Los fenómenos-inter turboglobalizados y neoliberales
juegan por el momento claramente en favor de los intereses particulares de esas
élites extractivas globales y en contra del resto de la población e –incluso-
de las políticas de los Estados nacionales.
Tal situación nos parece
difícilmente reversible a medio plazo si no se impulsan otros fenómenos-inter,
que claramente son menos favorables a los intereses de esas élites y que –si se
llevan a cabo adecuadamente- pueden empoderar de nuevo a la política y a la
población mundial (incluso sin debilitar en demasía a los Estados nacionales).