Gonçal Mayos PUBLICATIONS

Gonçal Mayos PUBLICATIONS

ht tp://orcid.org/0000-0001-9017-6816 : BOOKS , BOOK CHAPTERS , JOURNAL PUBLICATIONS, PRESS, Editor, Other translations, Philosophy Dicti...

Jan 8, 2023

AMÉRICA LATINA Y EUROPA EN EL ALINEAMIENTO MUNDIAL

 
Entrevista de Simón Ortiz Pinilla a Gonçal Mayos, filósofo y ensayista español sobre “Lo que se espera de América Latina y Europa en el alineamiento mundial”. Según Gonçal Mayos, América Latina debe buscar aliados que afiancen su desarrollo ahora que los países más importantes de ese continente tienen gobiernos de izquierda, y debe apoyarse en la Unión Europea que crece con nuevos estados y quiere jugar un papel mundial democrático y equilibrador. 

Pues hoy vemos que guerras que se pensaban extintas cobran fuerza, en medio de “políticas de desconcierto”. Sobre la base de superar las tendencias basadas en la dependencia o el colonialismo, América Latina y Europa tendrán un papel destacado al establecer una colaboración directa y equilibrar las acciones de las dos potencias hegemónicas: Estados Unidos y la China.

1.         Profesor Gonçal, su admirable trayectoria revela una inquietud vital e intelectual que lo ha llevado como filósofo a dialogar con muchas otras disciplinas. Me refiero a que su apuesta por pensar el mundo, y sobre todo por entender el mundo actual, no excluye al derecho, la sociología, la literatura, la historia o la economía, entre otras varias. Desde esta amplia perspectiva, ¿cómo lee los tiempos actuales, sobre todo teniendo en cuenta el fantasma de la guerra que de nuevo se cierne sobre Europa?
 
Para analizar un mundo tan complejo como el actual, hay que poner en marcha un pensamiento similarmente complejo. Eso quiere decir inter y multidisciplinar, pero sin someterse al paradigma estricto de ningún enfoque; crítico y no dogmático; ‘macrofilosófico’ en el sentido que encare las grandes cuestiones humanas y empatice con ellas; actualizado pues todo cambia aceleradamente, pero también, con gran sentido de la historia que nos marca; 
 
Desde esta perspectiva ‘leo’ que la gente está muy angustiada a pesar del inmenso poder que atesora. Creo que una gran novedad histórica es la sensación de que nuestro propio poder se puede volver fácilmente contra nosotros mismos. Quizás el ejemplo paradigmático es la bomba atómica, cuyo miedo vuelve ahora. Pero también lo es una poderosísima tecnología que destruye los puestos de trabajo de muchísima gente (porque crea menos de los que elimina) e incluso nos humilla haciéndonos sentir en gran medida prescindibles a medio o largo plazo. El enorme saber que hemos creado nos hace en el fondo más ignorantes que sabios.
 
Además, los grandes ideales de libertad, paz, progreso para todos, justicia… han mostrado unos límites que pensábamos que eran superables fácilmente. Hemos descubierto una sociedad donde mecanismos de postverdad como las fakenews fácilmente traicionan la libertad posible. Vuelven y continúan guerras que pensábamos eliminar, en un mundo donde no sabemos quién ‘manda’ realmente y -por eso- nos volvemos paranoicamente conspirativos. Tanto la gente como los líderes están prisioneros de unas ‘políticas del desconcierto’ y unos populismos que no controlan ni saben su impacto real.
 
El poder de la política democrática nacional se debilita frente a los flujos económicos internacionales sin que lo compense una verdadera gobernanza mundial. La turboglobalización impone dinámicas que no sabemos como controlar e incluso exacerba pandemias y otros riesgos. Nos sentimos más ‘pequeños’ y vulnerables que nunca, sin barreras protectoras: familia, ideología, estado, humanismo…
 
2.         Y en ese contexto cómo lee el auge de la ultraderecha Europea y el giro hacia la izquierda en Latinoamérica?
 
Dani Rodrik ha desarrollado un gráfico, con su teoría explicativa, que llama “del cocodrilo”. En él se puede ver como en los últimos años se han abierto las “fauces” entre el voto creciente de los populismos de derechas en los países ricos e internacionalmente acreedores, frente a uno más estable de los populismos de izquierdas y en los países deudores.
 
Podemos sintetizar tres ideas básicas que resultan de ese análisis estadístico del voto, e incluso anticipar alguna reflexión para el futuro:
 
Primero, tanto en los países que poseen gran parte de la deuda internacional como en los más endeudados, han aumentado los movimientos populistas en los últimos años.
 
Segundo, no obstante, hay una muy significativamente diferencia cuantitativa y cualitativa: en los países más ricos y por tanto acreedores internacionalmente lo ha hecho más el populismo de derechas y, en los más pobres y endeudados, el populismo de izquierdas.
 
Además, en tercer lugar, si superponemos los gráficos estadísticos de ambos grupos de países y su tendencia a votar movimientos populistas, vemos que el de derechas ha aumentado más en los primeros países que el de izquierdas en el segundo grupo de países. De tal manera que el gráfico parece las fauces abiertas de un cocodrilo.
 
El resultado es que, en conjunto, los movimientos populistas comportan un giro a la derecha en los países acreedores y más ricos; y un giro -si bien menor- hacia la izquierda en los países pobres y endeudados. Si confirmamos a medio y largo plazo las tendencias que insinúan estos datos, ello tendrá gran impacto para la evolución esperable ideológica y política en el mundo. Parece mostrar una más rápida evolución hacia la derecha populista de los países ricos y, una de menor y además hacia la izquierda, en los países pobres.
 
Ello es muy significativo para la evolución ideológica política del panorama mundial incluso más allá de la idea de un mundo más radicalizado y enfrentado entre pobres endeudados y ricos o acreedores. Aunque no lo analiza Rodrick, parte de la explicación de las tendencias analizadas tiene que ver con la resistencia ofrecida por los partidos tradicionales en cada caso. A falta de mayores series estadísticas que lo confirmen, podría significar que los partidos tradicionales de derechas e incluso los socialdemócratas o marxistas en los países ricos son erosionados muy rápidamente por los populismos de derecha y ultraderecha. 

Ahora bien, en los países más endeudados hay más resistencia -en contra de lo que pudiera parecer por casos destacados como Venezuela- a la deriva populista porque el marxismo clásico resiste aparentemente mejor (al menos por el momento).
 
Ese tipo de análisis, con base empírica sólida, me parece de gran valor para poder explicar e incluso prever las tendencias ‘macropolíticas’ más significativas a medio plazo en todo el mundo, pero quizás especialmente en Europa y en América Latina. Ahora no podemos entrar a fondo, pero algo diremos más adelante.
 
3.      ¿Qué cree qué puede pasar si la ultraderecha se hace con el poder en España?
 
En el fondo, la ultraderecha ha continuado poderosamente inserta en el poder español más allá de la muerte del dictador Franco. Eso sí, entonces estaba incluida dentro del Partido Popular y aceptaba su estrategia para ser aceptables en Europa y el mundo, que afirmaba que habían sido sectores políticos clave para dejar atrás el franquismo y hacer posible la monarquía. La idea era destacar que, pudiendo bloquearla, habían decidido consentir la Transición postfranquista y la entrada en la Unión Europea.
 
Dentro de una notable continuidad que se ve perfectamente en los apellidos y genealogías familiares de los líderes, ahora manifiestan tres nuevas grandes estrategias:
 
En primer lugar, salir al combate electoral con su propia marca política y fuera del ‘paraguas’ del PP.
 
En segundo lugar, desafiar el consenso democrático mayoritario en la Unión Europea siguiendo estrategias paralelas a los actuales gobiernos de Hungría y Polonia, y de líderes de partidos que ya gobiernan en Italia como Meloni o que 
pueden llegar a gobernar en Francia como Le Pen.
 
Y, finalmente, rompe con la tradición franquista que 
demonizaba a americanos y francesesla aislaba profundamente y la encerraba en sí misma. Por eso, ahora intenta inscribirse dentro de las estrategias ultraderechistas desacomplejadas, de nuevo cuño, internacionales y apartadas de las peculiaridades folklóricas españolas que impulsan Steve Bannon, Trump, Bolsonaro o la derecha radical europea. Por primera vez desde su alianza con Hitler y Mussolini ahora rompe con su aislamiento para inscribirse en la autentica ‘internacional ultraderechista’ que se está configurando.
 
4. ¿Qué diferencia habría entre esta ultraderecha del siglo XXI y el fascismo de Franco o de Mussolini?
 
Todavía hay una cierta distancia con la ideologización totalmente menospreciadora de la democracia, los derechos civiles e incluso del liberalismo típica de los años 1920 o 1930. De momento, incluso la ultraderecha se ve obligada a fingir entusiasmo democrático, a enfatizar las apelaciones al ‘Pueblo’, a defender los derechos humanos para los sectores que consideran ‘integrables’ a su proyecto -por ejemplo, los cristianos que ahora no les siguen totalmente en sus ‘guerras culturales- e incluso a proclamar su respeto a los derechos fundamentales de la población ‘nacional’.
 
De momento, no han pasado totalmente de la cruzada en contra del ‘enemigo exterior’: inmigrantes, islámicos e incluso países percibidos como peligrosos, al típico y descarado ‘enemigo interior’ de las primeras décadas del siglo XX: en contra de los socialistas, judíos asimilados, gitanos, disidentes, minorías nacionales… 

Aunque ahora mismo Vox -con el silencio cómplice del PP, Cs e incluso de sectores del PSOE- ha avisado su intención de revisar el derecho de voto de las minorías nacionales vasca, catalana ¡incluyendo poblaciones mayoritarias del País valenciano y de las Islas Baleares!, gallega, etc. Incluso se cantó una canción titulada ‘Vamos a volver al 1936’ en referencia al golpe militar de estado y al inicio de una muy cruel guerra de tres años, de la que todavía quedan la mayoría de las fosas colectivas por exhumar.
 
Creo que el contexto europeo democrático limita, al menos por el momento, la agenda ultraderechista que defienden los sectores más partidarios de aplicar sistemáticamente las políticas nazis y fascistas de la década de 1930. Recuerden que entonces los ideales liberales eran ridiculizados como vergonzantes, propios de caracteres débiles y de fariseos judíos. Los derechos civiles eran acusados sistemáticamente de dificultar que los líderes mesiánicos hicieran lo que era necesario y que solo ellos podían hacer. Y la democracia aparecía como un ideal irrealizable, falso e incluso no deseable.
 
5.   ¿Cómo cree que eso influiría en el independentismo en Catalunya?

Probablemente lo realimentaría, también lo legitimaría más a ojos de la gente y los organismos internacionales e, incluso, podría unir en una clara estrategia común a los tres partidos que ahora tienen representación en el Parlament catalán o en el Congreso de Madrid, y que muestran estrategias distintas para caminar hacia la República catalana.
 
En las últimas elecciones catalanas obtuvieron en conjunto el 52% de los representantes políticos. Los tres dieron su voto en la investidura catalana, pero la CUP prefirió no entrar en el gobierno que quedó formado por miembros de ERC y de Junts. Hace meses, estos últimos han salido del gobierno catalán dejándolo en manos de ERC e independientes. De momento, no están unidos y les separa las estrategias de futuro. Unos apuestan por mantener pacientemente el diálogo con Madrid, a pesar de que ahora mismo no tiene resultados apreciables; ello hace que otros se radicalicen los movidos por la ‘urgencia de la defensa nacional’ y se muestran partidarios de forzar el diálogo bajo presión popular.
 
6.         Nietzsche en su Genealogía de la moral hay una referencia a Heráclito según la cual este se retiró a la soledad de los patios del templo de Artemisa porque estaba harto de “las habladurías de los demócratas”. Esta referencia ha servido una y otra vez de excusa a quienes quieren evitar toda participación y discusión sobre la política del presente. Pero ¿por qué cree usted que es importante que la filosofía trate de pensar y problematizar lo actual y no lo deje todo en manos de los “políticos profesionales”?
 
Una democracia de calidad y no limitada meramente al voto cada 4 años se basa en la participación y vigilancia constante de la ciudadanía sobre el conjunto de la vida política y de los políticos. Incluso el pacifista y ordenancista Kant, afirmaba que una democracia precisaba para funcionar bien de un ‘pueblo de diablos’ que estuviera vigilando celosamente el buen ejercicio del gobierno, la promulgación de las mejores leyes posibles y su correcta aplicación.
 
Considero que casi siempre el nivel de la democracia en un país está en relación directa al nivel y activismo democrático de su ciudadanía. Es decir: la capacidad de la población para comprometerse, vigilar, implicarse e intervenir en la vida política cotidiana. Ello puede hacerse a través de los distintos partidos, de una potente opinión pública servida por el sistema massmedia, de una demoscopia activa, de un sistema electoral adecuado, de instituciones participativas eficaces, etc. 
 
Por tanto, puedo entender la frustración, desespero y cansancio que indica la actitud de Heráclito, pero la desapruebo vivamente. Pues si se generaliza y se mantiene en el tiempo, la democracia inevitablemente decae, degenera y se pierde. La democracia es una planta delicada que necesita cuidados constantes, ser regada cada día, abonada reiteradamente… Si se deja languidecer, cuesta mucho reverdecerla. Entonces ¡incluso puede desaparecer la memoria y el aprecio por lo que significa ser un ciudadano libre en una democracia
 
7.         ¿Son igual de peligrosos los populismos de izquierda que los de derecha?
 
Todos tenemos tendencia a ver cómo menos peligrosos e incluso más necesarios los excesos cuando van en la dirección de los propios valores ideológicos. Pero creo que hay que ser similarmente crítico y exigente con los errores democráticos de unos y otros.
 
Dicho eso, como en muchas cosas en la vida, no todo es negativo en el populismo. Ciertamente no simpatizo con el autoritarismo, el mesianismo, el personalismo extremo, la simplificación excesiva de las políticas en nuestro mundo que es muy complejo, el poco respeto por el otro, etc.
 
Pero coincido con Ernesto Laclau i Chantal Mouffe en que el populismo aparece sobre todo cuando la política institucionalizada fracasa. Entonces, rompe con sus dinámicas limitadas e incapacidad para resolver nuevos e imperiosos problemas. Por eso surge como una nueva apelación al ‘pueblo’ e incluye sectores sociales que los partidos tradicionales suelen olvidar. También reclama tomar decisiones que vayan más allá de las rutinas, las tendencias y las hegemonías habituales. Introduce alguna dosis de ’poder constituyente’ que renueva la dialéctica establecida por el ‘poder constituido’.
 
Las dinámicas de las sociedades y las instituciones necesitan de vez en cuando revulsivos, y el populismo puede ser uno de ellos. Naturalmente el problema está en la dosis y hay que evitar que el tratamiento frente al anquilosamiento pueda poner en peligro la democracia o el proyecto nacional a largo plazo. Pero quiero confiar en el buen criterio de una ciudadanía madura, movilizada, vigilante y crítica consigo misma y sus aduladores, pues entonces se evitan las ingenuidades y, si se producen errores, se pueden enmendar eficaz, rápida y democráticamente.
 
8.         En estos tiempos tan convulsos en los que la guerra, el calentamiento global y la posibilidad de brotes de enfermedades desconocidas que deriven en nuevas pandemias amenazan de una forma nunca antes vista la vida y seguridad de las personas, ¿no es urgente que la política occidental cambie sus propios paradigmas?
 
Pues creo que sí. La aceleración de los cambios, por ejemplo: tecnológicos, pero también la sucesión de crisis económicas, las pandemias sanitarias, la compleja interacción turboglobalizada, etc. han generado lo que Ulrich Beck definió muy bien como ‘sociedad del riesgo’ y Zigmunt Bauman como ‘modernidad líquida’. Además, no sólo Occidente sino toda la humanidad, debe encarar el creciente cambio climático y la limitación de los recursos mundiales.
 
Todo ello requiere de nuevas ideas, prácticas sociopolíticas mejoradas, modelos innovadores e -incluso si se me permite- ‘esperanzas más esperanzadoras’. Pues se ha extendido demasiado una especie de depresión apocalíptica, que solo concibe cambios si son a peor y muy drásticos. Como se ha dicho, resulta más creíble hoy un apocalipsis zombi o nuclear que no una reforma razonable de nuestra gobernanza mundial o incluso nacional.
 
9.         ¿Desde su perspectiva qué le espera a la Unión Europea y a América Latina en este contexto?
 
Creo que lo más deseable es una colaboración franca y que olvide las tendencias tradicionales basadas en la dependencia, en una colonialidad extendida en el tiempo y todavía presente en las mentalidades profundas, en la desconfianza en las posibilidades de unos y en los verdaderos deseos de los otros… Solo así puede haber una colaboración constante y sincera que pueda hacer de la Unión Europea y de América Latina contrapesos equilibradores de las dos potencias que se disputan la hegemonía: EEUU y la China.
 
Ello es más necesario, desde que la Rusia de Putin se ha añadido a la lucha de forma brutal y equivocada, ocupando militarmente parte de Ucrania y, por tanto, apartándose de cualquier pacto a medio plazo con los Estados Unidos, pero incluso también con la Unión Europea. Ello ha tenido la contrapartida, lo quiera o no Putin, que su gobierno ya no puede distanciarse o hacer de contrapeso a China, pues ahora necesita a muerte su apoyo.
 
Parece que vamos hacia un nuevo alineamiento mundial, no preveo que sea ninguna tercera guerra mundial, pero vuelve a ser muy bipolar. Por eso América Latina puede y debe jugar un papel equilibrador, hacia el cual puede impulsar incluso a una Unión Europea que Putin ha lanzado de nuevo a las manos de los Estados Unidos. Pero que también está creciendo con nuevos estados miembros y con la conciencia de que Europa tiene que definir su propio papel específico en el mundo. Como debe hacer también América Latina, escogiendo aliados que consoliden su desarrollo y que garanticen un orden mundial más justo.   

Ampliación de la entrevista de Simón Ortiz Pinila a Gonçal Mayos en el periódico colombiano Vanguardia del domingo 08 de enero de 2023



No comments: