En nuestro análisis macrofilosófico, partiremos
de la práctica inseparabilidad de los dos primeros niveles de funciones en
Maslow y que debe satisfacer un hogar acorde con la condición humana.
Significativamente esa era la perspectiva tradicional desde Grecia, por
ejemplo, en el Protágoras de Platón (1997) donde se explica el mito de
la deficitaria dotación humana por parte de Epimeteo, que obliga a su hermano
-Prometeo- a compensarla donado a los humanos el fuego y el arte técnico que
‘roba’ a los dioses. Efectivamente, dada la muy débil naturaleza humana (sin
pelo, ni gruesa piel, garras o mandíbulas formidables...) el hogar ofrece en
primer lugar cobijo y protección
física a distintos niveles:
En primer lugar, ante la intemperie, el frio, el calor y las distintas inclemencias climáticas. En segundo lugar, ante la violencia ya sea exterior a la humanidad, por ejemplo: de animales depredadores, ya sea frente a otros humanos violentos. El miedo a bestias peligrosas era algo muy presente antiguamente, pero lo es cada vez menos en las ciudades actuales, si bien continúa siendo importante la presencia de parásitos y enfermedades peligrosos para la salud. En cambio, en esas mismas ciudades parece augmentar el miedo a la violencia humana en forma de agresiones, malos tratos, violaciones sexuales, asesinatos…
En segundo lugar, otro gran grupo de necesidades humanas que son difíciles de satisfacer por parte del colectivo sinhogar son aquellas vinculadas a la regeneración del organismo y a llevar a cabo la higiene corporal. No nos alargaremos en detallarlas, no porque no sean vitales, sino precisamente al contrario lo son tanto que hay muchos expertos más capacitados que nosotros que las están analizando exhaustivamente. Nosotros solo apuntaremos a efectos de inventario que tales necesidades incluyen funciones orgánicas tan vitales como: orinar, defecar, lavarse, dormir, eliminar parásitos, curar heridas o lesiones corporales, cocinar y comer saludablemente, etc.
Como puede verse, hemos analizado conjunta y brevemente los dos primeros niveles de Maslow: el fisiológico y el de seguridad. En ellos hay ahora mismo hay suficiente consenso en su análisis tanto entre los expertos como incluso la población, ello nos permitirá avanzar hacia el análisis de funciones y necesidades donde ese consenso no es tan evidente. Además, las necesidades hasta el momento apuntadas pueden satisfacerse relativamente bien con la existencia de instituciones sociales de apoyo ya existentes en muchos sitios y bien estudiadas desde hace tiempo como albergues, duchas, enfermerías, comedores….
A pesar de la dignidad y buen trato que ofrecen muchos albergues y sus servicios de higiene, salud, restauración, etc. en general no ofrecen la estabilidad, continuidad y seguridad necesarias para suplir el “hogar humano”. Por ejemplo, no son un refugio permanente con el que cada persona sin-hogar pueda contar incondicionalmente. Por tanto, no constituyen ningún hogar propio ni estable y tienden a ofrecer servicios limitados temporal y discrecionalmente que, además, no incluyen todas las funciones fisiológicas o de seguridad relevantes. Entre ellas podemos destacar necesidades como: la superación del paro, de la inserción laboral y profesional, de los mínimos recursos y propiedades, e incluso de reunión familiar y de relaciones sexuales.
Sin duda los albergues y otras instituciones ofrecen ayudas, servicios y recursos muy importantes y que hay que ampliar pues, lamentablemente, no todos los sin-hogar los tienen garantizados. Ahora bien, suelen comportar una gran rotación, inseguridad, precariedad y discrecionalidad, que obligan a las personas sin hogar al estrés de volver a preguntarse constantemente dónde y cómo podrán albergarse. Esa dinámica estresante impide poder edificar un hogar familiar, una vida en común e incluso cualquier proyecto personal más allá de sobrevivir hasta mañana.
Incluso en las mejores circunstancias, las administraciones no son conscientes que las opciones ofrecidas a las personas sin hogar tan solo cubren las necesidades más inmediatas. Habitualmente no les dejan espacio mental ni tampoco pueden satisfacer necesidades humanas clave como la educación que suele requerir -llegado a un cierto nivel- un espacio adecuado para la interiorización, memorización y la reflexión.
A partir del artículo “Macrofilosofia del hogar, de su falta y de las necesidades humanas” de Gonçal Mayos (pp. 136-159) en A população em situação de rua e a questão da moradia, Daniel Gaio e Ana Paula S. Diniz, (Organizadores). Belo Horizonte: Impresa Universitária da UFMG, 2021, 283 p., Ebook, ISBN: 978-85-7470-054-0. Disponível em: https://www.bu.ufmg.br/imagem/000026/000026ff.pdf.
Ver los posts:
OSTRAS, TERMITAS, EL 'HOMBRE DE VITRUVIO' Y LA NAVE PIONER
ORGULLO HUMANISTA MENOSPRECIA LA NECESIDAD DE HOGAR
FUNCIONES DEL HOGAR, PATOLOGÍAS SIN ÉL
NECESIDADES FISIOLÓGICAS Y DE SEGURIDAD
HOGAR, SOCIALIZACIÓN, FAMILIA Y DESARROLLO COGNITIVO-EMOCIONAL
PROYECTOS PERSONALES Y COLECTIVOS, Y EL HOGAR
OSTRAS, TERMITAS, EL 'HOMBRE DE VITRUVIO' Y LA NAVE PIONER
ORGULLO HUMANISTA MENOSPRECIA LA NECESIDAD DE HOGAR
FUNCIONES DEL HOGAR, PATOLOGÍAS SIN ÉL
NECESIDADES FISIOLÓGICAS Y DE SEGURIDAD
HOGAR, SOCIALIZACIÓN, FAMILIA Y DESARROLLO COGNITIVO-EMOCIONAL
PROYECTOS PERSONALES Y COLECTIVOS, Y EL HOGAR
No comments:
Post a Comment