Para los herederos del realismo antropológico-político de Maquiavelo, Hobbes, Spinoza, Hegel, Marx, también Nietzsche y el Freud de El malestar en la cultura no tiene sentido pensar un mundo sin poder, control o represión. Asumen que el mundo es un conjunto de poderes y que, por tanto, existir comporta convivir en y con esos distintos poderes. Para la tradición político-realista, aunque evitan usar términos metafísicos, “Ser” es ser un poder y ejercer algún tipo de control, a la vez que padecer el influjo de los otros poderes y controles.
Ciertamente algunos de esos pensadores -por ejemplo, Hobbes- consideran que el poder es un lugar fijo o una soberanía perfectamente definible que es detentada absolutamente o, al contrario, en absoluto. En tal caso, el poder “se tiene” o no, y se tiene absolutamente o en una medida completamente menospreciable. En tal caso, la sociedad se divide entre poderosos -que pueden concentrarse en el monarca o en la asamblea que detenta la soberanía última- y la multitud informe de los súbditos individuales y desposeídos de todo poder político.
Aunque desarrolla también una visión realista, Foucault mostró agudamente que el poder no es una entidad fija, única, macrofísica, estable, sólida y permanente. Es más bien algo plural, en equilibrio inestable, que se comporta como flujos circulantes y que está repartido microfísicamente por toda la sociedad. En tal caso, el mundo está formado por multitud de poderes que chocan entre sí complejamente según su distinta potencia, forma, dirección, etc. y definen una compleja microfísica donde -las posiciones que en un momento dado resultan privilegiadas- pueden ser sustituidas por otras con rapidez. Así, históricamente el trono o la corte de la monarquía y el púlpito eclesiástico fueron superados por otros nódulos de poder y control como el partido político, el periódico del “cuarto poder” o las “redes sociales” en Internet.
Por tanto, hay que ir más allá de las simplistas macrofísicas que imaginan el poder como la posesión de un lugar social fijo o de una institución con exclusión de los otros agentes. Es erróneo imaginar que el poder es único, unívoco, sin feedback y con un lugar “natural” que, por tanto, es controlado totalmente por aquel que ocupa ese lugar. Muy al contrario, el poder es un flujo más errante de lo que parece, si bien, -como los rápidos torrentes o los lentos glaciares- es capaz de labrar un amplio surco a su paso y, por tanto, controla a los que se sitúan bajo sus efectos (más bien que ellos le controlan a él).
Con mucha más flexibilidad que los pesados glaciares, pero similarmente imparables. el flujo dialéctico de los poderes cambia con el tiempo, redefiniendo así los grandes cauces que afectan decisivamente a los sujetos que se mueven bajo su gravitación. Como en la física contemporánea, hay que ver el poder como un flujo gravitacional que afecta y controla un cierto espacio, haciendo que los objetos o sujetos bajo su acción tiendan a moverse en una dirección más que hacia otra.
El poder o los poderes son, pues, los causantes de que un cierto horizonte de acontecimientos sea mucho más probable que otros. Como hemos apuntado: el Poder se caracteriza por su relación íntima con el Ser, por ser acto y potencia de ser, tanto por lo que respecta a los acontecimientos exteriores (tanto de la physis como del nomos y la polis) como los “interiores” de las subjetivaciones y los saberes.
Sin embargo, en sí mismas, esas fuerzas gravitacionales o de poder tienen una naturaleza esquiva pues remiten al funcionamiento de partículas subatómicas que todavía no conocemos plenamente. Sabemos de sus poderosos efectos, vemos que controlan las interacciones haciendo que unas sean mucho más probables que otras, constatamos que sus cambios microfísicos transforman el funcionamiento de instituciones macrofísicas e incluso a las subjetivaciones psicológico-ideológicas. En definitiva, sabemos que controlan los distintos subsistemas en que viven los humanos (Niklas Luhmann), que los determinan en tanto que cuerpos biológicos, miembros de sociedades e instituciones, mentes y sujetos.
Ahora bien, la generación actual no acaba de comprender plenamente cómo se produce todo eso ni cómo funciona tal determinación; pues hay evidencias de que, aparentemente, pequeños cambios microfísicos, producen enormes efectos macrofísicos, hay inexplicables efectos cuánticos o “mariposa”, imprevisibles rupturas y “catástrofes”. Ello pone en cuestión ¡aún más! la creencia tradicional en que el poder necesariamente es monopolizado por una única entidad que concentra toda soberanía y es capaz de controlar ese “monstruo” estatal que Hobbes llamó “Leviathan”, para que no degenere en su caótico antagonista “Behemoth”.
Como venimos analizando, las teorías sobre el poder y el control han sufrido una radical transformación en las últimas décadas. Se descree del Poder en mayúsculas, único, sólido y que elimina cualquier capacidad autónoma de control en todos los restantes agentes, convirtiéndolos simplemente en “súbditos”. En cambio, se va profundizando en la estructuración del poder como una red fluida, inestable, múltiple, dialéctica y cibernética.
Los efectos de retroalimentación y autoconstitución cibernéticos están siendo desarrollados en las últimas décadas desde perspectivas tan distintas como Gilles Deleuze, Felix Guattari, Humberto Maturana, Francisco Varela, Niklas Lukmann, la Unidad de Investigación en Cultura Cibernética (Ccru) de la Universidad de Warwick, Nick Land, La hipótesis cibernética del colectivo Tiqqun, el aceleracionismo y el realismo especulativo (solo para destacar algunas).
Forma parte del artículo “Dominar o empoderar. Dialéctica histórico-conceptual del poder y del control” de Gonçal Mayos (pp. 231-264) en Ciudadanía bajo control: Perfiles políticos y culturales, Norbert Bilbeny e Ignasi Terradas (eds.), Enrique Díaz Álvarez, Jule Goikoetxea, Francesco Petrone, José Antonio Estévez, Gonçal Mayos y Martha Palacios. Barcelona: Icaria editorial, 2021, ISBN: 978-84-18826-36-8, Depósito legal: B 19160-2021. Ver los posts: SER ES PODER Y CONTROL, DIFERENCIA ONTOLÓGICA APLICADA AL PODER Y EL CONTROL, PODER, CONTROL Y CONFLICTO COMO NEGATIVOS, POSITIVIDAD DEL PODER Y EL CONTROL, INSTITUIR EXISTENCIAS, VIDAS Y PODERES MARGINADOS, MICROFÍSICA DEL PODER DETERMINA LA MACROFÍSICA, ¿CÓMO SE ESCONDE EL PODER?, PODER Y DESTRUCCIÓN CREATIVA, PODER Y CONTROL: INSEPARABLES DE LA VIDA y ANTROPOSCENO: VIDA, CONTROL DEL ENTORNO Y AUTOCONTROL
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