INNOVACIÓ, BENESTAR I SOBIRANIA

La innovació cognitivo-tecnològica i el benestar social estan vinculats a la sobirania política? És perquè poden ser afavorits decisivament quan la societat disposa i pot fer servir eficaçment les adequades eines econòmiques i polítiques d’un Estat? En les societats avançades, la recerca d'excel.lència, les innovacions, els treballs i serveis de qualitat, i la creativitat social milloren significativament amb bones polítiques i, per tant, amb una adequada sobirania política per a desenvolupar-les?

Hi ha força arguments per a contestar positivament les preguntes  formulades. Expliquem-ne breument algunes de les raons més fortes. Se sap que el desenvolupament de les societats avançades és inseparable de mantenir la creativitat, recerca i innovació accelerades en els més diversos nivells. La societat del coneixement i l’actual capitalisme cognitiu tenen la innovació com el factor econòmic i social més important per al desenvolupament.

Les societats que aconsegueixen bons nivells de formació, creativitat, recerca i innovació solen tenir un desenvolupament sostingut i poden fer polítiques socials, mantenint l'adequat finançament del seu Estat del benestar. Per contra, molts països no els aconsegueixen mantenir duradorament, entrant en decadència, provocant greus problemes socials i reduint el benestar de la població.

CRÍTICA DEL DERECHO

Las leyes, el derecho y el sistema judicial expresan el nomos que rige a la sociedad, a sus instituciones y a todos los individuos. Su función es estructurar con justicia la vida social y establecer adecuadamente lo legal, lo permitido y lo protegido jurídicamente, a la vez que lo ilegal, lo prohibido y lo criminal.

Evidentemente es importantísima la función del poder judicial, hasta el punto que -como enfatizó Montesquieu- debe equilibrarse perfectamente con los otros dos grandes poderes (ejecutivo y legislativo) de todo Estado de derecho, el ejercicio de los cuales debe vigilar estrechamente.

Tan importante es la función social del poder judicial que goza de especial protección, autoridad e incluso cláusulas de invulnerabilidad al igual que sus ejecutores: jueces, fiscales, etc. Ahora bien, ello no significa -sino todo lo contrario- que el derecho esté por encima de la crítica argumentada. Pues, precisamente porque explicita el nomos que rige y estructura la vida social y que la ciudadanía se ha atorgado libremente, debe ser sometido a crítica completa, profunda y reiterada a la luz de las nuevas problemáticas y la evolución del nomos social.

Solo así, el derecho y todo el complejo poder judicial mantienen plenamente su legitimidad, el reconocimiento de la ciudadanía, la autoridad sobre ésta y su vital adaptabilidad a las circunstancias siempre cambiantes. La crítica razonada los revitaliza y actualiza, mientras paralelamente garantiza su penetración en la sociedad y su reconocimiento por parte de ésta. Por tanto, el justo ejercicio del poder judicial es inseparable de su crítica argumentada. Por eso, además de la correcta formación de los futuros servidores judiciales..., la teoría crítica del derecho es una importantísima disciplina jurídica y -además- una erramienta clave de la justicia social y de una democracia de alta calidad.

SERVIDUMBRE VOLUNTARIA

La servidumbre voluntaria –que todo lo legitima y que todo lo acata- suele construirse sobre la convicción de que el paraíso es básicamente material. Nace de la convicción por parte de los opresores (¡y lamentablemente de muchos oprimidos!) de que la gente se conforma con todo, siempre y en cuanto se le permita consumir. Nace de la convicción de opresores y oprimidos de que: vivir bien es mejor que luchar por la vida buena, sobre todo si se pone en peligro la buena vida.

 

La servidumbre voluntaria nace del olvido de que la vida buena es una aspiración que va mucho más allá de la buena vida. Eso tan básico deja ya de ser comprensible, deseable, pensable, objeto de voluntad o de anhelo... Y pasa a ser algo absolutamente inexistente, incomprensible, invivible...

La servidumbre voluntaria suele nacer de la aceptación de un contrato que no se aleja demasiado al que firma Fausto con Mefistófeles. Algo así como: satisfáceme y te obedeceré, colma mi cuerpo y de daré mi alma. Otros dicen: dame pan y me plegaré a ti; mantenme y olvidaré cualquier otro deseo; dame la buena vida i menospreciaré la vida buena. Hoy decimos: ¡Déjame consumir y dejaré de pensar! ¡Satisface mis bajos deseos y yo mismo arrasaré con cualquier otro deseo y cualquier gran aspiración que sienta nacer en mi mismo!