La hipótesis que acabamos de formular está íntimamente vinculada a la vergüenza que experimentan los humanos -conscientemente falibles- ante sus propias creaciones que cada vez se vuelven más poderosas e infalibles.
Se dará pues “ignorancia prometeica” cuando la inteligencia artificial –con sus tecnologías y ciencias asociadas- supere los límites de la inteligencia natural de la humanidad, de las posibilidades de su biología y –seguramente- de la química del carbono. Además debe ser una “ignorancia prometeica” que no se produzca tan sólo por superioridades cuantitativas de velocidad y magnitud en los datos calculados, sino señal de una emergencia cualitativa, cuántica y totalmente disruptiva en la naturaleza lógica intrínseca en la cognición desarrollada.
Insistimos pues en que la “ignorancia prometeica” solo se producirá efectivamente cuando surja fruto de un salto cuántico y plenamente cualitativo en la concepción misma de la lógica cognitiva desarrollada por la inteligencia artificial.
La “ignorancia prometeica” va incluso más allá de la lucha entre distintos tipos de inteligencias planteada por Poe (1969) en “La carta robada”. Recordemos que Augusto Dupin es capaz de prever la naturaleza de la argucia del ministro para esconder la famosa carta por el fracaso reiterado del intendente de policía que –aunque rutinario- está muy bien preparado y dotado de inagotables medios.
En la lucha de esos tres tipos y niveles de inteligencia planteada por Poe, en un primer momento tanto el intendente como –luego- el ministro quedarán prisioneros de su propio marco mental y serán superados por una inteligencia aún más creativa. Pero nada impide e incluso se supone que, una vez descubierta la argucia de Dupin, está pueda ser comprendida, aprendida y emulada prácticamente como ha hecho infinitas veces la humanidad. ¡De hecho el aprendizaje cultural y la transmisión social de lo aprendido es una de las características sobre los cuales la humanidad ha basado su éxito evolutivo!
Ahora bien la auténtica ignorancia prometeica que establecería una “singularidad” en la historia humana tiene que poner en cuestión e incluso bloquear esa posibilidad. El salto a una cognición artificial posthumana es mucho más disruptivo que en La carta robada o en La noche del cazador, donde sabemos en todo momento exactamente lo que hay que buscar: una carta y un fajo de billetes. Aunque eso no está tan claro en Rashomon, también allí -entre el leñador y el monje- parecen restablecer al final la comunidad ético-comunicativa de “la verdad” (Mayos, 2010: 2025ss).
A partir del artículo “La ‘ignorancia prometeica” frente a la revolución de la inteligencia artificial” de Gonçal Mayos (pp. 687-704) en Direito Digital e Inteligência Artificial: Diálogos Entre Brasil e Europa, A. Barreto Menezes Cordeiro ... [et al.]; coordenado por Felipe Braga Netto ... [et al.]. - Indaiatuba, SP: Editora Foco (https://editorafoco.com.br), 2021, 1.126p. ISBN: 978-65-5515-253-1, CDD (Direito digital) 340.0285. CDU (Direito digital) 34:004.
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