Olinda |
Juntas -micro y macrofilosofía- podrán restablecer en su valor humano, histórico y epistémico clásico-griego una filosofía que hoy pasa sus peores días y se pierde en el calidoscopio cognitivo impuesto por la creciente disciplinación y ultraespecialización de los saberes.
La microfilosofía ha tomado conciencia de su identidad
con la historia de la filosofía, profundiza en el vínculo dialéctico e
histórico del concepto (Hegel) en el canon filosófico clásico y busca el rigor en la profundización y la fidelidad al texto. “Desconstruye”
(Derrida) creativamente y hasta la extenuación la metafísica que Heidegger
proclamaba “destruir” (dos posibles traducciones del término alemán “Abbau”).
Sólo la filosofía puede hoy liderar la síntesis –necesariamente holista, integrada y transversal- que piense y estructure nuestro presente escindido calidoscópicamente en la
hiperespecialización de las disciplinas. Desde la escisión, la multiplicidad sin coherencia, el enfoque parcial, la dispersión de problemáticas… parece imposible
encarar nuestros riegos mundiales (U. Beck). Y claudicamos incluso ante el simple
planteo de los problemas globales y complejamente interrelacionados que nos
amenazan.
Recife |
Ante problemas tan acuciantes, complejos y
con múltiples ramificaciones globales, las administraciones y el mundo
académico sólo sabe responder con más hiperespecialización, con más
fragmentación, con más fronteras disciplinares vigiladas celosamente, con más
perspectivas parciales que no consiguen ofrecer a la crecientemente angustiada
sociedad un marco general integrado.
Ahí vuelve a tener hoy la filosofía un papel
decisivo a jugar. De nuevo la filosofía puede volver a reclamar para sí el
papel clásico griego de episteme, pero tan solo en la medida que pueda
globalizar, sintetizar, totalizar o ayudar a dar un marco conjunto a las
ultraespecializadas y disciplinarmente escindidas ciencias de hoy día.
Pero para ello la filosofía actual debe
recuperar su originaria y clásica (“griega” para decirlo así) vocación
macrofilosófica. Naturalmente para ello le es imprescindible y de gran ayuda la
buena microfilosofía que la mantiene enlazada precisamente con su origen
clásico y su perenne condición “griega”.
G. Mayos, J.A. Bonaccini y R.B. Louden |
Ese fue mi mensaje principal en la ponencia
que pronuncié en el Congresso Internacional de Filosofia “Desafios da Filosofia no Século 21” en la Universidade Federal de Pernambuco (Recife, Brasil) los días 25 a 27 de agosto de 2013.
El congreso homenajeó a los profesores Maria de Miranda, Geraldo da Silva y, especialmente, al gran traductor e introductor de Hegel (junto con el Pe. Henrique Vaz) en el Brasil: Paulo de Meneses SJ (1924-2012).
El congreso homenajeó a los profesores Maria de Miranda, Geraldo da Silva y, especialmente, al gran traductor e introductor de Hegel (junto con el Pe. Henrique Vaz) en el Brasil: Paulo de Meneses SJ (1924-2012).
Mi reivindicación de la macrofilosofía
coincidió y se hermanó –creo que muy eficazmente- con la excelente y muy
detallada microfilosofía del prof. Dr. Robert B. Louden (USM, USA) “Morality
for Humans: Ethical Theory in Kant’s Vigilantius Lecture.” Louden muestra
eficazmente como la lectura de Vigilantius –escrito por un amigo de Kant,
funcionario, jurista y que yo ciertamente no conocía- obliga al gran filósofo a
bajar del análisis transcendental, confrontar su ética con “la frágil
naturaleza humana” y la “propensión humana al mal” e introducir –por tanto- significativos
matices en sus obras.
J.L. Horta y A. Moraes. |
Horta lo distingue y opone a las lecturas -“castrantes” llegó a denunciar- con interés urbanizador, optimistamente panlogicistas, tranquilizadoramente acomodaticias e incluso domesticadoras del “siempre peligroso pensamiento hegeliano”.
También acogió benevolentemente la distinción
entre macro- y micro-filosofía en su magnífica lección que concluía en congreso
el profesor francés Jean-Louis Vieillard-Baron que hoy lidera la escuela de Poitiers
(fundada por Jacques D’Hondt) alrededor del pensamiento de Hegel y Marx.
Explícitamente distinguió en su conferencia una primera parte microfilosófica destinada a explicitar como Hegel piensa el devenir (Werden) como “expresión de la contradicción” e inseparable de la negatividad, la “mediación sin reflexión”, la desaparición en su contrario y la inquietud “à corps perdu”. Por eso imposibilita su captura por categorías como ser o nada, y de hecho por cualquier categoría, conocimiento o pensamiento que se pretenda resultado… lógico y sólido.
Explícitamente distinguió en su conferencia una primera parte microfilosófica destinada a explicitar como Hegel piensa el devenir (Werden) como “expresión de la contradicción” e inseparable de la negatividad, la “mediación sin reflexión”, la desaparición en su contrario y la inquietud “à corps perdu”. Por eso imposibilita su captura por categorías como ser o nada, y de hecho por cualquier categoría, conocimiento o pensamiento que se pretenda resultado… lógico y sólido.
J.L. Vieillard-Barón y A. Moraes |
En la segunda parte, Vieillard-Baron mostró que su brillante análisis microfilosófico tiene potentes
consecuencias macrofilosóficas. Así reconstruyó la paradigmática oposición
entre Heráclito y Parménides y, por tanto, todas aquellas donde el devenir no
termina de ser asumido como había visto revolucionariamente Hegel.
Vieillard-Baron muestra que ello incluye Heráclito y lanza certeras alusiones a otros pensadores del tiempo como Heidegger, Marcuse, Agustín, Bergson, Schelling...
Vieillard-Baron muestra que ello incluye Heráclito y lanza certeras alusiones a otros pensadores del tiempo como Heidegger, Marcuse, Agustín, Bergson, Schelling...
También creo que mostró una enorme capacidad
para extraer consecuencias macrofilosóficas de un brillante y detallado
análisis microfilosófico, el profesor Dr. y articulista (O Globo, O
Estado de São Paulo…) Denis Rosenfield. A partir del comentario comparativo de las
dialécticas hegelianas “del amo y el esclavo” y “de la conciencia infeliz”
mostró las bases existenciales humanas que vinculan dominio y liberación con
religión.
Rosenfield destacó que Hegel pensaba la liberación sobretodo como “autodeterminación” (Selbstbestimmung) evitando expresiones como Befreiung que parecen obviar la relación con un absoluto inmaterial. Así en conversación posterior, Rosenfield estuvo de acuerdo conmigo en que ello incluía –y que él quería destacarlo- la "religatio" de aquello que se acepta como absoluto (es decir: el “ligar” o “lazo” incluido en la etimología de “religión”).
Rosenfield destacó que Hegel pensaba la liberación sobretodo como “autodeterminación” (Selbstbestimmung) evitando expresiones como Befreiung que parecen obviar la relación con un absoluto inmaterial. Así en conversación posterior, Rosenfield estuvo de acuerdo conmigo en que ello incluía –y que él quería destacarlo- la "religatio" de aquello que se acepta como absoluto (es decir: el “ligar” o “lazo” incluido en la etimología de “religión”).
D. Rosenfield |
Aunque –pienso- ello incluye también ciertos
valores e ideologías secularizadas, Rosenfield destaca que –como muestra la
vivencia existencial de la religión- adviene un cierto “amo” (ahora inmaterial
a diferencia del que se opone al esclavo) que constituye “desde dentro” y del
que es imposible escapar. Esa "amo" sólo puede ser obviado, por una culpable “distracción” de
la religatio que representa. Claramente Rosenfield está pensando y está profundamente marcado por el abscondito y vigilante dios judaico.
En otro polo ideológico radicalmente opuesto
se situó el profesor Dr. Pedro Novelli (UNESP) quien también extrajo brillantes
y revolucionarias conclusiones macrofilosóficas y macropolíticas de un
pormenorizado análisis microfilosófico de los textos hegelianos sobre la
propiedad y su papel para la humanidad. Novelli concluyó que, si bien y según Hegel la propiedad es
necesaria en los humanos, de tal manera que “todo el mundo debe poseer algo”, debe ser subordinada a las necesidades humanamente superiores.
J. Vázquez, A. Moraes y P. Novelli |
También se distanció de Rosenfield
y analizando prácticamente los mismos textos con total rigor y transparencia,
el actual vice-presidente de la Sociedade Hegel Brasileira, el prof. Dr. Inácio Helfer (UNISINOS). Mostró los implícitos éticos en favor de un necesario,
universal y recíproco reconocimiento que hay en Hegel, incluso cuando tal
eticidad parece ajena o lejana por los objetivos inmediatos de Hegel, las
necesidades en ese momento de su escritura o por el papel jugado por cada texto
dentro del sistema.
I. Helfer, A. Moraes y J.A. Bonaccini |
Coincidimos plenamente con Helfer en que
Hegel es el principal filósofo del reconocimiento de todos los tiempos,
incluyendo a Axel Honneth “el más kantiano de todos los hegelianos” en aguda
expresión del prof. Horta. También coincidimos Helfer, Horta y yo mismo en que la
exigencia del reconocimiento comporta inevitablemente un fundamento ético y político que no se puede soslayar ni olvidar.
Macrofilosóficos se mostraron también los tres
principales participantes de la Universidade Federal de Pernambuco. El prof.
Dr. Jesús Vázquez (UFPE) sintetizó ágilmente (mostrando el amplio bagaje de una
vida filosófica iniciada en los jesuitas) las deudas actuales con Hegel, pasando por
Husserl, Heidegger y Gadamer siguiendo sobretodo el fundamento constituyente
que yace en el lenguaje.
El prof. Dr. Juan A. Bonaccini (UFPE) dibujó la amplia dialéctica que va de
Kant a Hegel desmontando los tópicos habituales y apuntando a enlaces
anteriores por ejemplo con el wolffismo y derivaciones hegelianas que no son kantianas
en absoluto. Así desmarcó la ontología objetiva perseguida por Hegel del
transcendentalismo de Kant (al que ve inevitablemente subjetivista).
También macrofilosófica fue la propuesta del prof. Dr. Alfredo Moraes (UFPE
y el principal responsable del congreso). Impactó fuertemente en todos los
presentes, su propuesta de una “metafísica relacional” que esté acorde con los
tiempos presentes -que la exigen- y que debería partir del principio que “el
hombre no sabe quién es sin relacionarse”. Considerando la metafísica de Hegel
como una opción actualizable y esencial para el siglo XXI, Moraes está
elaborando su metafísica relacional y apuntó brevemente algunos de los
principales “mimbres” teóricos sobre los que quiere armarla.
Evidentemente en el congreso hubo muchísimo más, macro- y
microfilosóficamente, pero debo dejar mi relato aquí y remitirme al eBook completo que prometen hacer con rapidez los
organizadores. ¡Estén atentos, les interesará!
Recife desde Olinda |
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