Las cuerdas de los instrumentos musicales, las palabras, el lenguaje, las imágenes... son herramientas de expresión, pero también son -más que limitaciones- condiciones de posibilidad… y por tanto plantean ciertas ‘condiciones’. Muy significativamente Kant dedicará su famoso 'método trascendental' a explicitar las distintas condiciones de posibilidad de cada uno de los usos de la razón, incluyendo el estético.
Se precisa mucha lucidez para captar en su justa medida las condiciones de
posibilidad de las cosas. Entender -como en la famosa metáfora de la paloma de
Kant- que el mismo aire sobre la resistencia del cual frotan las alas para
permitir a los pájaros sostenerse y volar, también representa un freno o
resistencia a su avance.
Igualmente, las cuerdas de las guitarras que son necesarias para tocar las
notas, para hacer música y para expresarnos, son también cadenas de las que no
nos podemos librar. Hay que aprender a pulsarlas con arte pues, tanto si queremos
tocar una guitarra como si queremos bailar, debemos hacerlo con los
condicionantes propios de cada caso.
También hay que saber tocar el instrumento. Hay que lograr ciertos
virtuosismos técnicos. Pues las mismas cuerdas que ayudan a hacer los sonidos
más maravillosos, son también cadenas que nos obligan a pulsarlas de cierta
manera para que nos ofrezcan aquellos sonidos que buscamos.
Decir 'yo paso de la guitarra' o ‘yo quiero hacer música con la guitarra
sin aprender cómo hacerlo’, es pura adolescencia salvaje. Todos lo hemos
pensado alguna vez, pero un día lo pensamos mejor. Y entonces empezamos a
'bailar con cadenas', cuando entendimos que la música, la poesía, la
filosofía... no son gratuitas, no son siempre fáciles y piden co-operación.
La fructífera paradoja es que hay que cooperar con 'cadenas' para llegar a
expresarse, para llegar a 'ser libres'. Tan sólo cuando 'cooperas'
virtuosamente con las condiciones reales de expresión conoces la verdadera
'libertad' y la torturada felicidad que va más allá de la "chamba".
Entonces empieza la libertad y la felicidad que pueden esperar obtener fugazmente
el artista o el genio cuando ¡durante unos instantes! consiguen expresarse
'bailando con cadenas'.
Así se llega a la expresión más libre y plena a través de una técnica muy
concreta y exigente. Aún más: se llega a través de un largo, prolongado y
constante esfuerzo. Los virtuosos instrumentistas suelen tener más de veinte
años de aprendizaje especializado y más de cuatro horas diarias de práctica.
Para algunos es una condena y una cadena, pero a la vez y para muchos es ¡la
mayor liberación y la más plena autoexpresión! Denis Diderot lo llamará 'La
paradoja del comediante' pero -en muchos sentidos- es la paradoja de todo
arte y de la vida entera.
Tenemos el ejemplo más radical y punzante de ello, en el lenguaje y en la
expresión lingüística humana. Sin el lenguaje la humanidad no habría llegado a
ser. En el fondo todo filósofo (y todo humano) no es sino un animal que habla.
Por tanto, lo que entendemos por libertad humana está basado en grado
superlativo sobre el lenguaje y la palabra.
Ahora bien, dicho esto, está claro que el lenguaje no puede ser usado
arbitrariamente si alguien quiere comunicarse. Así lo veían ya los griegos
clásicos y lo han demostrado Saussure, Chomsky, Eco y tuti cuanti.
Escribir brillantemente requiere una gran habilidad. Incluso para gente
superdotada como Gabriel García Márquez o Paul Celan. Y ellos lo explican
cuando hablan de su obra y trabajo. Pocos como ellos al final consiguen
expresarse, comunicarse y fascinar al lector. Por eso decimos que 'dominan' la
palabra; pero ellos -sintiéndose muy orgullosos- insisten en que más bien se
trata de una cooperación siempre imperfecta e inacabable con la palabra.
El lenguaje tiene efectos performativos que nos liberan e incluso 'curan'. Seguro
que Celan se habría suicidado antes si no hubiera podido escribir. Pero son
muchos los escritores que coinciden en constatar que la escritura tiene también
algo de profunda 'condena' y 'tortura vital'.
Por un lado está la lucha por escribir y expresarse aún mejor. Por otro lado
está el vértigo resultante de la conciencia de la complejidad de ese 'bailar
con las cadenas' que constituye el ser de los humanos. También hay la distancia
abismal entre lo que haces, lo que puedes hacer, lo que podrías hacer si... y
lo que imaginad que se puede llegar a hacer.
Como con muchas cosas en la vida, entonces, uno siente que en lugar de
aproximarse al horizonte, este se va alejando cada vez más. Pero entonces se
puede pensar que así se ve más 'parte' del paisaje y del horizonte.
Ciertamente la percepción de esas 'cadenas' puede parecer muy metafísica,
existencial o exagerada. Pero hay gente que ha luchado toda la vida a la
búsqueda de una felicidad y una libertad que se basa en conseguir bailar con
tales cadenas.
Ahora bien, muchas veces eso no las hace menos angustiosas y -en otras
muchas ocasiones- las 'cadenas' son mucho más reales, mortales y traidoras. Lo
experimenta Celan cuando se da cuenta de que sólo podía expresar lo que
necesitaba decir, cooperando precisamente con la lengua divinizada
supremacistamente por los que habían exterminado a sus padres, amigos,
conciudadanos...
Resulta que el genio lingüístico que era el judío Celan sólo sentía que
podía escribir poesía y expresar con plenitud en alemán. Era un reconocidísimo
profesor de idiomas en París y traducía maravillosamente del francés, ruso,
inglés, portugués, italiano y hebreo.
Pero Celan sólo podía expresar la torturante poesía de Auschwitz en el
alemán de unos genocidas menospreciadores los cuales, no obstante, eran
incapaces de cooperar y expresarse en su propio idioma de forma equivalente a
muchas de sus víctimas.
Tanto Adorno (bien interpretado) como Paul Celan asumen que, después de
Auschwitz, la poesía es condenada a partir de la experiencia de la barbarie más
inhumana, la cual tiene que ser puesta en primer lugar.
Celan vivió y reflexionó muy torturada y lúcidamente sobre lo que ello
significaba. Creo que experimentó y expresar aspectos que -aquí no hemos ni
intuido- de cómo alguien puede verse obligado a 'bailar con cadenas'.
Me admira que dos personajes tan diversos, y sobre todo tan separados por los dogmáticos- como son Nietzsche y Celan, compartieran la lúcida paradoja y la divina gracia de conseguir bailar con cadenas. ¡Y lo hicieran en el mismo alemán!
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Poesofema publicado en la Revista Las Nubes a partir del libro Poesofemes – poemes visuals de Gonçal Mayos (també sel.lecció i pròleg) i Toni Prat, Badalona: Pont del petroli edicions, 2020, 85 pp, ISBN: 978-84-120925-5-4 - BAILAR CON CADENAS - TEOLOGIAS DE TRIGO, MILHO, ARROZ - BALLAR AMB CADENES - BALLAR AMB CADENES: JOC, REGLA I VIDA - POESÍA VISUAL: ¿(IM)POSIBLE TRADUCCIÓN? VÍDEO - NECESSITAT DE 'FILOSOFIA DE GUÀRDIA' I POESOFEMES - TITELLAIRES EMPODERADORS: EXISTEIXEN? - ESSÈNCIA DE L’ART - COS PERILLÓS I CONTAMINADOR - LLIBERTATS LLIBERAL (BERLIN), REPUBLICANA (PETTIT) I POSITIVA (SEN) - PILOT O TITELLAIRE INTERIOR: ALLIBERA O ESCLAVITZA - TITELLA EMPODERAT: LLIBERTAT SOBRE GEGANTS? - TITELLES, TITELLAIRES I LLIBERTAT - SALTAR CAP L’ÉSSER I LA VIDA - POESOFÍA Y URGENCIA FILOSÓFICA - SALTAR FORA DEL PROPI ÉSSER - ELS JOCS, LES REGLES I LA VIDA - AMOR I MONSTRE: ENTRE DIFERÈNCIA I SIMILITUD - LA GUILLOTINA DE LA CONFESSIÓ - MERCADERIA MENTAL - OMBRA DE L’ÉSSER - MIRADA EMMORDASSADA - URNA TRINXADORA DE VOTS - CONFIDENT: EL DISPOSITIU - PORTA D'OBERTURA DOBLE? - MEMÒRIA DE FORMA O RECUPERACIÓ DE LA PRÒPIA CONFIGURACIÓ - POESOFEMES - POEMES VISUALS - LES FOTOS TAQUEN, ELS SIGNES EMBRUTEN - VÍDEO: POESIA FILOSÒFICA VISUAL DE TONI PRAT - BIG DATA I PETJADA DIGITAL - TEOLOGIES DEL BLAT, PANÍS I ARRÒS - TEOLOGÍAS DEL TRIGO, DEL MAIZ, DEL ARROZ
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