‘La
violencia política ha saltado del mundo físico al entorno virtual’ como afirman los magistrados brasileros Alexandre de Moraes y Edilene Lôbo en su Manifiesto necesario, de enorme actualidad y que encara una realidad indiscutible.
Hoy, muchas violencias y actitudes criminales se realizan privilegiadamente en la infoesfera
digital a través de ‘las plataformas exploradas por empresas transnacionales,
las grandes tecnológicas (bigtechs)’.
Incluyen
‘amenazas físicas, invasión de páginas o perfiles, jaqueo de cuentas y
divulgación de datos personales hasta noticias falsas’, ‘ciberacoso’, deepfakes
‘mediante inteligencia artificial, en un falseamiento bastante creíble’ e
inéditos, incontables y graves ‘riesgos para los derechos fundamentales’.
Por tanto, es urgente actuar, prevenir, minimizar y revertir los muchos riesgos
para la democracia y los derechos humanos que se despliegan en esas
poderosísimas plataformas digitales e inteligencias artificiales.
Pues
consideramos que tales
empresas no pueden inhibirse de las problemáticas criminosas
que sus actividades hacen posibles
y potencian, sin poner las mismas tecnologías y medios implicados
a minimizar las consecuencias negativas así posibilitadas. Especialmente ello
es responsabilidad de las multinacionales tecnológicas (bigtechs) que han
creado y obtienen beneficios astronómicos de las plataformas y desarrollos de
inteligencia artificial que se convierten en complices necesarios para la
comisión digital de los crímenes y vulneraciones de derechos mencionados.
Directamente no se puede
responsabilizar a las empresas de plataformas difituales de los actos maliciosos ni criminales concretos, pero sí del
correspondiente deber de ‘invertir en el aprendizaje de las máquinas para la
creación de algoritmos rastreadores’
que permitan detectarlos, incriminarlos y, quizás, prevenirlos. Pues,
lamentablemente, en la
actualidad, el estado democrático de derecho no dispone por si
solo de los medios suficientes para tal necesaria tarea.
También deben colaborar con las
instituciones del estado democrático de derecho y las organizaciones de gobernanza mundial en
‘el desarrollo de canales de denuncia ágiles supervisados por personas humanas,
con reglas y términos de uso accesibles, conectados a agencias de fiscalización
y represión de delitos cibernéticos’.
Saludamos, pues, el manifiesto de Moraes y Lôbo como una aportación totalmente decisiva y oportuna para proteger e incluso mejorar la democracia de alto nivel ante los riesgos tecnológicos pero también sociales, políticos y civilizacionales que actualmente la amenazan.
Sin ninguna duda, las personas y la democracia lo agradecen.
A partir del artículo "Respuesta y comentario de urgencia al Manifiesto redactado por los académicos y ministros de altos tribunales federales brasileros Alexandre de Moraes y Edilene Lôbo ‘ALGORITMOS DE SEGUIMIENTO DE LA VIOLENCIA POLÍTICA EN EL ENTORNO DIGITAL: PREVENCIÓN Y CUIDADO EN TIEMPOS DE DEMOCRACIA AMENAZADA’" de G. Mayos en Astrolabio. Revista Internacional de Filosofía, año 2023, número 27.
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