Así lo macro complementa y potencia críticamente lo micro
Es casi increíble ver cómo cambia con el enfoque ‘macro’ nuestra comprensión de las complejidades de la política, de los derechos humanos, de las determinaciones y capabilities sociales. Pues facilita la desnaturalización y deslegitimación de las exclusiones que todos padecemos, de los destinos y opciones que nos serán otorgados, de los trabajos y profesiones remuneradas que se nos permitirán o no, e incluso de las determinaciones y ocupaciones que muchas llevaran a cabo aunque jamás se les remuneraran a pesar de lo esenciales o costosas que sean.
Y al contrario los análisis macro permiten penetrar en la politización originaria (luego olvidada) que convirtió en casi un destino esas exclusiones y determinaciones. Digámoslo claramente: nuestro destino y lo que podemos luchar por ser en lo político, social y existencial necesita ser dilucidado a partir de un enfoque ‘macro’.
Naturalmente tiene que ser fecundado por todas las complejidades de lo micro y lo que descubren las ciencias hiperespecializadas, pero todo eso solo revela sus complejas implicaciones políticas a partir de la radicalidad macrofilosófica que permite desestructurar las máscaras construidas durante la historia. En esa tarea crítica, la macrofilosofía[1] potencia las cuestiones ‘cósmico-kantianas’ de cada una de las ciencias, pues les da un marco i un sentido general.
Solo superaremos los desenfoques crónicos del monocultivo hiperespecializado de lo micro, cuando seamos capaces de entrar en la guerra de guerrillas de los enfoques ‘macro’ ya posibles ahora en las distintas ciencias. Otra cosa es que corresponga a la macrofilosofía ordenarlos, estructurarles, disponerles eficientemente, coordinarlos y sintetizarlos.
Por tanto, más que reivindicar a la macrofilosofía, mi posición exige que no renunciemos a completar las cuestiones micro, positivistas, detalladas y precisas con las cuestiones cósmico-kantianas. Y no sólo en la filosofía, en la economía, la política, la sociología y la historia (donde ya funciona exitosamente la distinción y complementación de disciplinas micro y macro) sino ¡en todas las ciencias!
Tenemos pues que equilibrar la tendencia excesiva, limitadora, castradora y acrítica que identifica lo epistémico riguroso a lo micro, marginando así las grandes cuestiones macro. No niego que la estrategia hiperespecializadora ha dado históricamente grandes frutos, pero hoy muestra su agotamiento y además experimentamos con urgencia la necesidad de contrarrestar tal tendencia en todos los saberes. Las cuestiones cósmicas y macro tienen que volver a ser asumidas en todas y cada una de las disciplinas. Ninguna debe quedar al margen pues -como avisaba Kant- no sólo lo pagará ella y sus estudiosos sino el conjunto de la humanidad.
Valoremos por un momento la importancia que ha tenido la larga limitación a lo micro para invisibilizar y evitar el reconocimiento pleno del cambio climático y, por tanto, en retrasar la necesaria respuesta global. Conjuntamente con el ideal de modernización y de progreso económico-industrial, ha evitado -durante demasiadas décadas y a pesar de las crecientes evidencias- la toma de conciencia en la población y los gobiernos que -hoy- parece abrirse paso. Queremos destacar que para ello ha sido de gran eficacia una dispersa e ideologizada guerra de guerrillas que, afortunada y finalmente, profundiza en un más templado, riguroso y holista análisis macro.
El cambio climático es uno de los ejemplos más obvios de que, perdidos en los microproblemas departamentales, disciplinares y académicos, muchas veces no conseguimos percibir ni reaccionar a los macroproblemas globales. Hablamos continuamente de mundialización y turboglobalización pero académicamente ¡y por tanto mentalmente! continuamos presos de microparcelaciones que nos impiden ver el bosque tras los árboles.
¡Por una ‘guerra de guerrillas’ ‘macro’ en todas las ciencias!
No podemos renunciar pues a los análisis macro en todas y cada una de las ciencias. No podemos condenar el pensar humano al lecho de Procusto de los saberes micro hiperespecializados. Pues ellos continuarán haciéndonos cada vez más poderosos pero también más desorientados, ‘idiotés’ en sentido griego e incapaces de tomar las riendas de nuestro futuro ‘cósmico-kantiano’.
Eso es especialmente grave en una era que hemos llamado ‘antroposceno’ porque es aquella donde la humanidad es el agente determinante del destino de la Tierra. La vida en general y de todas las especies -incluyendo la nuestra- dependen del enorme poder tecnocientífico atesorado hoy por la humanidad. Pero todo poder exige una responsabilidad equivalente.
Pues bien, es cierto que la hiperespecialización micro ha desarrollado un poder enorme, capaz de destruir la Tierra en su conjunto, pero en cambio no ha permitido que la humanidad avance suficientemente por lo que respecta a la responsabilidad. Por tanto, no podemos continuar aumentando la distancia abismal entre lo que podemos hacer y la imprescindible reflexión ético-política de lo que debemos hacer con tanto poder.
La voluntad de poder humana es un impulso macro que está detrás de todas nuestros esfuerzos y objetivos, pero desde hace siglos hemos dejado que se expanda en todas partes con parcelaciones micro que impiden percibir y reconducir las consecuencias conjuntas resultantes. Así nos hemos convertido en mucho más poderosos, pero también en más suicidamente ciegos.
La macrofilosofía no es la curación de esa culpable ceguera -que diría Kant-, pero sí que señala por donde hay que ir para recuperar antiguas y buenas sendas. Pues la filosofía -que fue la madre de todas las ciencias- mantiene el recuerdo de la emancipación y especialización de todas ellas. Por tanto, sabe que hoy esa tarea ya no la puede realizar por si sola, necesita la colaboración de todas las ciencias que deben asumir su parte de responsabilidad y de las reflexiones macro que la humanidad necesita.
[1] Véanse Gonçal Mayos
(2013) "Macrofilosofía
y siglo XXI" en Bavaresco, Agemir; Moraes, Alfredo (Orgs.) Paixão
e Astúcia da Razão, Porto Alegre: Editora Fi, y (2012) Macrofilosofía
de la Modernidad, Rota: dLibro.
Como citar este artículo: MAYOS, Gonçal. Límites de la hiperespecialización. Necesidad de la macrofilosofía. Revista de Ciências do Estado, v. 6, n. 2, p. 1–21, 2021. Verlo en los posts:
VIDEO: HIPERESPECIALIZACIÓN CONTRA MACROFILOSOFÍA
CONTRA LA HIPERESPECIALIZACIÓN: ¡SAPERE AUDE! Y KANT
¿ALIANZA ENTRE FILOSOFÍA Y CIENCIA MICROESPECIALIZADA?
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