Podemos calificar de “política del desconcierto” al
conflictivo escenario institucional y social surgido tras fenómenos inesperados
como p.e. Trump o Bolsonaro. Ese apelativo remite en primer lugar a la desorientación
que provoca tanto en los expertos políticos como en una población desconcertada
y angustiada. Pero también en segundo lugar a la ruptura del “concierto”
ideológico, tanto en la teoría como en la práctica política, que se construyó
hace unos 30 años.
Ya entonces costó integrar y conceptualizar cambios
tan radicales como el final de la Guerra fría y la caída de la URSS, la hegemonía
del "Consenso de Washington" y la aproximación al capitalismo de la China, el “fin
de la historia” de Fukuyama y el “choque de civilizaciones” de Huntington, el
triunfo generalizado del neoliberalismo y la "era de la austeridad", la
turboglobalización y la deriva unilateralista y neocon de los EEUU, etc.
Como entonces, a finales del 2018 nos encontramos ante
el reto de “políticas del desconcierto” resultantes de des-concertantes y
profundas novedades. Todavía no hemos comprendido ni somos capaces de gobernar
la serie de crisis económicas de las “empresas .com”, hipotecaria, financiera y
de las “deudas soberanas” sufridas ya desde hace años. Lo mismo sucede con amenazas como “el fin del
trabajo” masivo (Rifkin) y el impacto de la robótica y la inteligencia
artificial; la aparición de populismos de todo signo, autoritarismos mesiánicos
y la creciente sumisión de la política frente a la economía y los flujos
financieros, etc.
Emergen pues nuevas dinámicas políticas que incluso parecen
moverse más allá o en contra de los grandes ejes ideológicos de “derecha” e “izquierda”
que estructuraban los partidos y los conflictos político-sociales hasta el
momento. Así parece ser atacado el gran eje entre la mayor y la menor redistribución
económica. Es conocido que Trump, Bolsonaro, Le Pen, etc. han tenido un
sorprendente voto transversal y entre los radicales de menor redistribución
pero también ¡paradojalmente! entre los tradicionales beneficiados por ella. Parecen haber
tenido apoyo decido tanto de radicales partidarios del Estado del bienestar
como los que abogan por su total destrucción, tanto de los que reclaman la desaparición de los impuestos como de los que exigen un Estado fuerte y
protector.
Paralelamente también son retados –y con una
virulencia que parecía superada en las últimas décadas- los grandes valores del
reconocimiento social y la igualación de las minorías y las especificidades de
los ciudadanos. No solo son rechazadas las políticas más avanzadas de
compensación positiva o de cuotas, si no incluso valores que hasta hace muy
poco parecían tener un gran consenso social tras ellos: por ejemplo desde el
aborto al divorcio. También aquí las nuevas “políticas del desconcierto” reabren
viejas heridas, replantean en profundidad los debates y generan violencias que
fracturan el cuerpo social.
La población se siente abandonada, sin guía, desconcertada y, por eso, intenta
angustiadamente respuestas a veces contradictorias, nostálgicas, indignadas e
incluso autodestructivas. Ello no nos debe extrañar cuando los grandes
expertos, especialistas y teóricos no son capaces, ya no de predecir la emergencia
de esas “políticas del desconcierto”, sino de explicarlas mínimamente y aunque
sea a posteriori.
Por eso las “políticas del desconcierto” nos exigen actualizar
todos los planteamientos político-sociales. Necesitamos un nuevo “concierto” teórico
y práctico que nos permita captar la gran complejidad macrofilosófica de
nuestro rupturista presente. A analizar distintos aspectos de las inquietantes “políticas del desconcierto” dedicaremos nuestros dos próximos Col.loquis Macrofilosòfics:
El XV Col.loqui Macrofilosòfic “Causes i conseqüències de les polítiques del desconcert” del viernes 11-1-2019 al Seminari María Zambrano de la Universitat de Barcelona (C/ Montalegre, 6, 4t pis) de 16 a 20h 30’.
El XIV Col.loqui Macrofilosòfic “Polítiques del desconcert: Contra la redistribució i el reconeixement?” del viernes 30-11-2018 al Seminari María Zambrano de la Universitat de Barcelona (C/ Montalegre, 6, 4t pis) de 16 a 20h 30’.
Véanse los posts:
- SENTIDOS DE 'POLÍTICAS DEL DESCONCIERTO'
- LUCHAS Y ANTAGONIZACIÓN EN LAS 'POLÍTICAS DEL DESCONCIERTO'
- CAUSAS DE LAS 'POLÍTICAS DEL DESCONCIERTO' Y POPULISMOS DE IZQUIERDA Y DERECHA
El XV Col.loqui Macrofilosòfic “Causes i conseqüències de les polítiques del desconcert” del viernes 11-1-2019 al Seminari María Zambrano de la Universitat de Barcelona (C/ Montalegre, 6, 4t pis) de 16 a 20h 30’.
El XIV Col.loqui Macrofilosòfic “Polítiques del desconcert: Contra la redistribució i el reconeixement?” del viernes 30-11-2018 al Seminari María Zambrano de la Universitat de Barcelona (C/ Montalegre, 6, 4t pis) de 16 a 20h 30’.
Véanse los posts:
- SENTIDOS DE 'POLÍTICAS DEL DESCONCIERTO'
- LUCHAS Y ANTAGONIZACIÓN EN LAS 'POLÍTICAS DEL DESCONCIERTO'
- CAUSAS DE LAS 'POLÍTICAS DEL DESCONCIERTO' Y POPULISMOS DE IZQUIERDA Y DERECHA
3 comments:
Hola, Gonçal,
Coincido plenamente con el planteamiento de este post: sin duda, buena parte de los acontecimientos políticos más recientes nos han sumido, por un lado, en la desorientación analítica y conceptual –como bien dices, no hemos sido capaces “ya no de predecir la emergencia de esas “políticas del desconcierto”, sino de explicarlas mínimamente”- y en la ruptura de los ejes ideológicos convencionales.
Quisiera añadir algunos rasgos de la política actual que, a mi modo de ver, constituyen una parte esencial de este desconcierto y que, tal vez, puedan arrojar algo de luz para poder movernos por los sinuosos, impredecibles y cambiantes senderos de estas primeras décadas de siglo.
Proliferan los indicios de que el eje derecha-izquierda está siendo sustituido por un doble eje: “pueblo-élite o casta” –asimilando, en esta última categoría, a los aparatos burocráticos de los partidos políticos convencionales, pero también a intelectuales y medios de comunicación-, y “cosmopolitismo-soberanía”. Ambos ejes se interrelacionan: los “cosmopolitas” estarían integrados por esas élites alejadas del pueblo, que habrían traicionado los intereses y la identidad del conjunto de la población, ocultándolo bajo un manto –derechos humanos, interculturalidad, políticas de reconocimiento, etc.- que serviría para apuntalar su poder.
Con este nuevo frame o marco mental y discursivo (Lakoff), proliferan los individuos y grupos que se autoproclaman portavoces genuinos del “pueblo llano” frente a las élites… logrando que buena parte de la población olvide que ellos mismos suelen pertenecer a grupos de poder económico y financiero.
En este contexto, las deficiencias de nuestras democracias representativas son aprovechadas no para avanzar hacia un modelo más participativo sino para entrar en una lógica “amigo-enemigo” (Schmitt): el “extraño” –en su doble acepción de extranjero y diferente- y las élites políticas e intelectuales constituirían los enemigos del pueblo, la quintaesencia de todo cuanto erosiona no sólo los intereses, sino también la misma identidad y soberanía de la nación. Visto así, la vulneración de derechos que creíamos consolidados y los ataques sistemáticos a diversos colectivos, constituye un corolario casi inevitable de su lógica argumentativa; corolario que, por desgracia, es capaz de canalizar el descontento social de modo transversal e interclasista.
Una abraçada,
Lluís
Hola Lluís,
espléndido comentario. Creo que es indicadísimo para ser considerado y discutido en el XIV Coloquio Macrofilosófico de este viernes 30-11. Espero que podamos hacerlo presencialmente, ¡qué es más divertido!
Además, estoy prácticamente de acuerdo con todo e incluso creo que puedo aportar argumentos que desarrollen algún aspecto. Pero precisamente estoy preparando ese coloquio y necesito tiempo para articularlos. Pero en todo caso prometo contestarte en unos días.
Una molt forta abraçada.
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