¿Sorprendente
toda esta evolución? Seguramente lo es tanto su puesta en marcha, como su
destrucción. De alguna manera ha confirmado que había malestares, exclusiones y
reivindicaciones que la sociedad y el gobierno no veían. ¿Era el efecto del
autismo del establishment que con el tiempo ya ni se percibe? Aunque venía de
mucho más atrás (como hemos apuntado) todo comenzó a eclosionar en el mes marzo
de 1968, pero como un conflicto relativamente banal y casi meramente
generacional, ¡de jóvenes estudiantes vaya!
En medio de
la indiferencia, casi de la invisibilidad, durante el mes de abril se fue
incubando e infectando, hasta explotar en el famoso mes de mayo. Entonces, se
manifestó como un movimiento de nuevo cuño que inauguraba un nuevo tipo de
ciclo revolucionario. Sin duda los situacionistas eran de los que mejor habían
profetizado y captado su naturaleza; aunque no al cien por cien, pues junio
–tradicionalmente mes de exámenes- les sorprendió con una evolución imprevista
y que les fue dolorosísima. La “situación” creada en mayo chocó con sus propios
límites y contradicciones; mientras que sus enemigos –que parecían casi
muertos- resurgen sorprendentemente reforzados.
Así el
resultado de las elecciones anticipadas del 23 y 30 de junio parecía que
enterraban definitivamente el Mayo y cualquier alternativa al gaullismo. Pues
éste y sus aliados obtuvieron el 60% de los votos y 293 diputados. En cambio,
la izquierda (que aunque tarde se había comprometido con el Mayo) pierde la
mitad de su fuerza: el Partido Comunista disminuye del 15% y 73 representantes
al 6'98% y 34 diputados, mientras que la Federación de la Izquierda Democrática
y Socialista de François Mitterrand pasa de 121 a 61 diputados.
Ahora bien,
olvidando la importancia que habían tenido el miedo, el cansancio, la
desconfianza y el desencanto; el dramático y espectacular (en los dos sentidos
del término) giro experimentado al final, hizo creer a De Gaulle, su gobierno y
los sectores conservadores que el Mayo tan sólo había sido un espejismo, una
breve –aunque virulenta- fiebre primaveral. Se sintieron confirmados en sus
principios y estrategias tradicionales; pues ¡¿los habían sacado del apuro,
no?! Incluso pensaron que salían reforzados.
Pero no fue
así y, aunque fueron necesarios todavía unos meses, se demostró que el Mayo no
había pasado en vano y que permanecían muchos malestares e inquietudes. Todo
ello podemos verlo ejemplificado en el –cuanto menos arriesgado- atrevimiento
de De Gaulle de vincular su futuro político al resultado del referéndum del
27-4-1969.
Consideraba
que su triunfo sobre el Mayo le había dado una adhesión plena y carismática a
su persona y que, por tanto, podía reconducir la reforma de la Republique de
acuerdo con sus intereses e incorporando unos cambios cosméticos. Incluso creía
tener las claves para enterrar y hacer imposible otro Mayo (creía que sus ideas
eran la “solución”).
Ahora bien,
la mayoría de la población (incluso los que al final se habían desentendido del
Mayo) tiene muy claro que De Gaulle y su generación sobre todo son parte del
problema que lo había provocado. Por ello, se convierte en el fin de la
generación de líderes de la IIª Guerra Mundial y del personalismo de la Vª
República francesa.
Sin embargo,
como la población tampoco ha comprendido mucho de lo recientemente vivido,
apuesta por cambiar las personas, pero idealiza e intenta volver a la situación
anterior. Una parte considerable de la población quiere recuperar la “tranquila
situación” anterior al Mayo, olvidando las nuevas inquietudes y conflictos que
lo hicieron posible.
Ello quizás
es el mayor fracaso y desazón para los situacionistas, pues la “situación” que
creen haber puesto en marcha, no sólo no ha alcanzado un punto de no retorno,
sino que –en gran medida- ha sido vencida por el profundo deseo -de gran parte
de la sociedad- de continuar durmiendo bajo el arrullo del “espectáculo”.
Ahora bien
la historia nunca se repite y el Mayo del 68 no hay que valorarlo por sus
ganancias sociales inmediatas (unos aumentos de sueldo que rápidamente estarán amortizados,
la dimisión final de De Gaulle y el final del dominio de su generación...). Se
lo debe valorar principalmente por sus influencias a medio y largo plazo: el
largo debate que despertó, las novedades históricas que trajo, los nuevos
movimientos sociales que impulsó... Todo ello no ha sido todavía
suficientemente analizado.
El interés no ha disminuido desde entonces y eso que “más de trescientos libros acerca del mayo del 68 fueron publicados el año posterior [...además] Cohn-Bendit y todos los que compartieron con él ese acontecimiento escribieron como si nada fuese a estar jamás a la altura de lo que habían visto y hecho, [...pero] la parte interpretada por los situacionistas fue suprimida desde el principio. Tal cosa se debe a que se habían creado muchos enemigos, y a que fue tanto lo que se les exigió a esos hechos, que tras ellos no quedaron más que unas definiciones” (MARCUS, 1993: 451).
Es cierto, la IS no pudo recuperarse nunca del fracaso de su más preciada y ambiciosa “situación”, aquella que empañaba y reducía a simples esbozos todas las anteriores. Pero ello no niega que los análisis situacionistas sean todavía de los mejores para explicar el nuevo tipo de revoluciones que -como la del Mayo del 1968- se producen:
- en sociedades avanzadas y en medio de unas décadas de enorme crecimiento económico,
- protagonizadas por masas urbanas ya acostumbradas al consumo y a los medios audiovisuales,
- lideradas por una juventud educada y con plena incorporación de la mujer (como la Revolución Cultural maoísta, casi paralela),
- capaz de generar potentes subculturas contraculturales y nuevas reivindicaciones (por ejemplo hacia la revolución sexual).
Recordemos que Herbert Marcuse y Wilhelm Reich habían argumentado la necesidad de la represión sexual para garantizar la disciplinación productiva y general que exigen las sociedades capitalistas avanzadas.
- en sociedades avanzadas y en medio de unas décadas de enorme crecimiento económico,
- protagonizadas por masas urbanas ya acostumbradas al consumo y a los medios audiovisuales,
- lideradas por una juventud educada y con plena incorporación de la mujer (como la Revolución Cultural maoísta, casi paralela),
- capaz de generar potentes subculturas contraculturales y nuevas reivindicaciones (por ejemplo hacia la revolución sexual).
Recordemos que Herbert Marcuse y Wilhelm Reich habían argumentado la necesidad de la represión sexual para garantizar la disciplinación productiva y general que exigen las sociedades capitalistas avanzadas.
En todo caso y de todo ello, quedó una experiencia social decisiva que
todavía hoy (más de 40 años después) tenemos que repensar profundamente. Pocas
veces en la historia, como en el situacionismo el inconformismo y la creación
en cultura, poesía o arte fueron tan paralelos e inseparables de la política y
la subversión revolucionaria. Finalmente pudieron vivir –social y colectivamente-
lo que siempre buscaron: “el redescubrimiento de la historia colectiva e
individual, el sentido de una intervención posible sobre la historia y de un
acontecimiento irreversible, con la sensación de que ‘nada sería ya como
antes’.
La gente contemplaba divertida la existencia enajenada que había llevado ocho horas antes […] El movimiento de ocupaciones [durante el Mayo] era evidentemente el rechazo del trabajo alienado; y por tanto la fiesta, el juego, la presencia real de los hombre y del tiempo. Era también el rechazo de toda autoridad, de toda especialización, de toda desposesión jerárquica; rechazo del Estado, y por tanto de los partidos y de los sindicatos” (IS, vol. 3, 2001, p. 534).
La gente contemplaba divertida la existencia enajenada que había llevado ocho horas antes […] El movimiento de ocupaciones [durante el Mayo] era evidentemente el rechazo del trabajo alienado; y por tanto la fiesta, el juego, la presencia real de los hombre y del tiempo. Era también el rechazo de toda autoridad, de toda especialización, de toda desposesión jerárquica; rechazo del Estado, y por tanto de los partidos y de los sindicatos” (IS, vol. 3, 2001, p. 534).
Muy pocos movimientos han triunfado y fracasado de manera tan rotunda (y
quizás inseparable) al actuar de comadronas (como solía decir que hacía
Sócrates) de un nuevo presente y de un largo futuro. La IS fue decisiva
“comadrona” del Mayo, “la mayor huelga general que haya paralizado nunca la
economía de un país industrial avanzado” (IS, vol. 3, 2001, p. 533),
gracias a que -como dicen- “Si muchas personas hicieron lo que nosotros
escribimos, es porque nosotros habíamos escrito esencialmente lo negativo que
habíamos vivido” (IS, vol. 3, 2001, p. 535).
Ahora bien no se quedaron ahí y su muy versátil potencial se extiende
incluso hasta hoy. Por eso, incluso en su exilio posterior al Mayo, proclaman:
“Ahora estamos seguros del resultado satisfactorio de nuestras actividades; la
I.S. será superada.” (IS, vol. 3, 2001, p. 562)
Pero esa expresión no es ninguna aceptación de fracaso, pues quieren decir que continuará el proceso creativo-revolucionario, del que querían ser impulsores y que –por tanto- la IS será en la historia tan sólo un momento inicial y muy superado por los acontecimientos. Juzgue el amable lector.
Pero esa expresión no es ninguna aceptación de fracaso, pues quieren decir que continuará el proceso creativo-revolucionario, del que querían ser impulsores y que –por tanto- la IS será en la historia tan sólo un momento inicial y muy superado por los acontecimientos. Juzgue el amable lector.
Total del artículo en los posts:
POLITIZACIÓN SITUACIONISTA. ADIOS AL LETRISMO;
ESCISIONES Y "SITUACIÓN" NO ES UN "OBJETO ARTÍSTICO";
¿VANGUARDISTAS O REVOLUCIONARIOS?;
REVOLUCIÓN CULTURAL Y PREPARACIÓN MAYO1968;
MAYO1968: LA "SITUACIÓN" DESEADA;
MAYO1968: "SITUACIÓN" REVOLUCIONARIA;
MOMENTO ÁLGIDO DEL MAYO1968;
MAYO1968: LA REVOLUCIÓN SE AUTODESTRUYE; y
SITUACIONISTAS DESPUÉS DEL MAYO1968.
ESCISIONES Y "SITUACIÓN" NO ES UN "OBJETO ARTÍSTICO";
¿VANGUARDISTAS O REVOLUCIONARIOS?;
REVOLUCIÓN CULTURAL Y PREPARACIÓN MAYO1968;
MAYO1968: LA "SITUACIÓN" DESEADA;
MAYO1968: "SITUACIÓN" REVOLUCIONARIA;
MOMENTO ÁLGIDO DEL MAYO1968;
MAYO1968: LA REVOLUCIÓN SE AUTODESTRUYE; y
SITUACIONISTAS DESPUÉS DEL MAYO1968.
Publicado en “Situacionismo: la Vanguardia de la Revolución” de G. Mayos en Revista Brasileira de Estudos Políticos, Belo Horizonte, n. 111, jul./dez., 2015.
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complètes 1952-1978, Paris : Gallimard, 1994.
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Comentarios sobre la sociedad del espectáculo. Seguido de: Prólogo a la
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2003.
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Internacional. Textos completos en
castellano de la revista Internationale Situationniste (1958-1969), 3 volúmenes, Madrid: Literatura Gris, 2001. Citaremos
el texto por las iniciales IS, el volumen, el año y la página.
VANEIGEM, Raoul. Tratado del saber vivir para uso de las
jóvenes generaciones. Barcelona: Anagrama, 1998.
VINEN, Richard. Europa en fragmentos. Historia del viejo continente en
el siglo XX, Barcelona: Península, 2002.
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