Gonçal Mayos PUBLICATIONS

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Nov 20, 2024

NEOLIBERALISMO Y DESCONCIERTO MARCOS DE POPULISMOS DE CATÁSTROFE

 

Introducción: Políticas del desconcierto y populismos de la catástrofe

Estaremos de acuerdo en que vivimos en una era desconcertante e, incluso, que estamos sometidos a auténticas políticas del desconcierto. Pues, no solo son políticas que desorientan a los no expertos sino que surgen del desconcierto, conviven con él, lo administran, lo legitiman y lo aumentan. ¡Son auténticas políticas del desconcierto!

Pudieron nacer de la sorpresa provocada por las crisis económicas del 2007 al 2010,  pero se extienden más allá convertidas en una crisis cotidiana, inacabable y que desorienta porque no se determinan sus causas, no se discriminan sus consecuencias, no se toman decisiones reparadoras… Y por tanto el desconcierto aumenta en la ciudadanía e incluso en las élites, impulsado populismos ‘de la catástrofe’ como Javier Milei en la Argentina. Con gran dolor constamos la vigencia, hoy y en muchas partes del mundo, de los análisis que realizó Naomí Klein el 2017 sobre Donald Trump y ya el 2007 en la ‘Doctrina del choque’ que entonces pareció muy exagerada. Pues constatamos que algunas radicalizaciones ultraderechistas aprovechan ávidamente las urgencias y los malestares populares, para proponer ‘recetas simplistas’ que tienen catastróficas consecuencias, de muy costosa y difícil reversión.

Los llamamos ‘populismos de la catástrofe’ porque creen que, esa misma crisis que les encumbró, les garantizará larga vida política si consiguen dirigirla, mantenerla, promocionarla y administrarla convenientemente. Por tanto, asumen la crisis y la catástrofe no para resolverlas o al menos clarificarlas sinó cronificándolas. Y especialmente, subordinando a sus personas a los beneficiarios de las privatizaciones generalizadas que llevan a cabo. Como sucedió con Yelsin y Putin en la nueva Rusia postURSS, más que enfrentar la catástrofe, resolver las crisis, pacificar los conflictos sociales y reinstaurar algo de fraternidad nacional, convierten las privatizaciones de las industrias nacionales y del estado en dispositivos creadores de una oligarquía de larga pervivencia y que puedan gestionar autoritariamente.

Es por ello que no temen cronificar las dificultades populares, potenciar el antagonismo social ni dificultar la reconciliación nacional pues -así- una parte significativa y enriquecida de la sociedad se convierte en completamente dependiente del nuevo populismo -incluso aunque en algún momento se esté cansando de sus autoritarismos-. Como vemos, ciertos populismos de la catastrofe se encumbran en políticas del desconcierto, no tanto para reducirlo sinó para aumentarlo y, por tanto, convirtiendo la crisis y la desorientación en catástrofe crónica, pero administrable desde unas nuevas elites.

Ello deviene un gran peligro para la propia democracia, para el estado de derecho y para los equilibrios y balanzas constitucionales entre los poderes. Las políticas del desconcierto fomentan una catástrofe que dicen atajar con medidas drásticas pero que -en el fondo- las convierten en eternas, sin retorno y en protesis inevitables de una sociedad cada vez más postdemocrática. Ese es en el fondo es el gran mecanismo que les garantizará el poder, aunque sea a costa de difíultar la paz entre los distintos grupos sociales. Por tanto asumen -como una necesidad estructural- reducir la inclusión ciudadana, aumentando una desigualdad que amenaza destruir los últimos grandes tejidos sociales y bloqueando la efectuación de los derechos fundamentales reconocidos en las constituciones.

Neoliberalismo y desconcierto como marco de los populismos

Hoy, las políticas del desconcierto y los populismos de la catástrofe han convertido en obsoletos los relativos “conciertos” económicos, sociales, políticos y cosmovisionales que dificultosamente se habían construído en los últimos 30 años. Recordemos que, al eje de la política tradicional basado en la mayor o menor redistribución económica, se le había sumado el eje de mayor o menor reconocimiento e inclusión de las cuestiones ecológicas, de género, de étnia y de las distintas minorías sociales.

Pero ambos ejes han sido retados, demonizados e, incluso, desmontados por nuevos populismos que hacen gala de no ser “ni de derechas ni de izquierdas”, pero que atacan frontalmente muchos de los consensos sociales alcanzados cn gran trabajo. En lugar de mejorar la situación, ello ha ampliado el desconcierto y está instrumentalizando una catástrofe que ciertamente nos amenaza a todos y que enlaza con la Gran recesión post2007, la austeridad y la no sostenibilidad de la deuda, la turboglobalización y los enormes cambios tecnológicos.

Los populismos ‘de la catástrofe’ usan políticamente los malestares fruto del creciente distancimiento entre ganadores y perdedores enla globalización. Las dificultades sociales, políticas y económicas tensan profundamente a la ciudadanía y la hacen añorar el viejo Estado-nación. Pues sin duda, éste ha perdido capacidad de proteger a la población sin que –en cambio- emerja una clara, ordenada y protectora gobernanza. El problema principal estriva seguramente en que el pánico y la demagogía no es buena situación para la construcción de una nueva gobernanza nacional e internacional más justa.

Las “políticas del desconcierto” están vinculadas a la ineficacia de las instituciones democráticas actuales y a la falta de una gobernanza preparada para la turboglobalización. Pero los “populismos de la catástrofe” no son los dispositivos políticos adecuados para mejorar la situación pues, más bien, la dificultan en extremo. Esperemos que no lleve a una situación similar a los años 1930 con una larga y dura recesión y a una terrible guerra mundial. En todo caso, estamos experimentando ya importantes transacciones en el voto que muestran el sacrificio de los valores de libertad por los de falsa seguridad. Claramente se quiere reducir la democracia de alta calidad y el Estado social de derecho a dervias iliberales e incluso autoritarias, con liderazgos mesiánicos y donde el voto está claramente condicionado y dirigido a unos pocos partidos seleccionados.


A partir del artículo “Peligro para la democracia y los derechos humanos en las políticas ‘del desconcierto’ y los populismos ‘de la catástrofe’“ de Gonçal Mayos (pp. 259-278) en Analíse social do direito: por uma hermenêutica de inclusãoJorge Messias, Edilene Lôbo e Clara Mota (Organizadores), Editora D'Plácido, 2024, ISBN 9786583178251, 406pp. Apresentaçâo Luiz Inácio Lula da Silva. Ver los posts: -POPULISMO Y DEMOCRACIA, - ¿POLÍTICA HORIZONTAL O VERTICAL? ¿PLURAL O NO?, - LIDERES POPULISTAS APROVECHAN CRISIS Y DESCONCIERTO,  - POPULISMO: AGENDA OCULTA Y PODER CONSTITUYENTE, - EMOTIVIDAD POPULISTA ANTE DESCONCIERTO Y CATÁSTROFE, - NEOLIBERALISMO Y DESCONCIERTO MARCOS DE POPULISMOS DE CATÁSTROFE


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