Dec 15, 2015

SEDUCCIÓN DISCURSIVA

6. La escritura es un ejercicio de seducción. El escritor quiere seducir a los lectores y el texto es su arma. Pero, como se queja Platón, es un tipo de seducción potencialmente "abierta" que no queda limitada a ningún receptor concreto. 

Por tanto puede asumirse que no se seducirá a todo el mundo a la vez o a alguien concreto, pero no hay excusa si se fracasa sistemática y generalizadamente en la seducción. Un escritor sin lectores, no es ningún verdadero escritor. Tampoco hay ningún doctor que no consiguiera ¡aunque solo fuera una vez en la vida! seducir académicamente.

6a. Una tesis doctoral es un tipo de ensayo (y de seducción) muy codificado y por lo tanto hay que conocer sus reglas.

6b. Analizar y expresar la complejidad humana exige haber profundizado en ella experiencialmente. No hay ningún atajo, ni camino totalmente cómodo y señalizado. Tampoco no hay puertos seguros, tarde o temprano ¡se tiene que navegar en mar abierto!

6b1. Para aprender a seducir hay que haber estado seducido alguna vez. Quien no ha sido nunca seducido (¡muy profunda y dolorosamente!) no puede aprender a seducir.


6b2. Pero eso no implica mezclarlo todo ni confundir los ámbitos y sus reglas. Hegel lo hizo magistralmente distinguiendo las distintas "figuras de la conciencia" de la Fenomenología. Hay que saber transformar la propia experiencia en su más adecuada y controlada expresión.

6b3. Como explicó magistralmente Diderot en La paradoja del comediante: comunicar, expresar, hacer sentir algo... no implica sentirlo uno mismo hasta caer víctima del apasionamiento en ese preciso momento. Más bien al contrario, en la "re-presentación" hay que conservar la cabeza fría para poder expresar y comunicar con los más ricos matices que requiere el guion. Como mostraba Laclos en Las amistades peligrosas: en el juego de las seducciones, pierde el que es seducido. Y define el libertino como aquel capaz de seducir -porque conoce todos sus mecanismos- sin caer bajo su hechizo. Y yo añado: ¡sobre todo bajo el hechizo narcisista por uno mismo!



6c. Nadie puede aprender a escribir bien ni a seducir con la escritura, si antes no ha leído ni ha sido seducido por la lectura. Como le pasó al Conde Arnaldos: la escritura y la seducción suelen responder "Yo no digo mi canción / sino a quien conmigo va."

6c1. Es imposible leerlo todo, pero la lentitud reflexiva que suele permitir la lectura no puede ser sustituida por la rápida y generalmente espectacularizada visualización de películas, reportajes... En la investigación -y la tesis doctoral es la muestra que se está capacitado para investigar profesionalmente- hay que evitar sustituir la lectura directa (también la experimentación y las experiencias) por meras citas parciales, referencias indirectas, resúmenes, locus comunis...

6c2. Hay que superar estos malos hábitos de la adolescencia que lamentablemente a veces no son detectados. No tanto por respeto "a los libros", "a la tradición" y "a la alta cultura", sino por voluntad de excelencia, respeto a uno mismo y -sobre todo- a los lectores. ¡¿Cómo puedes esperar -incluso pedir- que te lean, si tu mismo has sido incapaz de leer los clásicos y muchas de las mejores fuentes sobre las que se basa tu escritura, reflexión e investigación?!

6c3. Hay que leer mucho y correctamente. Pero no solo porque es imprescindible para aprender a escribir correctamente. También lo es para detectar correctamente las cuestiones profundas que marcan el debate contemporáneo en que el doctorando quiere inscribirse. Por tanto leer e interpretar adecuadamente es clave para hacer relevante y efectiva la propia tesis de la tesis, para no dar una batalla ya dada o incluso perdida por antemano.

6c4. La investigación doctoral es una respuesta a una pregunta y te condena a dar una respuesta inadecuada el no haber sido capaz de entender con toda su complejidad y corrección la pregunta tal y como se la plantea la comunidad de expertos en que uno quiere inserirse. Y la tesis es también eso, no solo ser formalmente doctor sino que te reconozcan como tal por tus buenas ideas, tus excelentes interpretaciones y tus valientes respuestas a los retos que tienen planteados la gente y los expertos. No saber "leer" profundamente los retos de la época es condenarte a un malo y prescindible doctorado. 


6d. Aunque el objetivo más propio de la tesis es la búsqueda del saber, también hay que transmitirlo eficazmente y de acuerdo con los paradigmas disciplinarios consagrados en las universidades. Por lo tanto hay que evitar menospreciar la "seducción" académico-disciplinar y la pedagógico-expositiva.

6e. El doctorando es el autor de su tesis y quien escribe. También es aquél al que examinarán y aquél que -con sus propias palabras- debe convencer al tribunal. Por tanto el valor de una tesis debe ir mucho más allá de las citas o de los pensadores que se comentan. Lo más importante son los argumentos aducidos y su solidez, no los adjetivos usados ni el énfasis. Por eso exagerar barrocamente suele debilitar la precisión, solidez y elaboración de la argumentación. Es un grave error. Como dice Cervantes: "Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala".


6f. El doctorando debe ser consciente que parte en inferioridad y que debe demostrar que merece ser doctor. Ese es el objetivo principal de la tesis, por eso -en primer lugar- tiene que demostrarlo al tutor y -en segundo lugar- al tribunal. Ellos deben ser los primeros en ser "seducidos".

6g. El escritor tiene que conseguir que el lector disfrute leyéndolo. También el doctorando, pero además: este debe conseguir que el tribunal aprenda y ¡que se dé cuenta que aprende!

6g1. Una parte decisiva de la seducción discursiva se basa en una buena coordinación metalingüística del texto. Correlaciona la narrativa que expone la argumentación de la tesis y la metanarrativa que explica los "por qué" y sentido profundo del relato escogido.  

6g2. Esa metanarrativa debe guiar al lector dentro de la argumentción propuesta sin esclavizarlo, cansarlo e incluso sin notarse demasiado. Le facilita el camino y la intelección del lector, se anticipa a sus dificultades y dudas, responde a sus críticas incluso antes que las formule... Lo lleva en volandas a las conclusiones que entonces aparecen como necesarias e indiscutibles (el quod erat demonstrandum clásico).
 
6g3.  Ayuda mucho a una eficaz y seductora redacción de la tesis que el doctorando-escritor tenga clara la metanarrativa que la estructurará y la tenga presente a lo largo de todo su desarrollo. Hay escritores intuitivos y de "raza" que prácticamente no necesitan pensar demasiado con anterioridad a la escritura, pues está "sale" espontánea y prácticamente perfecta. Pero no hay que confiar en ello pues suele ser muy peligroso y contraproducente. El director hará bien en recordárselo al doctorando las veces que haga falta.

6h. Dígase lo que se diga, para implicar y "seducir" a gente vocacional como suelen ser los filósofos, un elemento decisivo son las ganas, ánimo y coraje filosóficos demostrados por el doctorando. En última instancia querer -de verdad y con todos los esfuerzos que implica- es poder.



6i. Parece una trivialidad, pero hay quien no consigue superarlo nunca: para escribir una tesis rigorosa, brillante y seductora es imprescindible... escribir y aprender a escribir. También aquí de "buenas intenciones está empedrado el camino que lleva al infierno".


6j. Se ha mentido mucho sobre el tipo de "seducción" que debe llevar a buen fin el doctorando/a. Aún más se ha exagerado la importancia de algunos conocidos fluidos. Básicamente los importantes son: sangre, sudor, lágrimas... ¡y café! Quizás se tiene que escribir con la apasionada ensoñación del vino, pero -como avisaba Balzac- siempre tiene que revisarse con la atención despierta por el café. Como decía Alfred Rényi de los matemáticos: el doctorando tiene que aprender a ser una máquina que transforma café (¡y de hecho todo lo que hace!) en una tesis doctoral. Una de las funciones clave de su director es ayudarlo a conseguir esa conversión por el tiempo necesario para que llegue a doctorarse. 








6k. La tesis no se escribe para el tribunal ni para el tutor. Pero si no les satisface ni "seduce", el doctorando tendrá un problema y puede que no sea doctor.

6l. Hay algunas pocas tesis que, a pesar de ser rechazadas o poco valoradas, con el tiempo han demostrado que eran buenas. Pero ello ¡nunca ha satisfecho al doctorando ni al tutor!

1 comment:

  1. Algo importante, es que para tener una buena escritura, debemos aprender a leer correctamente. Pues van de la mano una cosa con la otra.

    saludos.

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