Gonçal Mayos PUBLICATIONS

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Dec 10, 2025

AFECTOS HOMÉRICOS Y GIRO INTELECTIVO


 

Afectos homéricos y giro intelectivo

Un ejemplo de como la fría razón no es suficiente para explicar el impulso a la acción ética efectiva es el olvido e incluso el menosprecio cristiano y moderno de una facultad muy valorada en la Grecia clásica: el Thymós. Recuerden que con distinta terminología, Platón en su Politeia y Aristóteles en su De Ánima, coinciden en dividir el alma humana en tres niveles jerárquicamente estructurados en lo ontológico, epistemológico y axiològico:

1) Arriba de todo, el alma intelectiva racional que es exclusiva de los hombres y que Platón (1992) veía especialmente desarrollada en la sabiduría de los gobernantes o filósofos-rey de su República (441c).

 

2) En medio, el alma thymótica o irascible desarrollada sobre todo en los guardianes y relacionada con la valentía, la fogosidad (que el profesor Raoni M. Bielschowsky de la UFMG propone traducir por ‘brío’), la asertividad o la virtú efectiva que Maquiavel reclama al ‘principe nuevo’. Platón considera esencial el thymós para la defensa de la polis, sus leyes, libertades y ciudadanos, pues mobiliza el amor propio, la autoestima, el reconocimiento entre ciudadanos, el patriotismo y el querer hacer realmente lo que se debe hacer. 

3) Y en el nivel inferior, el alma concupiscente que, para Platón, dominaba sobre todo en el pueblo llano, en los comerciantes, en los artesanos, etc. dominados por intereses materiales y deseos sensuales. Por eso, reclama del pueblo llano que sea capaz de aspirar como principal virtud a la templanza que debería permitirles no ser dominados totalmente por intereses y deseos particulares y que se oponen a los otros ciudadanos. 

Todos reconocemos aquí tópicos ascéticos y racionalistas que priorizan una sabiduría considerada totalmente fría y desapasionada, y menosprecían los deseos materiales y concupiscentes, pero también la ira, la indignación, el orgullo, el amor propio y la autoestima que hoy tendemos a considerar como totalmente irracionales, olvidando que en el mundo presocrático y homérico era una virtud esencial de héroes como Aquiles, Odiseo, Héctor, Agámenon, Paris, Menelao, los Áyax, etc. 

Recordemos que la Ilíada -el texto secular más antiguo y fundador de la tradición occidental- comienza magnificando la ‘Menis’ que significa ira, còlera o indignación y es un afecto vinculado al thymós, que marca la grandeza y destino de los héroes homéricos en gran parte porque les vincula con el designio de los dioses. Es cólera sella la discordia y el enfrentamiento entre el líder político de los aqueos -Agamenón- y el efectivo militar -Aquiles-, que además se reproduce también entre los dioses olímpicos de tal manera que define un escenario cuya terribilidad refleja muy bien la traducción de Luis Segalá y Estalella (1999):

 

‘Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves - cumplíase la voluntad de Zeus  [...] ¿Cuál de los dioses promovió entre ellos la contienda para que pelearan? [...] suscitó en el ejército maligna peste y los hombres perecían’. 

Notemos el inmenso y catastrófico poder de la menis y de los valores del thymós, que por eso mismo están en la base del heroismo homérico. Pues toda la trama conflictiva de la Ilíada -ese primer jalón de la tradición occidental de base politeista- queda marcada por el rechazo afectivo espectacular y público por parte de Aquiles que se siente ofendido porqué Agamenón, que ha perdido como botín a Criseida, le arrebata el que a él le correspondía: Briseida. Ello provoca una ofensa e indignación tan fuertes que llevan a Aquiles retirarse unilateralmente de un combate que -con su retirada y la de los guerreros mirmidones que le siguen- cambia de signo y pasa a favorecer a los troyanos, los cuales cada vez causan más bajas en los huestes aqueas. 


La ira de Aquiles culmina en un acto inequívoco y abrumador de deserción que pone en peligro toda la campaña aquea contra Troya, pero que -dando un índice de la legitimidad en la ideología heroica de las pasiones thymóticas- en la Ilíada son ausentes las condenas a la desmesurada indignación de Aquiles. Incluso, en el canto IX, Agámenon reconoce la hybris errònea de su ofensa a Aquiles, para congraciarse de nuevo con él, le envia a tres embajadores tan importantes como Odiseo, Fénix y Áyax. 

Notemos que el mundo homérico se rige por reglas muy diferentes a las que impondrá el giro intelectivo que, siglos más tarde, culminarán filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles. Pues allí los héroes -como semidioses mortales- actuan de forma similar a los mismos dioses olímpicos ostentando magnificientes a sus respectivos y desmesurados afectos. Ese mundo homérico ostentaba una especie de giro afectivo anterior al intelectivo, que fue desplazado y olvidado por el éxito de éste y que, seguramente por ello, todavía en la tercera dècada del siglo XXI son muchos los que reclaman un nuevo giro afectivo. 

Pero en la Ilíada la ideología heroica, los valores del thymós y los afectos dominan hasta tal punto que, ni tan solo tan nobles y poderosos enviados de Agámmenn conmueven y hacen reflexionar a Aquiles. Pues, solo la violenta muerte de su querido Pátroclo ante las armas de Héctor, hará que su ira en contra de Agámmenon sea sustituida por otra fúria aún más desbocada para vengarlo. Solo por esa sustitución de un poderoso afecto por otro aún superior, Aquiles vuelve al combate para cobrarse la vida del asesino de Pátroclo: Héctor, el principal guerrero de Troya y con cuya muerte termina significativamente la Ilíada. 

En el mundo grecoarcaico de Homero, tan solo la muerte puede poner límites a las pasiones desatadas y magnificientes que enlazan (incluyendo muchos momentos de ‘posesión’ de unos por otros) a héroes y dioses. 


A partir del artículo ‘Todavía no sabemos todo lo que puede lo humano: Macrofilosofía del giro afectivo’ de Gonçal Mayos (pp. 8-29), en Direito, política, afetos: O preço do futuro de Ana Clara Reis Queiroz, Filipe Terra Lupoli Nirschl, Gustavo De Freitas, Paulo Afonso De Ávila Carvalho F° & Yasmin Nunes Soares (organizadores), Ed. LAECC (Brasil), 2025, ISBN 978-65-88563-99-,1ISBN-13: 978-6580358304, 432 pp. Véanse los posts: TODAVÍA NO SABEMOS LO QUE PUEDE LO HUMANO, - GRANDES 'GIROS' REEQUILIBRADORES, -  CONTRA EL OLVIDO DEL THYMÓS HOMÉRICO, - AFECTOS HOMÉRICOS Y GIRO INTELECTIVOPODER E INDIGNACIÓN: SLOTERDIJK Y HESSEL, - MACROFILOSOFÍA DEL GIRO AFECTIVO, - AFECTO ONTOLÓGICO Y EMOCIÓN ÓNTICA, - POR LA HARMONÍA DE LAS FACULTADES HUMANAS, - ¿USAMOS INSANAMENTE LA RAZÓN?


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