y se
llevaban a cabo a distintos niveles del conjunto nacional o federales, de los
distintos estados o regiones e incluso a nivel ciudadano o local, los tres
primeros países se caracterizaron durante la pandemia porque sus más altos
gobernantes (los presidentes Jaïr Bolsonaro y Donald Trump, y el primer
ministro Boris Johnson) minimizaron o negaron los peligros de la gran pandemia.
Por otra parte, China representa
otro modelo ultracentralizado y dirigido estatalmente que -muy al contrario de
los tres casos mencionados- reaccionó pronto (pues además fue el foco inicial
donde apareció el Covid-19) una gestión de la pandemia muy estricta,
intervencionista y disciplinada: la llamada ‘política de Covid cero’, con
confinamientos sistemáticos, rápidos, intensos y amplios. En cambio, Nueva
Zelanda lanzó quizás la más inteligente y efectiva gestión del Covid,
aprovechandose de sus excelentes sistema sanitario y estado del bienestar y
-¿por que no decírlo también?- su privilegiado aislamiento geográfico.
El libro aquí prologado aporta algunos
de los análisis más rigurosos disponibles, con datos sólidos e incuestionables,
que puestos en comparación comportan conclusiones de alto valor sanitario, económico,
político, filosófico, jurídico, etc. Recomendamos su lectura y reflexión atenta
pues es uno de los mejores accesos hoy disponibles al impacto de la pandemia,
la qual ha abierto un claro salto histórico. Pues durante décadas, tendremos
que distinguir entre las circunstancias prepandemia con respecto a las
posteriores. Y cualquier estadística agregada a nivel mundial o estatal,
mostrará el impacto del Covid sobre todo en los años 2020 y 2021.
Creemos que a este nivel el
presente libro de David González es difícilmente superable y, por tanto, emplazamos
a los amables lectores a profundizar en una de las tragedias más humillantes de
nuestra generación. Pues en parte fue facilitada por el exceso de confianza de
muchos políticos que años antes debilitaron los sistemas sanitarios y, cuando
la pandemia se expandió, retrasaron culpablemente la rápida y eficaz respuesta
al Covid.
Pero por otra parte, queremos
creer que afortunadamente la humanidad ha salido fortalecida de la vergonzosa
respuesta colectiva al Covid, mostrando que podemos desarrollar vacunas
efectivas en un año y que podemos aprender la lección de como gestionar
socio-políticamente futuras pandemias. Bajo esa esperanza, hay que leer los
datos y críticas del presente libro.
A partir del Prólogo de G. Mayos a Macrofilosofía de la crisis del coronavirus. Análisis comparativo de la gestión de la pandemia con énfasis en EE.UU., Brasil, Reino Unido, Nueva Zelanda y China de David González Guillem, tesis doctoral dirigida por el Dr. Mayos en la Universitat de Barcelona y leída el 17-4-2023.
Ver también el artículo de Mayos, G. (2023). ‘INCONSECUENCIAS ANTE DISTINTOS TIPOS DE GUERRAS. EL EJEMPLO DEL COVID-19’ en la REVISTA ESMAT, 15(25), 333–348. http://esmat.tjto.jus.br/publicacoes/index.php/revista_esmat/article/view/566 Y los posts: - COVID-19 Y LAS GUERRAS, - GUERRAS MILITARES POR ENCIMA DE LAS MÉDICAS, - COVID: HUMILLACIÓN EN DERECHOS HUMANOS Y MEDICINA, - ¿HUMILLACIÓN POPULISTA Y NEOLIBERAL?, - COVID-19 ES UN 'RINOCERONTE GRIS', NO UN 'CISNE NEGRO', - PREPARAR LA GUERRA CONTRA LAS PANDEMIAS
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