MIGRACIÓN: DUALIDAD MACROFILOSÓFICA

Las sociedades humanas suelen construirse con una compleja mezcla de realismo e ideales, de violencia y sueños, de compulsión e impulsión, de causas económicas y simbólicas, de geopolítica y anhelos emancipatorios. 

Por eso cuesta tanto separar lo que fue fruto de la libertad y de la necesidad o lo que fue destino y lo que fue azar. La búsqueda se confunde con la huida y -fácilmente- la afirmación de un nomos o del deber se superpone con la simple constatación del ser, de como eran las cosas.

Ciertamente hay versiones hagiográficas que establecen a posteriori un mito inmaculado, pero también suele haber interpretaciones realistas, deterministas y mecanicistas que tienden a plantear una versión muy fría y –digamos- desalmada de los complejos procesos sociales. Ambas perspectivas tienen su razón de ser pero ninguna de ellas acierta completamente, en la medida que menosprecia la otra componente esencial del comportamiento humano, que es constitutivamente dual.

Por eso todo momento fundacional tiene una trágica dualidad, pues hay un aspecto terrible y otro esperanzador. Además nunca hubo fundación radicalmente primera, prístina, primigenia y sobre una naturaleza intocada. 

Siempre hay un orden anterior, siempre hay otros humanos allí y siempre hay vida que es desplazada. Nunca hay el vacío esperando ser llenado.

Las colonizaciones fueron alimentadas siempre por el poder, la ambición, la crueldad y la voluntad de dominio, además de la miseria, las urgencias propias y ajenas, la atracción de la aventura, la avaricia de riquezas y la huida hacia adelante.

Las emigraciones y los exilios también son una confluencia de compulsión irracional y de decisión razonada. Se mueven entre el “camina o revienta” y el entrever el arco iris detrás de la siguiente montaña pensando que augura el final de la tempestad.

Como vemos, es inevitable que se una el principio de realidad con el deseo y principio de placer, teorizados por Freud. Siempre hay algo de huida de la esclavitud y del anhelo de la tierra prometida, es decir de un lugar que se pueda considerar realmente propio y en el cual construir un futuro mejor. 

 

Al parecer, esa dualidad está ya inscrita en el ADN de la especie humana, pues se inició con la pérdida del hábitat arbóreo y del paraíso que debió representar, para asumir un errar trabajoso pero erguido y orgulloso que permitió la práctica ocupación humana de todas las tierras del globo. 

Ya en ese ¿primer? momento humano se daban a la vez la barbarie y la destrucción con la posibilidad de una nueva creación impensable poco antes.

Así ha pasado emblemáticamente con el Brasil, del que es un ejemplo –sin duda parcial pero también muy emblemático y significativo- el proceso migratorio, colonizador y modernizador de la región llamada de “las 13 Tilias” en Santa Catarina. Lo analiza detalladamente la profesora  Fabiana Angélica Pinheiro Câmara en el presente libro.

Con lucidez, la profesora Câmara lleva a cabo un análisis interdisciplinar a la vez “macro” y “micro”. Atiende a las vicisitudes y anhelos de los colonos a partir del estudio de los relatos y memorias conservados. 

Pero también profundiza en la lógica del proyecto de colonización de las “Treze Tílias” y su relación con los parámetros ideológicos, demográficos y económicos de la política inmigratoria del presidente brasilero Getulio Vargas entre 1933 y 1945. 

Pone de manifiesto y enlaza también con tendencias de larga duración y profundamente asumidas por gran parte de las instituciones y de los distintos agentes que gestionaban la inmigración en el Brasil. Así, hay claros aspectos raciales que buscan “emblanquecer” la población, pero también objetivos políticos pues quieren evitar la entrada de individuos contestatarios y politizados (por ejemplo de resultas de la Guerra civil española). 

Hay preocupaciones religiosas que quieren favorecer la inmigración católica que algunos consideran más pacífica, más obediente, que asume mejor la pobreza y es más propia de la sociedad brasilera. Hay también disposiciones propiamente económicas que buscan ciertos oficios, habilidades laborales y actitudes productivas con vistas a la modernización y competitividad internacional del país. 

Incluso se remonta la profesora Câmara a cuestiones teóricas más amplias. Estudia y compara los tipos de nacionalismo, los distintos modelos de Estado-nación y los diferentes proyectos de construcción nacional que se barajaban nacional e internacionalmente durante el período considerado. Para así situar la cuestión y la época Vargas en el plano histórico, sociopolítico y macrofilosófico.

En conjunto y a través de los distintos niveles, la profesora Câmara consigue profundizar y encarar la complejidad sempiterna de esas cuestiones -que hemos resaltado aquí- con un riguroso análisis concretado espacio-temporalmente. 

La síntesis interdisciplinar y “macro” del presente libro -que resulta de integrar los análisis histórico, antropológico, cultural, económico y político- lo convierte en un magnífico ejemplo para pensar todo lo que implica migrar y todo lo que comporta insertarse en un proyecto social que es siempre mucho más complejo y contradictorio de lo que pueden concebir los individuos. ¡Y no sólo en Brasil sino en todas las sociedades! 

Del prólogo de Gonçal Mayos al libro A POLÍTICA IMIGRATÓRIA DO PERÍODO VARGAS (1930-1945) E O PROJETO DE COLONIZAÇÃO DE ANDREAS THALER EM SANTA CATARINA da professora Dra. Fabiana Angélica Pinheiro Câmara.