TEOLOGÍAS DEL TRIGO, DEL MAÍZ, DEL ARROZ. VÍDEO

Barras de pan son velas encendidas a los pies de Cristo. ¿Es una imagen surrealista que rompe con todo sentido y se limita a descolocarnos? ¿Es una mera ironía que nace de la similitud formal entre las barras de pan y los cirios? 

¿O, más bien, es una inquietante representación que apunta a un mensaje muy profundo? ¿Por ejemplo pide ofrecer más pan y menos velas? ¿O además remite al arraigo cristiano de una teología del trigo?

En la liturgia católica, el pan se convierte en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre. Esa transmutación no es un mero azar, ni una anécdota, sino una necesidad teológica sustancial.

Pues el trigo y diversas formas de pan hechas con cereales de secano han alimentado inmemorialmente los pueblos de las “religiones del libro”. No sólo la cristiana con sus muchas confesiones, sino también la judaica y la islámica con sus respectivas variantes. 

Para los pueblos del Creciente Fértil, los cereales son un regalo de Dios y -alrededor de ellos- es donde tal vez primero se desarrolló la agricultura y el pastoreo. Significativamente sus civilizaciones con Estado y con escritura siempre se desarrollaron en constante diálogo con la religión. Incluso en ellas el culto tiene la misma etimología que el cultivo, mostrando una relación que también se puede ver por ejemplo cuando los sacerdotes se asocian a los "pastores" del pueblo de Dios.

Por otra parte, los pueblos del sur y de mesoamérica adoran como uno de los dioses más importantes al que les entregó el maíz. Para ellos ese cereal es tan importante que, de forma autónoma, crearon otro tipo de agricultura que, además, convirtió las minúsculas mazorcas que los arqueólogos han descubierto, en las comparativamente inmensas que hoy comemos. 

Por eso el maíz simbolizó en esas religiones amerindias un gran poder e incluso a la divinidad. Así en el museo Larco (Lima, Perú) se exponen bastones ceremoniales con mazorca de maíz en oro (foto anexa de G. Mayos).

También los pueblos del Extremo Oriente que -de forma totalmente independiente- descubrieron, desarrollaron y aprendieron a cultivar el arroz en campos inundados, también usan a ese cereal como ofrenda para sus Dioses. 

Como vemos hay un profundo vínculo entre los tres grandes cereales trigo, maíz y arroz con las respectivas religiones. Por eso también podemos distinguir entre teologías del trigo, del maíz y del arroz. Significativamente las primeras son monoteístas, mientras que las del arroz y del maíz son más bien politeístas. 

No nos debe sorprender pues que sean antiquísimas y constantes a lo largo de la historia las ofrendas de trigo, arroz y maíz en cada una de sus distintas y profundas raíces religiosas. Por eso aunque hoy pueda sorprender, las ofrendas de pan a Cristo tienen más antigüedad y más profundo sentido ritual-religioso que el cirio. 

Los tres grandes monoteísmos están más asociados a ofrendas de trigo que no de velas de cera. Pues, aunque la cera puede iluminar y perfumar nuestras iglesias, han sido históricamente los cereales los que han iluminado, vivificado y sacralizado desde siempre a las religiones del libro.

Poesofia del llibre Poesofemes – poemes visuals de Gonçal Mayos i Toni Prat, Badalona: Pont del petroli edicions, 2020, 81 pp, ISBN: 978-84-120925-5-4. Véase el vídeo en la Sexta edición del ENCUENTRO INTERNACIONAL "FICCIÓN Y DERECHO" (FICDER) Tuvo lugar el 1º de agosto de 2020.  

 

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