La película es quizás la mejor presentación del funcionamiento de las cámaras de gas de Auschwitz. Muestra la gran máquina de deshumanización que eran los campos de exterminio nazis.
Muchas veces con cámara subjetiva, seguimos a los prisioneros judios convertidos en Sonderkommandos sin alma, mirada ni ninguna reacción humana. Colaboran -siempre bajo la brutal amenaza de muerte por los oficiales nazis- en el engaño, desposesión y exterminio de trenes llenos de víctimas que son conducidas como un rebaño al matadero.
Muchas veces con cámara subjetiva, seguimos a los prisioneros judios convertidos en Sonderkommandos sin alma, mirada ni ninguna reacción humana. Colaboran -siempre bajo la brutal amenaza de muerte por los oficiales nazis- en el engaño, desposesión y exterminio de trenes llenos de víctimas que son conducidas como un rebaño al matadero.