En los conflictos político-sociales complejos el derecho es parte imprescindible de la solución pero no su condición única y suficiente. No puede ser lo único relevante y a lo que debe someterse todo lo demás.
He hablado de estas cuestiones con el juez federal de Brasil Marco Antônio Barros Guimarães y en el Video (8') de la entrevista-debate a NTN24 (de Bogotá para latinoamérica).
Cuando los problemas políticos son especialmente complejos e implican a gran parte de la sociedad no se puede forzar las cosas atendiendo exclusivamente al derecho y sin atender a la complejidad y la necesaria aproximación interdisciplinar.
En el conflicto actual entre Catalunya y el gobierno español del PP, todo indica que estamos ante una problemática político-social de gran complejidad y de enorme alcance que divide dolorosamente la sociedad.
De temas cercanos hablé en el Video (8') de la entrevista-debate a NTN24 (de Bogotá para latinoamérica)
He hablado de estas cuestiones con el juez federal de Brasil Marco Antônio Barros Guimarães y en el Video (8') de la entrevista-debate a NTN24 (de Bogotá para latinoamérica).
Cuando los problemas políticos son especialmente complejos e implican a gran parte de la sociedad no se puede forzar las cosas atendiendo exclusivamente al derecho y sin atender a la complejidad y la necesaria aproximación interdisciplinar.
En el conflicto actual entre Catalunya y el gobierno español del PP, todo indica que estamos ante una problemática político-social de gran complejidad y de enorme alcance que divide dolorosamente la sociedad.
Hay un choque de legitimidades entre (simplificando):
1) la ciudadanía que se empodera en una agenda reformista de largo y potente alcance
y 2) los poderes establecidos y favorecidos que se parapetan tras la ley que tuvieron la suerte o la fuerza de imponer en su momento y cuyo posible cambio viven como una desposesión y un atentado a un marco (que saben reformable) pero que por intereses o fidelidad mal entendida no quieren reformar.
Por tanto no es solo que este problema sea de una gran complejidad, sino que –además- está vinculado con profundos intereses y a concepciones jurídico-mentales tan fuertes que bloquean el diálogo fructífero y la posibilidad de caminar en la desactivación del conflicto social.
Si incluso están bloqueados el dialogar y ¡entenderse!!!! imaginemos lo amenazado que está en necesario “reconocimiento recíproco” que tan imprescindible es para las sociedades de democracia (pero también política, economía...) avanzada (Honneth, Fraiser, Benhabib, Habermas...).
Por eso estoy de acuerdo con una muy significativa cita de un juez catalán (que también significativamente evita dar su nombre). Dice: “Y por mucho que podamos entender las inquietudes de la gente, no tenemos demasiada capacidad de maniobra. La vía judicial no resolverá nunca el conflicto, al contrario. Pensar que con la represión se puede resolver el problema de Cataluña es uno de los errores más grandes que se han cometido”.
Si incluso están bloqueados el dialogar y ¡entenderse!!!! imaginemos lo amenazado que está en necesario “reconocimiento recíproco” que tan imprescindible es para las sociedades de democracia (pero también política, economía...) avanzada (Honneth, Fraiser, Benhabib, Habermas...).
Por eso estoy de acuerdo con una muy significativa cita de un juez catalán (que también significativamente evita dar su nombre). Dice: “Y por mucho que podamos entender las inquietudes de la gente, no tenemos demasiada capacidad de maniobra. La vía judicial no resolverá nunca el conflicto, al contrario. Pensar que con la represión se puede resolver el problema de Cataluña es uno de los errores más grandes que se han cometido”.
De temas cercanos hablé en el Video (8') de la entrevista-debate a NTN24 (de Bogotá para latinoamérica)
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