Recordemos que las palabras “crisis" y "crítica” remiten a la misma raíz griega “krinein”
que significa distinguir, escoger, separar, seleccionar, elegir, decidir... Crisis
es el momento que exige distinguir, elegir y decidir, mientras que la crítica
no es mera protesta (como es el tópico hoy) sino juzgar el valor de algo, explicitando
tanto sus cualidades como sus defectos, que es el sentido “noble” de la crítica literaria, artística, teatral
o cinematográfica.
Por eso la crítica es condición de toda sabia y fundamentada valoración, selección,
elección y decisión ante una crisis; pues es necesaria para tener “criterio”
(significativamente otra palabra con la misma raíz) y poder actuar con conocimiento
de causa ante los dilemas de una crisis. En definitiva: necesitamos tener criterio crítico
bien fundamentado para encarar una crisis.
Evidentemente
en una época de crisis tan aceleradamente cambiante como la actual es muy
difícil que las sociedades puedan tener “criterio”, hacer una buena elección y
tomar la adecuada decisión. Por ello es necesario elaborar reflexivamente una
buena crítica del presente, del pasado más o menos inmediato y de las
posibilidades realistas de construir un determinado futuro. Es decir hay que
elaborar una buena filosofía u “ontología” del presente, pero no solo limitándose
a un aspecto -por importante que este sea-, ni tampoco ciñéndose a disciplinas
tan ultraespecializadas que son incapaces de reconocer que “su gran problema”
académico no es el verdadero problema de la sociedad, del mundo ni del
presente.
Actualmente,
todas las cuestiones realmente importantes y sin fácil solución suelen exigir
enfoques inter, multi y transdisciplinares. Por ello suele ser muy fructífera
una aproximación macrofilosófica, pues hoy solo la filosofía mantiene el reto
de tratar los problemas generales de forma holista, sintética, supradisciplinar
e integrando las aportaciones de las distintas ciencias. Es por eso que aquí
apuntaremos perspectivas macrofilosóficas e interdisciplinares para desarrollar
una crítica de nuestro presente en crisis, junto con algunos criterios básicos
en favor de un derecho que mejore el desarrollo humano y el empoderamiento
social.
Por otra parte, hoy
vivimos en un mundo turboglobalizado donde las interacciones entre todas las
partes de la tierra se han acelerado exponencialmente. Ello ha aumentado
notablemente los riesgos (Beck, 2006) por ejemplo en la propagación de las
enfermedades (basta comparar el avance de la famosa Peste negra en el siglo XV
con el AIDS hace unas décadas). También ha generado la proliferación e importancia
de “fenómenos-inter”. Son procesos sociales de integración y mezcla con grandes
efectos económicos, políticos e incluso psicológicos que afectan cada vez más a
toda la población mundial.
Quizás el más exitoso "fenómeno-inter", que hoy asumimos ya sin darnos cuenta de su inmenso impacto transformador es Inter-net, la famosa y cacofónica “World Wide Web”. También podemos incluir entre los actuales “fenómenos inter” la intersubjetividad, la intercomprensión, la interdemocracia (Alessandra Silveira), la internormatividad, la interjurisdiscionalidad, la interiusfundamentalidad...
Ahora
bien, ahora nos centraremos en los actuales fenómenos de
interconstitucionalidad que inevitablemente resultan de los procesos de
integración internacional, como la Unión Europea, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, etc.
También es el caso de importantes tendencias
interculturales como el creciente multiculturalismo y la extensión de fenómenos-inter
más mercantiles como el Mercosul o los famosos Tratados Transpacífico (TPP que afecta
el 40% del comercio mundial) y Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones entre la UE y EEUU (TTIP). Como vemos son inquietantes fenómenos-inter que ponen de manifiesto el poder de la
lex mercatoria en la gobernanza turboglobalizada, que naturalmente impulsa
muchos y relevantes cambios en las sociedades, los Estados y los marcos
judiciales nacionales e internacionales.
Otro decisivo fenómeno-inter de nuestro tiempo es que, cada vez más, tendemos a un mundo con soberanías compartidas y poderes superpuestos; de ahí la importancia de los análisis multinivel (Freixes, Remotti, Marrani…, 2012) y macrofilosóficos (Mayos, 2016 y 2012b). Puede sorprender pero actualmente las formas de gobernanza mundial vuelven a recordar los grandes imperios multiculturales de otras épocas y, por ello, adquiere de nuevo vigencia la idea de “gobierno mixto" del grecoromano Polibio.
También
se estructura como un fenómeno-inter la reciente jurisprudencia de la Corte
Suprema de los Estados Unidos sobre la doctrina de la “soberanía dual” (Ballbé y
Martínez, 2003). Pues, bajo el espíritu “unum pluribus”, considera que -en un
mundo turboglobalizado- el respeto, reconocimiento y preservación de la
diversidad de poderes y soberanías fortalece en última instancia la unidad política,
social y estatal.
La turboglobalización, por tanto, impulsa el fenómeno-inter de
la soberanía dual, superando el viejo modelo de Estado-nación totalmente estanco,
autárquico, unilateral y cerrado a la coparticipación de las distintas instancias
políticas tanto sub como supraestatales.
Inicio del artículo “Interconstitucionalidades, desarrollo y élites extractivas en la crisis global” de Gonçal Mayos (pp. 59-78) en Constitucionalismo e Geopolítica: Estudos comparados sobre efetividade constitucional, Alexandre Walmott & Saulo P. Coelho (coords.) D. Safe Coelho & Felipe M. Bambirra (orgs.), Uberlândia: Editora Laboratório Americano de Estudos Constitucionais Comparados, 2017, 406 p.
Inicio del artículo “Interconstitucionalidades, desarrollo y élites extractivas en la crisis global” de Gonçal Mayos (pp. 59-78) en Constitucionalismo e Geopolítica: Estudos comparados sobre efetividade constitucional, Alexandre Walmott & Saulo P. Coelho (coords.) D. Safe Coelho & Felipe M. Bambirra (orgs.), Uberlândia: Editora Laboratório Americano de Estudos Constitucionais Comparados, 2017, 406 p.
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